El PRD en defensa del Estado de Derecho

Una de las características de los Estados democráticos modernos es que garantizan no sólo el cumplimiento de la ley sino el respeto absoluto de los derechos fundamentales.

El Estado tiene una función social y política teniendo a su disposición el orden jurídico, mismo que limita su actuar.

Como sabemos, el Estado de Derecho surgió como una reacción frente a los abusos cometidos por las monarquías del Estado absoluto; tanto individuos como sectores sociales no sólo buscaron seguridad para las personas, bienes y propiedades sino además, exigieron garantías y protección efectiva para su libertad. La defensa de esa libertad, seguridad y propiedad sólo podría alcanzarse a través de la ley, de ahí la frase “gobierno de leyes, no de hombres”.

Estado de Derecho significa, fácil y literalmente, la sujeción del Estado al Derecho, por lo que la frase de López Obrador de “no me vengan con que la ley es la ley” nos deja ver su matiz autoritario.

Son ya varias las acciones que el inquilino de Palacio ha llevado a cabo, desde que comenzó su gobierno, que muestran su lado dictador y su desprecio por el Estado de Derecho, las instituciones y la pluralidad. Acciones como éstas, lo demuestran:

-El ataque a la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) por sus resoluciones; una de ellas, la de mandatar el regreso de la Guardia Nacional a la esfera de lo civil, donde la Corte solo se abocó a realizar su trabajo que es hacer valer la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y, enfocándose en el artículo 21, se establece expresamente que dicha corporación será un ente civil y que su adscripción, así como la determinación de sus acciones, planes y programas corresponderían a la Secretaría del ramo de la Seguridad Pública.

-Desde su envergadura como titular del Ejecutivo y con recursos públicos, en medio de un proceso electoral en los estados de Coahuila y Estado de México, ha hecho una serie de llamados al voto por su partido, hace campaña, utiliza la mañanera para decir que “espera con toda su alma que por voluntad del pueblo se integre una mayoría calificada en el legislativo vinculados a su cuarta transformación”, violentando a todas luces la ley, la equidad y la imparcialidad.

-El ataque al Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI), órgano constitucional autónomo, garante del cumplimiento de dos derechos fundamentales: el acceso a la información pública y el de protección de datos personales. Y el inquilino de Palacio solo se atreve a decir que “no sirve para nada, que es un cero a la izquierda, que no ha ayudado a combatir la corrupción sino a legitimar robos y ocultar información”.

-Reforma administrativa de 18 dependencias públicas. Sabemos que todo gobierno tiene derecho a modificar su estructura administrativa siempre y cuando se haga con una visión de Estado, alineada a su Plan Nacional de Desarrollo, pero no a la mitad de un mandato, destruyendo por destruir, sin un análisis de las consecuencias que se tendrán al extinguir, fusionar y/o integrar dependencias, pasando tijera a todo lo que este gobierno no entiende, no le interesa, no siga sus órdenes, vulnerando derechos y pisoteando instituciones.

Como vemos, en el gobierno tenemos a un autoritario, no un demócrata, ya que un demócrata se constriñe a respetar la ley. En el gobierno tenemos a un devastador de instituciones y violentador de la ley; por ello, desde el PRD les decimos a las y los ciudadanos que nuestro Estado de Derecho está en asedio, pero daremos la lucha para que no se dé ningún retroceso.