El paro de las estudiantes de la UAM sube el nivel de la revolución feminista en México
Columnista Invitada

Laura Castellanos es periodista independiente, feminista. Es autora del libro La marcha del Terremoto Feminista, Historia ilustrada del patriarcado en México, y coautora de otro titulado Mexicanas en pie de Lucha, Reportajes sobre el Estado machista y sus violencias. Crédito de la foto: Lizbeth Hernández.

El paro de las estudiantes de la UAM sube el nivel de la revolución feminista en México
Un grupo de estudiantes de planteles de la Universidad Autónoma Metropolitana se manifestaron para denunciar acoso sexual y violencia machista. EFE/Mario Guzmán

Las universitarias que tienen tomados los cinco planteles de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), en protesta por la atención institucional negligente a un caso de violación a una alumna y la erradicación de las violencias machistas, elevaron a un segundo nivel la lucha del amplio movimiento de feminismos en México. 

La toma universitaria es hoy la manifestación feminista más nutrida y organizada en el país, y su impacto trasciende a la institución. El viernes 24 de marzo el gobierno de la Ciudad de México anunció la creación de la Unidad de Investigación de Delitos Sexuales Cometidos en Agravio de Estudiantes de Educación Media Superior y Superior. 

Es una respuesta a las acciones feministas insurreccionales de la UAM, pero también a los paros y las protestas contra la violencia de género registrados en marzo en tres planteles de educación pública de nivel medio superior y la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) en la capital mexicana. 

Las paristas de la UAM lograron un hito en los 49 años de historia de la institución. Es el primer movimiento estudiantil feminista que toma los cinco campus que la conforman. Entre sus demandas está unificar y fortalecer los protocolos contra las violencias machistas, garantizar que las instancias institucionales que atienden a las víctimas tengan perspectiva de género, rigor en las sanciones contra los agresores y la creación de acciones preventivas.  

Otro hito es que 137 catedráticas feministas de la UAM firmaron una carta pública en apoyo de las manifestantes, denunciaron acosos e intimidaciones contra éstas en tanto exigieron soluciones genuinas a las autoridades. Su acompañamiento ha roto el aislamiento en el que suelen sucumbir las protestas estudiantiles. 

El paro se ha convertido en un espacio de convergencia feminista intergeneracional. Firmantes de la carta académica, como Eli Bartra o Ana Lau Jaiven, son pioneras del movimiento en México. Esta sororidad tiene genealogía. La universidad, caracterizada por su pensamiento crítico y diverso, fue la primera en el país en crear una maestría en estudios de la mujer y un doctorado en estudios feministas. 

Si bien cada plantel tiene su propio pliego petitorio, las morras, como se autodefinen las jóvenes feministas en México, hicieron un frente común para exigir el cumplimiento de todos. En conferencia de prensa denunciaron que las autoridades los atienden de forma diferenciada y advirtieron que no levantarán el paro mientras estos no sean resueltos plenamente.

Como egresada de la UAM me enorgullece que las tomas de las morras creen precedentes de organización y protesta contra las violencias machistas dentro y fuera de la institución. Veremos si las autoridades responden con simulaciones o asumen su responsabilidad de garantizar que la universidad esté libre de violencias machistas. 

Una de las consignas de las paristas resume de forma reveladora el espíritu de su lucha: “por las que estuvieron, por las que estamos y por las que vienen”.  

Esta es una columna invitada por el equipo de periodistas de La-Lista, quienes seleccionaron a un grupo de mujeres y colectivas que son inspiradoras para las integrantes. Las columnas se publicarán a lo largo del mes de marzo.

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