¿Sientes la necesidad de controlar a tu pareja?

La necesidad de controlar a nuestra pareja surge como mecanismo de defensa ante un recuerdo o una herida que te lleva a revivir ciertas emociones dolorosas cuando fuiste niño o niña.

Con el paso de los años, comprendimos que para defendernos de ese dolor, la mejor estrategia era colocarnos una máscara de “control” sobre los demás e, incluso, sentirnos superiores o en poder de las situaciones o las personas. Pensamos que si somos capaces de controlar al otro, nos evitaremos sentir ese dolor y sufrimiento. 

Esa necesidad de control suele disfrazarse con muestras de “cuidado y protección”, que muchas veces evidencian inseguridad, desgaste de la relación y, en algunos casos, privación de la libertad y los derechos del otro. 

¿Cuales podrían ser algunos tipos de control?

• Revisar sus correos, redes sociales o conversaciones.
• Conocer sus citas, horarios y con quién se relaciona. 
• Pedir que cambie su forma de hablar y/o vestir.
• Decir con cuáles amigos o amigas debe tener relación. 
• Ordenar qué debe o no subir a sus redes sociales.
• Utilizar acuerdos en pareja para controlar, por ejemplo, “si yo pago, yo digo a dónde vas”.

Estas muestras de control se pueden ver frecuentemente en relaciones y son dañinas y deterioran la relación. 

Puedes llegar a pensar que si existe cierto control, evitarás posibles problemas. Curiosamente, esta máscara de control nos aleja del amor de los demás, que en realidad es lo que anhelamos profundamente. Esto sucede porque uno de los ingredientes principales para que el amor en pareja tenga equilibrio es la libertad. 

Aunque en muchas ocasiones no existe intención de hacer daño al otro, y son mecanismos de defensa ante nuestras propias inseguridades, estas conductas pueden llevar a un tipo de violencia. Es importante que en cuanto una persona detecte estos comportamientos, pida ayuda a un especialista.

¿Cómo puedo dejar de controlar a mi pareja?

Adquirir conciencia del daño que te estás haciendo y le estás haciendo al otro y a tu relación es el primer paso. Ahora puedes pedir ayuda a especialistas para que adquieras herramientas para eliminar este tipo de comportamientos y conductas.

Es necesario que el especialista te ayude a indagar en esos recuerdos que te generaron esas máscaras y regrese la seguridad y confianza en ti. 

Profundiza en la siguiente frase:

“Te amo a ti, y a aquello que te dirige, aunque esto pueda separarnos”.

¿Sientes miedo al nombrarla? ¿Podrías decírsela a tu pareja?

Repite esta frase interiormente las veces que sean necesarias y observa qué emociones se despiertan en ti, en qué parte de tu cuerpo las sientes con mayor presencia, toma conciencia del tiempo que reprimiste estas emociones y qué significado tiene sentirlas ahora en tu relación de pareja. 

La necesidad que tienes de controlar a tu pareja no viene del comportamiento de ella, viene de un miedo a repetir ese dolor que lleva contigo mucho tiempo. 

Aceptar la libertad de nuestra pareja supone la mayor y más grande prueba de amor que le podemos dar.