Mejor cancelen las telenovelas

A inicios de la década del 2000 estábamos todos muy contentos, viviendo la segunda Era Dorada de la Televisión con series como Oz, The Sopranos, Mad Men o Breaking Bad, cuando de pronto llegó Netflix con su discurso de diversidad y ahora nos sentimos indignados con la “telenovelización” de las series. 

Nadie tiene nada en contra de la diversidad, y es que, como dicen los estadounidenses: “the more, the merrier”. Pero una cosa llevó a la otra y entonces los reality shows dieron paso a la slow TV, y ésta dio paso a la ambient TV, y en medio de todo esto las series se fueron convirtiendo en telenovelas. ¿O será que siempre lo fueron?

Con el revuelo que causó la noticia de que las telenovelas en México subieron de popularidad durante el confinamiento, ya que 6.6 millones de personas sintonizaron el canal “Las Estrellas” por esos días, o saber que Yo Soy Betty la Fea escaló al primer lugar de la lista de lo más visto de Netflix en más de una ocasión, no deja de sorprender que esta tendencia persista en 2021. En mayo, el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) dio a conocer que la audiencia infantil también creció 66% para este formato.

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Si esto no preocupa, hay que revisar nuestras prioridades. Mucho se ha hablado de la educación a distancia y ahora nos enteramos que los niños están viendo telenovelas. En una época con tanto “activismo” (sí, entre comillas), es raro que los luchadores sociales aún no cancelen las telenovelas. ¿Por qué a los mexicanos les interesa lo que pase con Aunt Jemima o lo que Disney haga con su catálogo de clásicos infantiles? Mejor pídanle a “De Película” que ya deje de transmitir Angelitos negros, o a “Tlnovelas” que cancele Mujeres engañadas. En temas woke, nuestro sistema de cable es tierra de nadie.

“Esta perra me repugna”, “Maldita zorra”, son algunas de las frases que salen de la boca de Kuno Becker en la telenovela producida por Emilio Larrosa en 1999 y que ahora se retransmite por dicho canal. “Son mariposones”, “Mi ex marido es bisexual y me da asco”, dicen otros personajes. “Eres una india bajada del cerro”, “Criada”, “Quesadillera de La Merced”, profiere el personaje de la difunta Martha Roth, en el papel de una mujer blanca de clase alta. Si esto no es suficiente, múltiples golpizas que los hombres le propinan a las mujeres a lo largo de 120 capítulos, en nombre del sano esparcimiento de la familia mexicana.

Cuando 45 de cada 100 menores de edad que son víctimas de trata pertenecen a las comunidades indígenas y el 85% son mujeres o niñas, que un actor español como Paco León use la frase “india salvaje” es poco prudente, por decir lo menos. En los hogares mexicanos, nueve de cada 10 personas que son violentadas son mujeres y la violencia doméstica contra ellas aumentó 60% durante la pandemia. Entonces, ¿nos siguen pareciendo graciosas las bofetadas de Laura León? Los mexicanos se han vuelto adictos a la nostalgia y “Tlnovelas” es el refugio de ese México de antaño, donde las cosas todavía se hacen “como antes”.

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En el mismo país donde Twitter se levanta en armas por una canción de 1999 de Los Ángeles Azules, pero se mofan de alguien como Frida Sofía por denunciar a su abuelo Enrique Guzmán. Donde las telenovelas cuentan historias de superación, mientras abusan de las mujeres en pantalla. Es momento de entender que, no porque la trama de empoderamiento femenino está presente en todas las telenovelas mexicanas, vamos a tolerar que los personajes sean estereotipos tan tóxicos.

Según el más reciente Reporte Trimestral de Audiencias de Radio y Televisión con Perspectiva de Género del IFT, ocho de los 15 programas con mayor rating en México son telenovelas, y el otro más visto es La rosa de Guadalupe. Solo dos noticieros aparecen en esta lista, muy por debajo, en los lugares 12 y 14. De acuerdo con su análisis de Oferta y Demanda de Contenidos Audiovisuales, los hogares mexicanos que cuentan con internet pero que no consumen contenidos en línea (como películas y series), no lo hacen porque no tienen tiempo o porque les basta con lo que pueden ver en la televisión abierta. En cualquier caso, las cifras revelan que son las mujeres las que más consumen series y telenovelas.

BREVES

A propósito de todo esto, Netflix estrenó La casa de las flores: La película desde el 23 de junio. Una historia que, en su formato de serie, jugó con los arquetipos de las telenovelas, pero además introdujo en México al actor Paco León.

El Mes del Orgullo está llegando a su fin y en esta ocasión habrá dos celebraciones: una marcha presencial y otra virtual. ¡Marcha por tus derechos! está organizada por Vihve Libre y convoca a reunirse en el Ángel de la Independencia el sábado 26 de junio a las 11 de la mañana.

Por su parte, la Marcha del Orgullo Digital se podrá sintonizar ese mismo día, a partir de las 12:00 pm por el canal de YouTube Marcha LGBTI CDMX.

@carloscelis_