Día de la abogada y el abogado: los retos de la profesión
Perístasis

Jefe de la División de Educación Continua de la Facultad de Derecho de la UNAM, socio de la firma Zeind & Zeind y miembro del Sistema Nacional de Investigadores.

X: @antoniozeind

Día de la abogada y el abogado: los retos de la profesión
Foto: Pixabay

Tuve la oportunidad de acudir el martes pasado a un conversatorio llamado ¿Qué significa ser abogado en México?, organizado por la Barra Mexicana, Colegio de Abogados A.C. Esto a propósito de la celebración que el 12 de julio se realiza por ser el Día de la abogada y el abogado.

Fue un gusto compartir esta mesa, como abogado y como barrista, con la Dra. Joyce Sadka, jefa del Departamento de Derecho del Instituto Tecnológico Autónomo de México; con la Mtra. Maribel Concepción Méndez de Lara, magistrada presidenta del Tribunal Superior Agrario; con el Dr. Ricardo Antonio Silva Díaz, rector de la Escuela Libre de Derecho; y con el Dr. Roberto Lara Chagoyán, director nacional del Programa de Derecho en el Tec de Monterrey. La presentación del conversatorio corrió a cargo de la Mtra. Claudia de Buen Unna, presidenta de la Barra, y la moderación de la misma fue realizada por el Lic. Gustavo Santillana Meneses, miembro del Consejo Directivo.

Cada uno de los ponentes nos encargamos de poner sobre la mesa algunas consideraciones que, a nuestro criterio, han incrementado la complejidad en el ejercicio de la abogacía en nuestro país al menos desde tres perspectivas: la académica, la de la función pública y la de la práctica privada.  

Ahí se dejó claro que uno de los principales problemas que aquejan a nuestro gremio es su falta de unidad, así como también las distintas calidades existentes en la prestación de los servicios de las abogadas y de los abogados en México.

De igual manera se habló de la falta de disciplina para la actualización de conocimientos por parte de quienes ejercemos la profesión, además de la autocrítica de la que nuestro gremio ha carecido en diversos momentos, siendo uno de los orígenes de los cuestionamientos que hemos recibido por parte de la sociedad y, recientemente y de manera cuestionable y rebatible, por parte del poder mismo.

Entre algunas de las cosas que sostuve fue la necesidad de replantear el papel de la abogacía como ya se ha hecho desde nuestra Facultad de Derecho, en donde con el liderazgo de nuestro director, el Dr. Raúl Contreras Bustamante, se cuenta desde hace tres años con un plan de estudios novedoso que, entre otras cosas, da una importancia inédita a los mecanismos alternativos de solución de conflictos como formas de resolver las controversias suscitadas en la sociedad sin llegar a un tribunal y con la posibilidad de que las partes mantengan una relación y el tejido social no se siga destruyendo.

También subrayé la necesidad de que las políticas con perspectiva de género vayan más allá de limitarnos a propugnar por el acceso efectivo de las mujeres a las aulas universitarias o a cargos importantes en los sectores público y privado, precisándose dar seguimiento de su destacada labor y buscando promover su participación efectiva en la toma de decisiones y en la generación de conocimiento jurídico. Además de ello, resulta imprescindible impulsar a las y los estudiantes de derecho brindándoles las oportunidades que deben tener, a la par de un incremento en el nivel de exigencia en aras de que la unidad y disciplina que hoy se identifican como áreas de oportunidad, en lo inmediato se conviertan en realidades que hagan de las abogadas y de los abogados los agentes de cambio que la sociedad reclama legítimamente.

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