No son iguales, son peores

La falsa austeridad que pregona el presidente Andrés Manuel López Obrador ha quedado descubierta. En tan solo tres años de gobierno, su hijo mayor y su nuera han amasado una fortuna que el 99% de la población no tiene y solo puede soñarla. Lo indignante de la alberca gigante y las mansiones es que la familia López Adams goza de esos indebidos privilegios, dados por una empresa petrolera que hoy tiene contratos millonarios con Pemex.

Esta semana, el presidente quiso defender lo indefendible. Habló menos de dos minutos de este caso y lo único que pudo decir es que es la esposa quien tiene dinero y que no somos iguales. Y efectivamente, no son iguales, son peores. En Morena, la corrupción y la hipocresía flotan –como la basura en el mar–, no lo pueden ocultar y las autoridades de este país deben investigar.

Por ello, desde el Senado de la República hemos exigido que la Unidad de Inteligencia Financiera, la Fiscalía General de la República, la Secretaría de la Función Pública y la Auditoría Superior de la Federación realicen una investigación sobre los posibles vínculos de corrupción que puedan existir entre la empresa Baker Hughes y la familia presidencial.

Esta exigencia se formalizó ante la Mesa Directiva del Senado, aunque, como siempre, no hay disposición del partido mayoritario y no se hablará del tema en el pleno del Senado mexicano. En este nuevo periodo de sesiones debemos ser congruentes con la exigencia ciudadana y atender sus demandas.

Sin duda, el pueblo de México se siente defraudado, está cansado de que los políticos se enriquezcan de manera corrupta. Por ello, urge que el Senado de la República sirva de contrapeso y exija una investigación puntual, exhaustiva, objetiva y que dé certeza de que se castigará la corrupción.

La investigación hecha por Latinus y Mexicanos Unidos Contra la Corrupción e Impunidad devela una serie de irregularidades que claramente pueden constituir delitos como: conflicto de intereses, enriquecimiento ilícito, tráfico de influencias, asociación delictuosa y cohecho. Delitos que por su naturaleza deben ser investigados de oficio y son urgentes de resolver.

Es urgente que se investigue e informe si la familia López Adams ha recibido otros pagos, sobornos, favores o contraprestaciones por parte de la empresa Baker Hughes o de alguna otra empresa beneficiada por Pemex y el gobierno federal.

El primer mandatario ha criminalizado la riqueza. Se ha ensañado con quienes se van al extranjero a estudiar. Ha criticado a quienes buscan un mejor futuro para sus hijos. Y ha sido enfático en hablar de una “supuesta” austeridad. Lamentablemente aquí hay de dos: o el señor quiere que el pueblo sea pobre y sus allegados ricos, o miente.

“La felicidad no es acumular bienes materiales”, ha dicho incansablemente, pero claramente lo vemos a él en un Palacio, a sus descendientes en mansiones y albercas lujosísimas. Qué hipocresía, qué populismo, qué falta de congruencia, mientras viven en casas de ricos hay casi 4 millones de mexicanos que han pasado a la pobreza a consecuencia de este pésimo gobierno.

En la Cuarta Transformación no solo son mentirosos, también son hipócritas. Vivir en una mansión ubicada en una zona exclusiva del vecino país del norte transgrede todo lo que pregonan día con día. Mientras ellos se enriquecen, para el pueblo de México no hay vacunas, ni pruebas, ni empleos, ni seguridad. No cabe duda que han salido peores de lo que imaginábamos.