Materializa proyectos, el arte de hacerlos realidad

Mi nuevo disco está a punto de salir (Enciende tu corazón, en todas las plataformas digitales desde el 1 de mayo). Es una belleza de arte que combina canciones, meditaciones, palabras poderosas entremezcladas con música original escrita para llegar hasta la raíz de la raíz de quien lo escuche.

Un proyecto materializado que estaba en el universo y que llega a mí para que lo baje a Tierra. Son letras y melodías que me despiertan en el medio de la noche pidiendo pista para aterrizar de este lado del mundo.

Soy un portal y un recipiente por donde pasa esta luz.

Recibo en mi meditación las coordenadas claras para organizar ideas que, aunque parezcan sueltas, tienen una inteligencia en sí mismas que debo escuchar.

Traigo de las cuatro direcciones y los 10 mil universos que me rodean cantos sagrados que arraigan al misticismo del misterio, nos sacan del letargo y nos ponen a soltar la voz y honrar nuestro ser.

Un disco que trae ritmos eclécticos, mezclas de bachatas, reggaes, instrumentos andinos combinados con teclados electrónicos, meditaciones con mis mantras de cabecera, regalos para usar durante la mañana y la noche, para honrarse frente al espejo, para activar las células, la columna vertebral y la autobendición con música preciosa de alta vibración.

Todo esto es un proceso de escucha interior y de conexión con los mensajes que están ahí, por todos lados, disponibles y accesibles, esperando a que los reconozcamos.

¿Por dónde empiezo?

Este proceso personal que les comparto, lo mismo que escribir libros, poner en marcha un emprendimiento, abrir un negocio o cualquier idea que tengas sobrevolando puede ser hecho de miles de formas diferentes.

¿Pero, de verdad, cómo se inicia?

¿Hay un talle único? ¿Una receta que se pueda seguir para manifestar?

¿Dónde reside esto de la creatividad, honrar tus talentos, bajarle atención a los rótulos que traemos puestos y subirle la energía a otras voces sutiles que resuenen dentro nuestro?.

¿Cómo hacer para bajar las cientos de ideas que dan vuelta por tu cabeza y convertirlas en materia tangible, concreta, que se pueda tener entre manos?

¿De qué manera honrar tus procesos y talentos sin dejarlos de lado o  minimizarlos?

Pela tu mandarina

Para mí, el arte de materializar es igual que pelar una mandarina.

Tiene mucha cáscara pero es fácil llegar a la fruta, no requiere mucho instrumental para pelarla, con tus manos lo puedes hacer.

Tú conoces lo que hay adentro, aunque cada uno de los gajos es diferente al otro y eso es parte de la belleza del proceso.

La mandarina es tu idea y cada pedazo que pelas son los ¡NO!

Estos NO que te tiene estancado, paralizado, inmóvil en una especie de limbo que crea una gran contradicción entre lo que dice tu corazón y la acción hacia el cambio.

NO puedo, NO sirvo, NO me sale, NO me alcanza, NO entiendo, NO tengo tiempo, NO me dejan, NO me creo, NO confío, NO está bien, NO les va a gustar, NO estoy seguro, NO tengo dinero, NO NO NO NO….

Cada pedacito de la cáscara es un no, puedes hasta escribir en la mandarina para hacer este ejercicio y mientras avanzas el aroma de la fruta se hace más concreto, ya la sientes en las manos, ya te llega al cerebro.

Ahora tienes tu idea materializada, cada gajo representa las partes del proyecto, simbología de tu inspiración divina.

Pon en marcha este ritual todos los días, cuando te asalten las dudas y los NO sean una voz tan grande que no te deja escuchar el resto de lo que dice tu corazón.

Echa las cáscaras a la tierra para que esta poderosa madre absorba la negatividad y regenere abundancia y gracia.

Observa amorosamente tus pensamientos limitantes y cómete esta mandarina para que tus ideas inunden tu organismo, recorran tu torrente sanguíneo y salgan a la luz del mundo.