Fuerza moral
Economía Aspiracionista

Manuel Molano es un economista con experiencia en el sector público y privado. Es asesor en AGON Economía Derecho Estrategia y consejero de México Unido contra la Delincuencia. Twitter: @mjmolano

Fuerza moral
Una auditoría encargada por el PL apuntó que Bolsonaro fue el más votado en las urnas de modelo más nuevo, fabricadas a partir de 2020, con el 51.05% de los sufragios. Foto: AFP

Tres economistas –Nicolás Ajzenman, Tiago Cavalcanti y Daniel Da Mata– publicaron en SSRN un documento que investiga el efecto que tuvo la retórica anticientífica del presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, respecto del Covid 19 sobre la adopción de las medidas no farmacéuticas de prevención del contagio en ese país (aislamiento, distanciamiento social y uso de cubrebocas, entre otros).

Los investigadores reunieron información electoral, gastos de tarjeta de crédito y datos geolocalizados de telefonía celular de 60 millones de usuarios en Brasil. Después de que el presidente Bolsonaro descartó los riesgos de la pandemia y contradijo las recomendaciones científicas, el distanciamiento social en localidades proclives al gobierno se redujo. También los gastos de tarjeta de crédito aumentaron. Este tipo de conductas se profundizaron más en localidades donde los medios tienen niveles altos de penetración, cuentas activas de Twitter y una proporción elevada de cristianos evangélicos, por ser los creyentes de esa religión un grupo electoral importante. El artículo usa una técnica econométrica llamada regresión de diferencias en diferencias, que permite analizar la conducta de las personas ex-ante y ex-post a las declaraciones del presidente brasileño.

Los investigadores usan una definición de populismo sencilla: una ideología con un centro ligero, que segrega a la sociedad entre la élite corrupta y la gente pura. En términos de nuestro actual gobierno en México, el pueblo bueno. El pensamiento anticientífico de los líderes populistas descarta riesgos globales, como el calentamiento global o las pandemias, ya que piensan que se trata de conspiraciones de las élites.

En Brasil, en la medida en que los casos de contagio de Covid-19 empezaron a aumentar, el presidente Bolsonaro minimizó los efectos de la pandemia, criticando de manera pública y frontal las recomendaciones de la comunidad científica y la Organización Mundial de la Salud, e incluso yendo en contra de lo dicho por el ministro de salud brasileño. Le pidió al público que saliera a la calle, a las tiendas e ir a manifestaciones políticas.

El diseño experimental del artículo es intachable. Es posible que haya sesgos de juicio. Por ejemplo, un indicador son los seguidores de Twitter de los hijos de Bolsonaro, quienes son importantes embajadores de sus ideas. Los investigadores clasificaron los tuits como neutrales, pro-distanciamento social, o anti-distanciamiento social. La medida de distanciamiento social es muy interesante: un índice creado por una empresa brasileña de tecnología llamada In Loco, que da información sobre la ubicación de los celulares, mediante el uso de Wi-Fi, Bluetooth y GPS, esta empresa desarrolló una tecnología que rastrea la ubicación y movimiento de los dispositivos celulares con una precisión de tres metros. El índice de distanciamiento social de los investigadores mide el porcentaje de dispositivos que se alejó a más de 450 metros de sus hogares.

Es indispensable conducir este y otros experimentos en México. El discurso político puede ser un determinante muy importante de nuestra visión sobre asuntos, los impuestos, la corrupción, el uso de los recursos públicos, la actitud hacia las empresas, el respeto a las instituciones y la ley, las obras de infraestructura, el uso y cuidado de los recursos naturales, solamente por mencionar algunas.

En las democracias es importante lo que los ciudadanos creemos. Si el discurso político puede influir en nosotros y nos lleva a adoptar conductas perjudiciales para nosotros mismos, o para la sociedad en su conjunto, ese discurso político debe suprimirse. Una vez más, llegamos a la paradoja de tolerancia de Karl Popper. Si una sociedad expide cheques en blanco de tolerancia hacia todos, corre el riesgo de que eventualmente los intolerantes la mermen o la destruyan. Hay que limitar el alcance del discurso de los intolerantes, lo cual implica ponerle límites a nuestra tolerancia.

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