#TodosSomosMigrantes

Hace cinco años años, la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), organismo de las Naciones Unidas, realizó la primera edición del Festival Internacional de Cine sobre Migración, encuentro fílmico que aborda desde la ficción eso que representa renunciar al terruño por necesidad y seguridad, acción que tristemente no siempre culmina en buen puerto.

En México la programación del #GMFF21 incluyó la cinta Los Miserables de Ladj Ly, Minari de Lee Isaac Chung y Los lobos de Samuel Kishi Leopo, esta última cinta, por cierto mexicana, le valió al tapatío Samuel Kishi Leopo convertirse en embajador de buena voluntad de la OIM, el primero en su tipo en América Latina. Este nombramiento le dio la oportunidad de llevar a albergues y plazas públicas de Ciudad Juárez y Tijuana la cinta que ha sido seleccionada por la Academia de Cine Española al Goya a mejor película Iberoamericana. Funciones cargadas de otros simbolismos, ya que quienes asistieron han vivido en carne propia el destierro, la falta de pertenencia, el racismo, la violencia y la xenofobia por miedo, la mayoría de las ocasiones a que su sola presencia ponga en riesgo el lugar del otro.

En la función de Los lobos en Ciudad de México estuvo presente la hermana María Soledad, directora de Vinculación de la Casa de Acogida Formación y Empoderamiento de la Mujer Migrante y Refugiada (Cafemin), quien compartió la experiencia de la casa, de cómo ha sido refugio de mujeres que huyen de la violencia, de niñas, niños, jóvenes que en su anhelo por reencontrarse con su familia en Estados Unidos toman un respiro y perfilan un futuro.

Por su parte, Samuel Kishi se dijo más que entusiasmado por palpar las reacciones de las personas migrantes, de percibir las reacciones en torno a eso que Martha y sus hijos vivieron al cruzar la frontera, de unos niños que en el confinamiento de un pequeño departamento acarician la idea de ir a Disney, mientras su mamá trabaja dos turnos para poder pagar la renta de 500 dólares y lo que sobre para subsistir.

Las actividades del Festival Internacional de Cine sobre Migración también se enmarcaron en el 70 aniversario de la OIM, así como en la conmemoración del 18 de diciembre, Día Internacional del Migrante.

La importancia de poner el acento en el tema me vino después de leer acerca de las cifras sobre migración en este 2021, las cuales refieren que a nivel mundial aumentaron exponencialmente, a pesar de las restricciones de movilidad por la crisis sanitaria que a muchos no mantuvieron en casa, pero otros y otras no tuvieron opción y decidieron “jugársela” con el Covid-19 para librarse de desastres, conflictos o situaciones de violencia.

El otro factor fue la noticia del accidente mortal en Chiapas, ese en el que un tráiler que trasladaba migrantes en condiciones inhumanas tuvo un terrible destino para un centenar de personas con el anhelo de un futuro, hecho que culminó en las primeras planas como una tragedia que nos sacudió con imágenes de medio centenar de personas inertes sobre el asfalto, otros más que fueron traslados a hospitales y ese futuro que buscaban, no sucederá o resulta incierto.

Una noticia que nos estrujó a todas y todos el corazón, datos que leemos y vemos en los noticieros o redes sociales y después de unos minutos pasan de largo, así como aquellos tráileres detenidos en la zona de Veracruz con más de 600 migrantes, o los otros 652 que fueron rescatados en Tamaulipas también a bordo de tres camiones, hubo otros 195 migrantes centroamericanos en un hotel sin agua, ni comida en Nuevo León.

De acuerdo con un reporte en el periódico El País, 228 mil personas migrantes han sido detenidas en México en lo que va de este 2021. Hay mucha responsabilidad en los gobiernos, en las políticas migratorias, sin duda. Sabemos de una de las metas de los Objetivos de desarrollo sostenible, plan maestro entre los Estados miembros de las Naciones Unidas, los compromete para el 2030 en procurar migraciones y movilidad ordenadas, seguras, regulares y responsables de personas, lo sabemos y después del accidente del 9 de diciembre de 2021 se antoja lejano.