El multiverso de la enajenación
HÍBRIDO

Como crítico de cine y música tiene más de 30 años en medios. Ha colaborado en Cine Premiere, Rolling Stone, Rock 101, Chilango, Time Out, Quién, Dónde Ir, El Heraldo de México, Reforma y Televisa. Titular del programa Lo Más por Imagen Radio. X: @carloscelis_

El multiverso de la enajenación
"Todo en todas partes al mismo tiempo", una de las películas nominadas al Oscar 2023. Foto: A24

“Usted creerá que un hombre puede volar”, esa fue la frase publicitaria que llevó al público a llenar las salas de cine en diciembre de 1978 con el estreno de Superman, que hasta la fecha es la versión más popular del personaje de DC Comics, tal vez porque aquella adaptación corrió a cargo del escritor Mario Puzo, que venía del reciente éxito de su novela (y película) El padrino, un retrato muy convincente del mundo de la mafia.

Unos meses después, el 12 de febrero de 1979, el diario The New York Times publicó una nota sobre la muerte de un niño de Brooklyn, Nueva York, de apenas cuatro años, que cayó de la ventana de un séptimo piso por tratar de volar como Superman. Ese fue el primer caso reportado en medios de comunicación de un menor de edad que perdió la vida por imitar a un superhéroe, ya que no supo la diferencia entre realidad y fantasía.

Hasta la fecha, este es un tema muy sensible para los fans del cine en general, del género fantástico en particular, de los superhéroes, los videojuegos y hasta la música. Nadie soporta que en la opinión pública se diga que las malas acciones de algunos individuos se deben a la influencia de la ficción o de alguna forma de arte. Sin embargo, esto sigue ocurriendo.

En 2001, otro niño de Nueva York cayó de un quinto piso cuando saltaba entre azoteas con sus amigos; los medios reportaron que se le escuchó decir “¡mírenme, como Superman!”. Hace apenas un mes, en India, se reportó la muerte de otro niño de 12 años que grababa un video en redes sociales imitando a Superman y que se ahorcó con la capa al saltar de una caja.

La semana pasada, la actriz Lynda Carter, famosa por interpretar a la Mujer Maravilla en la serie de 1975 y que ahora es una personalidad muy activa en Twitter, salió en defensa del actor Matthew McConaughey tras su discurso a favor del control de armas. “¿De verdad la gente no entiende la diferencia entre realidad y ficción?”, fue su reclamo cuando señalaron al actor por participar en películas que promueven la violencia y el uso de armas de fuego.

Pero los recientes tiroteos en Estados Unidos también deberían servir como respuesta a su pregunta. El caso de Uvalde, Texas, ha sido el más sonado de 2022 pero no el único, ya que hasta la primera semana de junio se habían reportado más de 250 atentados en aquel país, y de acuerdo con el sitio de Education Week que lleva un seguimiento del tema, 27 de estos sucedieron en escuelas. Suficiente razón para al menos reconocer que los jóvenes son influenciables y que pueden ser manipulados por terceros.

Hoy, la industria de los videojuegos ya es más poderosa que Hollywood y que la música juntos, y según información de Nasdaq se espera que tenga un valor de 200 billones de dólares en los próximos años. Por eso, no extraña que el cine se quiera parecer cada vez más a los videojuegos, pues el atractivo de estos es que prometen a sus usuarios la posibilidad de acceder a mundos virtuales, distintas realidades y convertirse en diferentes personas.

Películas como Todo en todas partes al mismo tiempoDoctor Strange en el Multiverso de la Locura y Spider Man: No Way Home imitan a estos videojuegos y están introduciendo el concepto de “multiverso” a la cultura popular, algo que el diccionario de Oxford explica como “una colección de universos que según teorías especulativas podría existir”, pero que la Real Academia Española aún no aborda directamente aunque lo haya ligado al concepto de “metaverso”, que se refiere a “mundos virtuales o alternativos”.

La posibilidad de cruzar hacia otras dimensiones o que el pasado, el presente y el futuro converjan al mismo tiempo son ideas muy exploradas dentro de los videojuegos pero tampoco son nada nuevo, es pura metafísica. La fascinación que estos temas despiertan en el consumidor se debe a que hablan sobre expandir nuestra conciencia. Fue la razón del éxito de películas como Matrix y series como Lost y The O.A. Es lo que le dio prestigio a pioneros como el director David Lynch con Twin Peaks, o el escritor Charlie Kaufman con historias como Eternal Sunshine of the Spotless Mind y Being John Malkovich.

Estamos ante el previsible regreso a la corriente de la metafísica, justo en otro momento histórico lleno de angustia cuando la gente tiene más preguntas que respuestas y está dispuesta a escuchar cualquier explicación. Pero esta rama de la filosofía, sin peso científico, ha probado ser terreno fértil para charlatanes, superchería y enajenación. Hollywood lo sabe y ahora nos satura con series que sugieren que la mente es una prisión como SeveranceHomecoming y Maniac, y que nos urgen a escapar a otras realidades como Russian DollWandaVisionShining Girls y películas como Three Thousand Years of Longing.

Lo que es muy cierto es que hoy existen personas que quieren creer que es posible comunicarse en el lenguaje de los extraterrestres, aunque también son los primeros en negar cualquier información que les incomoda y acusarla de teoría de conspiración. Creemos en lo que nos conviene creer. Y así como en algún momento ponderamos los viajes en el tiempo como una posibilidad fascinante, ahora las películas que tratan sobre el multiverso nos permiten fantasear con lo imposible, siempre que nuestras convicciones no se vean amenazadas.

Regresando a la pregunta de Lynda Carter, ¿de verdad la gente no entiende la diferencia entre realidad y ficción? Yo diría que en un momento como éste es más complejo, pero también hay que dejar de pensar en las películas y los videojuegos como algo inofensivo. Esta semana, más de 200 actores, escritores, directores y productores de Hollywood firmaron una carta abierta bajo el lema de #ShowYourSafety donde se comprometieron a representar la violencia armada de manera más responsable en la pantalla.

Es muy claro que, si fuera algo viable, más gente preferiría creer en cosas tan fantásticas como la posibilidad de volar, abrir puertas dimensionales, la existencia de vida en otros planetas y un futuro en el que la inteligencia artificial cobra conciencia, antes que aceptar la dura realidad de un mundo rebasado por la precariedad, la violencia y la desigualdad social.

BREVES

El 17 de junio estrena en Netflix Spiderhead, una historia de acción y suspenso del director de Top Gun: Maverick, con Chris Hemsworth y Miles Teller.

En la misma plataforma, Jennifer Lopez está de vuelta desde el 14 de junio con Halftime, un documental sobre su carrera como artista.

A punto de celebrarse la Marcha del Orgullo, continúan en la Ciudad de México las actividades culturales en torno a la comunidad LGBT+, con funciones del Festival Mix desde el 6 de junio y hasta el 1 de julio en sedes como la Cineteca y el Cinematógrafo del Chopo. Checa su programación aquí.

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