AMLO, el populista

Esta semana, México fue sede de la Cumbre de Líderes de América del Norte, a la cual acudieron los mandatarios Joe Biden de Estados Unidos de Norteamérica y Justin Trudeau de Canadá.

El objetivo de celebrar esta cumbre de líderes de la región de América del Norte es que las tres naciones puedan elaborar una agenda de prioridades comunes y definir acciones específicas, con miras a identificar problemas y encontrar soluciones conjuntas. Además, abona al fortalecimiento de las relaciones económicas y comerciales y se definen rutas específicas para cumplir con estos compromisos.

Sin duda, esta cumbre es de suma importancia para la región, sobre todo cuando en México las empresas no tienen certeza sobre sus inversiones o cuando predomina la inseguridad y los abrazos a los grupos delincuenciales, o cuando se insiste -a capricho del primer mandatario- en invertir en energías fósiles, sucias y que significan un retroceso en el combate al cambio climático.

El eje rector de esta cumbre es hacer de América del Norte la región más competitiva del mundo y esa ha sido la dinámica desde el 2005, año en que se realizó por primera vez en Waco, Texas. A la fecha, se han realizado 10 cumbres, de las cuales cuatro han sido en México, cuatro en Estados Unidos y dos en Canadá.

Las tres naciones tienen agendas específicas. Por ejemplo, el presidente de Estados Unidos de Norteamérica, Joe Biden, abordó la política migratoria; el establecimiento de una cooperación trilateral en temas como comercio, movilidad laboral, seguridad, educación, cultura; así como el seguimiento al Plan Sonora, ya presentado durante la COP27 en Egipto, para la transición hacia la electromovilidad con la producción de vehículos eléctricos y el combate al cambio climático.

Por su parte, el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, estableció como eje de su agenda la implementación de una estrategia entre los gobiernos en favor de los pueblos indígenas y comunidades históricamente marginadas, así como la promoción e inversión del trabajo conjunto en el hemisferio e identificar áreas de colaboración que enriquezcan la relación estratégica. Igualmente, fue muy enfático en la importancia de que la región dé cumplimiento al Acuerdo de París sobre el cambio climático y se reduzcan las emisiones contaminantes.

En cuanto a México, se enfocó en la necesidad de delinear acciones para reducir la pobreza y desigualdad en América Latina debido a la pandemia por el Covid-19, así como la creación de una alianza con todos los pueblos de las Américas. Incluso, sugirió cambiarle el nombre al continente americano.

Mientras las otras naciones se comprometen al desarrollo, a la sostenibilidad, a la competitividad, el presidente Andrés Manuel López Obrador insiste en ser sólo un populista y llevar a México al retroceso. Ojalá que el primer mandatario mexicano tenga altura de miras y cumpla con los compromisos adquiridos en la X Cumbre de Líderes de América del Norte. A México le urge seguridad y prosperidad.