MC reservaría su candidatura a Marcelo en 2024
Libertad bajo palabra

Periodista y abogado con más de 35 años de trayectoria. Reportero, comentarista y consultor experto en temas jurídicos. Premio Nacional de Periodismo José Pagés Llergo 2011. Especialista en el Poder Judicial de la Federación y analista político.

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MC reservaría su candidatura a Marcelo en 2024
'Se ve lejana la posibilidad de Ebrard Casaubón en la boleta presidencial por Morena, pero se acerca a un eventual premio de consolación en Movimiento Ciudadano'. Foto: Marcelo Ebrard/Facebook.

Falta poco para bajar las cartas respecto a los nombres que aparecerán en la boleta presidencial de 2024. Con toda la fuerza del Estado, el presupuesto a disposición, los programas sociales dirigidos a las bases morenistas y Andrés Manuel López Obrador instalado en campaña permanente, la posibilidad del maximato versión siglo XXI está en el horizonte.

Cada vez se percibe más complicado que el único personaje coherente y menos radical gane la batalla de las corcholatas. Marcelo Ebrard, el mejor hombre del gabinete, se ha distinguido por sacar las papas del fuego en todas las ocasiones en que ha sido requerido para temas que incluso no le corresponde resolver. Se ha disciplinado en torno al Presidente de la República a pesar de diversos desplantes y fuego amigo de sus rivales internos.  

Claudia Sheinbaum guarda las apariencias de una buena relación con el canciller, sin embargo en los sótanos de su equipo de trabajo hay una maquinaria que sólo enfoca su energía en lanzar torpedos contra Marcelo. Todo tema en el que Ebrard luzca o sea protagonista es causa de malestar entre los operadores de la jefa de gobierno de la capital; eso sin tomar en cuenta que le ha ido mal con el metro, la inseguridad, la contaminación, el ambulantaje, la impunidad, la gentrificación, el uso del suelo, la movilidad, las marchas feministas y hasta con el ahuehuete muerto en lo que fue la glorieta de la palma.

A pesar de la intensa precampaña propagandística para inflar su perfil con dinero público, la imagen de Sheinbaum no levanta y además enfrenta el creciente malestar de la clase media no acarreada que ha tomado las calles de la Ciudad de México para mostrar su capacidad orgánica en defensa del Instituto Nacional Electoral. Los resultados de la pasada elección intermedia también la zarandearon. 

La operación política de Adán Augusto López con sus formas brutales para descalificar a los antagonistas del gobierno y acentuar la polarización que tanto domina su jefe, lo convierte en puntero en la disputa de la candidatura presidencial. Desde la Secretaría de Gobernación se ha desaprovechado la oportunidad para mediar con inteligencia entre los radicales.

Adán Augusto ha repudiado soluciones de diálogo constructivo y “negocia” amenazando, se ha envuelto en la bandera de los talibanes del régimen para complacer a quien decidirá la candidatura. Es uno de los funcionarios con mayor confianza en el primer círculo del poder, comparte pasado priista y perredista con su jefe que también es tabasqueño. Su grado de influencia es notorio, su hermana Rosalinda López Hernández es Administradora General de Auditoría Fiscal Federal del SAT y está casada con Rutilio Escandón, gobernador de Chiapas. 

Aunque en general las encuestas posicionan a Marcelo Ebrard con números competitivos para lograr la candidatura de Morena, quienes le conocen bien desde el inicio su carrera política y se mantienen en su ámbito personal de confianza (fuera de su equipo de colaboradores) consideran que difícilmente será favorecido por AMLO, justamente por que es un político no identificado con las tribus radicales, cuya formación implicó aprender el arte de la conciliación que no es el fuerte de la cuarta transformación. Se asoma la posibilidad de una fractura ante el dedazo disfrazado de encuesta que mostrará humo blanco a más tardar en noviembre.  

El canciller es distinto en su manera de operar, en su vida profesional y familiar, ha tenido la oportunidad de enriquecerse de experiencias distintas que lo han convertido en un hombre de mundo y reconocido en el ámbito internacional desde su posición para dirigir las relaciones exteriores del país. No está exento de lastres como el expediente de la línea 12 del metro y el autoexilio que tuvo que enfrentar durante el sexenio de Enrique Peña Nieto, así como su imagen de fifí en un gabinete que es capaz de disfrazarse para guardar las apariencias con la pobreza franciscana.  

En términos generales ejerció un buen gobierno en la Ciudad de México, mucho más eficaz que el actual dirigido por una de sus principales rivales. 

Faltan menos de 8 meses para la definición. Marcelo estará en la boleta, pero tal parece que en un partido ajeno a Morena. En Movimiento Ciudadano han sido cuidadosos para propiciar las condiciones que permitan reservarle la posición y mantener la expectativa de una candidatura presidencial fuerte, no necesariamente encabezada por un emecista.

Salvo una gran sorpresa, casi cualquier perfil visible para una candidatura común entre PAN, PRI y PRD no tendría posibilidades reales de competir con éxito, desde una oposición sin liderazgos atractivos para los electores. 

Hace sentido la lectura entre líneas de los discursos y declaraciones de Dante Delgado en la postura de su partido ante las decisiones que se aproximan. Se ve lejana la posibilidad de Ebrard Casaubón en la boleta presidencial por Morena, pero se acerca a un eventual premio de consolación en Movimiento Ciudadano, saber si le alcanzaría no deja de ser una condición de realización incierta con variables de alto grado de dificultad.

La decisión del partido naranja para no postular candidaturas en las gubernaturas del Estado de México y Coahuila, pareciera favorecer a Morena para dejar la disputa entre dos, sin dividir en tercios los votos que inclinarán la balanza. El único perfil con fuerza para Movimiento Ciudadano podría ser Samuel García, sin embargo el gobernador de Nuevo León tiene un perfil muy regional, carece de experiencia y capacidades para competir con éxito en una elección de esa magnitud. Para la grande el Tik Tok no es suficiente. 

El voto de los indecisos y arrepentidos en 2024 será mayoritariamente contra Morena. En ese sector se ubicarán millones de decepcionados, inconformes, ex priistas y ex panistas que se sienten traicionados por dirigencias nefastas, incapaces de sacrificar intereses personales por el bien general de una oposición que ha perdido dos tercios del sexenio en sus diatribas. Hay millones de ciudadanos no militantes que tienen absoluta claridad para no darle ni un voto al partido del presidente.

La diferencia es que un sector importante de la sociedad ha despertado de su letargo para expresarse con capacidad orgánica ante un gobierno que se radicaliza más en su afán de preservar en el poder y embiste al árbitro autónomo para controlar las variables ante un eventual descalabro.    

No perder de vista que el factor Tesla lleva el sello de Marcelo Ebrard, fue él quien logró los acercamientos y los convencimientos cruciales para que Elon Musk, el empresario más rico del mundo sostuviera su inversión de 4,500 millones de dólares en México a pesar de los amagos de AMLO para condicionar la ubicación de la planta armadora de vehículos eléctricos.

Ningún funcionario de López Obrador tiene los alcances y capacidades de Marcelo, además estas se hacen más notorias en la época del gabinete más mediocre que se hayan visto en la historia reciente. Es sabido que entre los lodazales de la política mexicana las maniobras más elaboradas pueden encubrir siempre un cambio pactado para que nada cambie.

Si Ebrard no es el ungido por AMLO en la sucesión, tendría la alternativa de subirse a la boleta presidencial bajo el sello naranja. ¿Ustedes votarían por él? 

EDICTOS 

En pocos días ha sido notorio el cambio para bien en la Barra Mexicana Colegio de Abogados que integra a la mayoría de los mejores juristas y litigantes de nuestro país. La llegada de Víctor Oléa a la presidencia de la institución ya rinde frutos en el debate de la agenda jurídica. Un primer acierto fue pronunciarse con oportunidad para respaldar a la ministra Norma Piña, presidenta de la Suprema Corte de Justicia, que ha sido blanco de cobardes ataques arengados desde el Ejecutivo. Ante la coyuntura de definiciones en una época oscura para la prevalencia del Estado de derecho, la Barra se ha ubicado en el lado correcto de la historia.      

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