La destrucción de la democracia

Lo que debió aprobarse el día de ayer en el Senado mexicano, es una reforma que garantice la libertad de expresión, que prohíba la intromisión del gobierno en los procesos electorales, que fortalezca al árbitro electoral y a las autoridades jurisdiccionales, que garantice la equidad en la contienda y que quien no tenga la preferencia ciudadana se vaya, que se respete la autonomía del INE y éste cuente con las herramientas suficientes para organizar las elecciones.

Hacer una legislación distinta a estos, es traicionar a México y traicionar a nuestra democracia. 

Lamentablemente lo que hizo Morena y sus partidos aliados el día de ayer, fue vergonzoso, ya que le quitaron a los mexicanos la certeza sobre los procesos electorales y utilizarán el sufragio como fichas de intercambio con sus partidos satélites.

En lugar de una legislación que cumpla con los más altos estándares de democracia, los legisladores del presidente aprobaron censurar a los candidatos y a los partidos para que no hablen mal del gobierno. Quieren seguir violando las leyes electorales y legalizar la campaña ilegal de Claudia Sheinbaum, por lo que avalaron que el gobierno emita propaganda gubernamental con fines electorales y se involucren en el proceso electoral.

Aprobaron mermar la capacidad operativa del INE para que organice las elecciones. Además el 84% de la plantilla laboral del servicio profesional electoral perderá su fuente de empleo. Debilitan al Consejero Presidente al quitarle sus brazos operativos como la Junta General Ejecutiva y el Secretariado Ejecutivo. Limitan la autonomía constitucional del INE al sujetar la impresión de la papelería electoral a la asistencia de la Secretaría de Educación Pública. Incluso, dinamitan su autonomía presupuestaria al subordinarlo al gobierno en turno.

Por si lo anterior no fuera poco, limitan las facultades de los Organismos Públicos Locales y eliminan las Juntas Distritales y Locales, creando órganos auxiliares que no están reconocidos en la Constitución.

Además, le quitan armas a la autoridad jurisdiccional para sancionar las faltas electorales, lo que genera impunidad y un piso disparejo. Y para colmo de males, pretenden ilegalmente mantener su mayoría artificial, transfiriéndoles votos y presupuesto a sus partidos aliados. Eso, sin que el pueblo de México haya votado por ellos.

Esta reforma no fue consultada con los especialistas, tampoco con los pueblos y comunidades indígenas y mucho menos hicieron la consulta estrecha con las personas con discapacidad como lo marcan los instrumentos internacionales de los que México es parte.

La mayoría que tiene Morena en el Congreso de la Unión no ha emitido una sola legislación en beneficio de los mexicanos, sólo ha destruido nuestras instituciones y hoy, destruirá nuestra democracia.