Librar la vida con los libros
Archipiélago Reportera cultural egresada de la ENEP Aragón. Colaboradora en Canal Once desde 2001, así como de Horizonte 107.9, revista Mujeres/Publimetro, México.com, Ibero 90.9 y Cinegarage, entre otros. Durante este tiempo se ha dedicado a contar esas historias que encuentra a su andar. X: @campechita
Librar la vida con los libros
Foto: Pexels / Pixabay

“La lectura es para mí algo así como la barandilla en los balcones”.Núria Espert

23 de abril, Día Mundial del Libro y del Derecho de Autor. La celebración fue proclamada por la Unesco en 1995. Se dice que esta efeméride tiene que ver con la extraña coincidencia de la muerte de tres grandes de la literatura William Shakespeare, Miguel de Cervantes e Inca Garcilaso de la Vega. Y hay una razón más: la leyenda de Sant Jordi, toda una tradición en Cataluña que desde el siglo XV cada 23 de abril se celebra con libros y rosas.

Al final son fiestas que han permeado alrededor del mundo y que ponen el ojo sobre una industria que vive con el alma en un hilo, ya sea por falta de políticas públicas que respalde a la industria, por la irrupción de plataformas que distraen la mirada, por los costos de producción, por los lectores y por muchos otros factores a los que se les ponen los reflectores en los días previos al Día Mundial del Libro, ya luego a otra cosa mariposa.

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Pero más allá de los datos duros, hablemos de esas iniciativas que, con mucho ingenio, han abonado a la lectura y al afianzamiento entre el libro y sus lectores. Porque hay que decirlo, para sorpresa de todes, la tendencia de lectura dio un giro de 180 grados durante la pandemia. De acuerdo con la Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana (Caniem) y el módulo sobre lectura 2022 del Inegi, en los últimos 12 meses se han leído 3.9 libros, la cifra más alta desde 2016. Al barajar las posibles razones, me viene a la mente lo que me contó Mauricio Sánchez, fundador de Gris Tormenta, editorial asentada en Querétaro desde 2017, quien dijo que el acceso en línea a los títulos, la forma en la que se perfeccionó la entrega a domicilio y la fuerza de las editoriales independientes mucho sumaron en la seducción de lectores.

Sin duda hubo momentos de pasar saliva, los altos costos y en el caso de Gris Tormenta estar fuera de la Ciudad de México no jugaba mucho a su favor, sin embargo apostaron por tomar el toro por los cuernos. Al apostar por los libros de ensayo, muchos pensaron que sería un suicidio total pero en un lustro de vida han mostrado que cuando se tiene un proyecto bien anclado las cosas salen porque salen.

Para celebrar su osadía, durante estos días tomaron librerías independientes –como La increíble y Desastre– con presentaciones de sus novedades editoriales y el libro de agradecimiento a sus lectores y cómplices, que lleva el título de Placeres mínimos, publicación de bolsillo que reúne en sus 187 páginas textos seleccionados de 13 sellos independientes que han marcado la pauta en los últimos años, tal es el caso de Alacraña, Aquelarre ediciones, Canta mares, Almadía, Antílope, Dharma Books, Elefanta, Festina, Grano de sal, Impronta, Minerva, Zopilote Rey y la misma Gris Tormenta. Es un pequeño mapa de eso que resuena en distintas regiones de nuestro país a través de sus historias.

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Otro de los factores que han sumado a dar aliento a sellos como Gris Tormenta es el trabajo colaborativo, el apoyo mutuo desde echarse porras en redes sociales hasta compartir espacios en ferias del libro que muchas veces, es importante poner el dedo, sus stands resultan impagables para muchas editoriales. Ha sido crear una red a nivel nacional que da batalla a los bestsellers y promueve una relación más directa no solo de los autores con los lectores, sino también de los editores y toda la familia involucrada en la empresa de crear libros.

El camino aún no es plano, la horizontalidad se vislumbra todavía a la distancia, pero es importante saber que más allá de lamentos se generan acciones que mandan mensajes que esperamos pronto sean escuchados por las autoridades culturales, ya que el universo creativo es tan amplio que no se puede tomar como estandarte solo un lado. Porque al final la pandemia dejó claro que eso que nos mantiene a flote y con ánimo de seguir es aquello que los libros resguardan.

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