De donaciones y ventas de colecciones de arte
Archipiélago Reportera cultural egresada de la ENEP Aragón. Colaboradora en Canal Once desde 2001, así como de Horizonte 107.9, revista Mujeres/Publimetro, México.com, Ibero 90.9 y Cinegarage, entre otros. Durante este tiempo se ha dedicado a contar esas historias que encuentra a su andar. X: @campechita
De donaciones y ventas de colecciones de arte
Fachada del Palacio de Iturbide, sede del Palacio de Cultura Citibanamex. Foto: Fomento Cultural Banamex AC.

“El arte es una garantía de cordura”.

Louise Bourgeois

Recién empezó el 2022 y el mundo bursátil tuvo una sacudida con el anuncio de la venta de Banamex por parte de Citi. Además del impacto que la transacción supone en términos de economía nacional, el pánico recayó en el acervo que resguarda Fomento Cultural Citibanamex. Unos días después, el sobrino del poeta de América, Carlos Pellicer Cámara, dio a conocer que donó a México la colección de arte que su tío le heredó, junto con documentos y obras del artista duranguense Mario Alonso Ostolaza. Casi al tiempo, otro hecho llamó la atención: el aviso del cierre temporal del Museo Dolores Olmedo y la mudanza de sus obras al Parque Aztlán en Chapultepec

Son sucesos que vale la pena mirar a detalle, ya que mucho se ha dicho sobre si se van a perder los tesoros, al parecer valuados en más de 100 millones de dólares en el caso de Fomento Cultural Citibanamex, la donación de Pellicer López o lo pertinente de mudar el espíritu de Dolores Olmedo a un proyecto tan polémico como el de Chapultepec. Vamos por partes…

México es tierra de artistas y también de recintos dotados de amplias colecciones, sin embargo, el papel del Estado en la custodia y preservación de los tesoros artísticos resulta una historia reciente. Basta recordar la inauguración del Museo de Artes Plásticas el 29 de noviembre de 1934, primer recinto de arte constituido en nuestro país, que incluyó piezas desde el siglo XVI, murales de Diego Rivera y José Clemente Orozco, escultura mesoamericana, estampa mexicana y arte popular de la colección Roberto Montenegro. Una vez que se creó el Instituto Nacional de Bellas Artes, el museógrafo Fernando Gamboa dio un giro y se realizaron más murales, poco a poco artistas legaron en vida su obra a las instituciones culturales y educativas públicas, como UNAM, IPN, UAM, y privadas, como la Universidad Iberoamericana. Es una historia que se ha visto robustecida con el programa pago en especie de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).

Con el paso del tiempo se donaron acervos de Rufino Tamayo y Remedios Varo en el lapso de 2012 a 2018. Además, el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL) recibió en donación poco más de mil 300 obras, 909 se entregaron de manera directa, siendo el Museo Nacional de la Estampa, el Nacional de San Carlos y el Nacional de Arte los espacios que más obra recibieron. En tanto, el Laboratorio Arte Alameda solo recibió una y el Ex Teresa Arte Actual, ninguna.

En 2019, la UNAM recibió en donación el archivo y 38 obras de Manuel Felguérez. La UAM, después de iniciar el proyecto Casa Estudio Leonora Carrington, recibió en donación 45 esculturas, cuatro gráficas y el menaje completo que la artista eligió para su casa en la colonia Roma. No podemos dejar de lado la donación del acervo fotográfico, archivo documental, biblioteca, colección de grabados y bienes diversos de la artista Mariana Yampolsky a la Universidad Iberoamericana. En fin, hay una tradición de fortalecer los acervos a través de donaciones, pero lo cierto es que siempre se generan ciertas suspicacias.

Hablemos de los temas candentes del momento. Los tesoros de Fomento Cultural Citibanamex comprende un acervo de alrededor de 600 obras entre pintura, arte popular, escultura, dibujo, textiles, edificios históricos, sin embargo, especialistas aseguran que dicha colección podría contarse en miles de piezas más, las cuales sorpresivamente no cuentan con avalúo actualizado, es más, del 100% de sus artistas, solo 4% cuenta con protección por parte de la Ley federal sobre monumentos.

A ojo de buen cubero, especialistas estiman que podría alcanzar los 100 millones de dólares, pero por su valor histórico podría traducirse en varios cientos de millones más. Al final, cualquier transacción tasada en otros aspectos, menos en lo artístico, representa un peligro. Ojo, no es el único, ya que también se ha vislumbrado la posibilidad de que el acto de fe del grupo bancario –de que se adquiera todo en conjunto–, en realidad termine fragmentado y, con ello, muchas de las obras salgan del país. Otro aspecto tiene que ver con el amplio programa de apoyos, adquisiciones y promoción del arte popular, una vez vendido ¿continuarán? Ante el llamado hacia las autoridades de que el Estado intervenga, hay muchas dudas y lo que prendió la mecha fue el pronunciamiento del titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, quien dijo que todo el conjunto de Fomento Cultural Banamex podría pasar a ser propiedad de la nación.

Ya que hablamos sobre propiedad de la nación, abordardemos la donación que hizo Carlos Pellicer López del acervo que le heredo su tío, el poeta Carlos Pellicer Cámara, así como del artista Mario Alonso Ostolaza. La entrega se realizó de manera simbólica en el Palacio de Bellas Artes, durante la ceremonia del 125 aniversario del nacimiento del también museógrafo Carlos Pellicer. Dichas colecciones serán resguardadas y exhibidas en una sala especial del Museo Nacional de Arte y constan de 651 piezas y documentales –entre cuadros de Saturnino Herrán y Montenegro–, así como mil 426 del artista duranguense. Pellicer López dijo que desde hace 45 años cuenta con esos acervos y esperó paciente el mejor momento para encontrarles su hogar definitivo y pues les llegó su hora. 

Para cerrar, el caso del Museo Dolores Olmedo, recinto que abrió sus puertas en 1994 en la casa de la Noria de la propia coleccionista, quien desde joven apoyó a diversos artistas adquiriendo sus obras –como los 50 cuadros de Diego Rivera, así como más de medio millar de piezas arqueológicas mesoamericanas–. Para el día que abrió sus puertas, el museo ya contaba con 139 obras de Rivera, 25 de Frida Kahlo, 43 de Angelina Beloff, otras más de Pablo O´Higgins, arte popular mexicano, marfiles y sus piezas arqueológicas. Durante 25 años, la esquina de avenida México 5843 había sido un referente para turistas nacionales e internacionales, hasta que durante el confinamiento cerró sus puertas y hace poco se informó que no volvería a abrir, ya que su acervo ha sido concesionado al Parque Aztlán de Chapultepec, ambicioso proyecto que sustituye a la feria de diversiones con juego mecánicos.

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El proyecto tendrá cinco áreas temáticas relacionadas con distintos momentos de la Ciudad de México, la participación del Museo Dolores Olmedo será dentro de un museo interactivo. Ante los cuestionamientos, Hilda Trujillo, exdirectora del conjunto de museos Frida Kahlo y Anahuacalli, dijo que el gran acervo estuvo al filo de ser vendido y podría representar el cierre definitivo del museo, ya que los herederos estaban rebasados, sin embargo por la donación que la propia Dolores Olmedo hizo a la nación, tanto sus colecciones como sus terrenos no pueden venderse ni dispersarse, así que cambiarán de residencia y la casona de la Noria se convertirá en un centro cultural para la zona.

Estos son tres casos que, sin corresponderse del todo, nos ejemplifican diversos escenarios en materia del futuro o no de colecciones de arte invaluables y tan cercanas a nosotros. 

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