Guacamaya: la conexión México-Chile
Memorial

Periodista que intenta entender desde la complejidad. Conduce el noticiero Tendencias ADN40 a las 17:30 horas en la señal digital de este canal. Ha publicado reportajes de investigación en El Universal, BuzzFeed News, Aristegui Noticias, Emeequis y Radio Centro. Twitter: @maumondeo

Guacamaya: la conexión México-Chile
Foto: Pixabay

Como una de las mayores ironías de estas semanas, algunos de los correos hackeados por Guacamaya a las fuerzas militares chilenas dan cuenta de solicitudes del Ministerio de la Defensa Nacional de ese país para visitar el Centro de Ciberseguridad de la Secretaría de la Defensa Nacional de México. 

Un documento fechado el 21 de marzo de 2017 dice: “Cabe señalar que esta visita profesional tendrá como propósito principal lograr iniciar programas de colaboración en ciberdefensa en las áreas de formación, ejercicios, intercambio de información en estas materias”. 

Otro más fechado en 2020 describe un memorándum de cooperación entre ambas instituciones: “Se establecen diversas modalidades de cooperación, entre las cuales se encuentran las visitas de autoridades, intercambios académicos, asistencia a instancias de actualización y capacitación, así como otras medidas que se definan de común acuerdo y que digan relación con la ciberdefensa”.

Pero la realidad ha rebasado a los ejércitos de ambos países y hoy se encuentran vulnerados por el grupo de hacktivistas Guacamaya, que ha dejado ver las deficiencias en materia de seguridad digital de dos de las instituciones castrenses más fuertes de América Latina: una que acumuló miles de privilegios durante la dictadura pinochetista y otra que –pese a los múltiples señalamientos por violaciones a los derechos humanos– administra la seguridad pública, los puertos, construye aeropuertos y trenes, entre otros proyectos que le aseguran grandes dividendos en el futuro.

Y aunque preocupa esta filtración masiva de información militar, también permite ver los intereses del ejército chileno sobre México. Se observa, por ejemplo, que la Defensa de Chile pone especial atención a la guerra contra el narcotráfico en nuestro país y constantemente genera reportes sobre hechos relacionados con organizaciones como el Cártel de Sinaloa, el de Santa Rosa de Lima y el de Jalisco Nueva Generación.

También hace análisis sobre la situación política en sus fronteras, donde a Argentina lo han colocado como un país con una estimación de riesgo media “que representa un 46% de probabilidades de que se produzcan alteraciones a la seguridad nacional y al normal desarrollo de las relaciones diplomáticas bilaterales, a razón de exhibir un escenario anormal”.

En un informe del Estado Mayor Conjunto fechado en marzo de 2022 (antes del atentado contra la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner), la Defensa chilena aseguraba que Alberto Fernández vivía uno de los mejores momentos en su gestión política como presidente de Argentina. Y en ese mismo informe los militares chilenos mencionan al presidente Andrés Manuel López Obrador.

“El presidente de Argentina, Alberto Fernández, propuso al presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, crear junto a un eventual gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva en Brasil, un eje contra la inequidad social. Tal afirmación se une a otras acciones del presidente argentino, apoyando a Lula como eventual próximo candidato presidencial, generando molestias en el gobierno de Bolsonaro”, dice el documento.

Más allá de la ironía de un ejército chileno hackeado pidiendo asesoría en ciberseguridad a un ejército mexicano hackeado y de los otros intereses en materia de seguridad que aquí enlistamos, no parece haber nada misterioso en el intercambio de información entre las Fuerzas armadas de ambos países, como tampoco lo parece haber en los correos dados a conocer por Latinus.

Sin embargo, Guacamaya ha comenzado a dar claves de acceso a varios periodistas mexicanos y en los próximos días podríamos ver algo de mayor interés público perdido en los 6 terabytes de información hackeada.

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