Feliz día del sobrino

La decisión de no tener hijos fue eso, una decisión consciente. Un día me puse a reflexionar y me di cuenta de que yo no sería un buen padre. Así de sencillo, no obedeció a ninguna otra circunstancia. Si abordaba la paternidad como cualquier otro proyecto en mi vida sería un perfeccionista, pero se puede ser el peor papá del mundo tratando de ser el mejor.

Yo sería el papá que impone disciplina y fija metas altísimas, que prohíbe todo, que regaña y que pone castigos. Sería el papá que se preocupa y se mortifica porque está haciendo un plan de vida desde que sus hijos nacieron. Tal cual, yo sería el papá que se avergüenza cuando algo sale mal, que se enoja, se frustra porque no le gusta ver al hijo perder. El papá que no soporta que las cosas se salgan de lo planeado y al que le cuesta trabajo adaptarse al cambio. Y todo porque quiere lo mejor para sus hijos.

Afortunadamente yo no soy esa persona, pero estoy casi seguro de que así sería si fuera papá. Y por eso me negué a ser padre, porque prefiero ser un soltero buena onda y un tipo bonachón cuando me dan la oportunidad. Pero la vida tiene un sentido del humor… ¿cómo decirlo? ¡Ah sí! Perverso. Porque la paternidad es algo que no he podido evadir del todo.

La vida es experta en aventarte lo que más miedo te da y ahora tengo siete sobrinos, sin contar a los hijos de mis mejores amigos. Por suerte, estoy rodeado de personas comprensivas que entienden que apenas y puedo con mi alma y por eso nunca me han presionado para cumplir con mis compromisos de tío, pero son pocos los que se salvan de “copaternar”: un cumpleaños por aquí, otro regalito por allá, una ayudadita con la colegiatura, un ahorro para el viaje familiar  y varios “ahí te los encargo tantito”… 

Aunque, en estricto sentido, ser tío no es copaternar. La copaternidad –o coparentalidad– es un modo de paternidad relativamente nuevo que consiste en que dos personas que no mantienen una relación de pareja llegan al acuerdo de hacerse cargo de la crianza de un menor. Es aquí donde lo mismo caben hombres y mujeres que no desean casarse ni tener una relación sentimental pero sí quieren procrear, personas incapaces de procrear y que buscan alternativas para ser padres, o incluso los que desean una familia homoparental.

Es un tema complejo, aunque cada vez más cotidiano que al unirse a otras problemáticas actuales, como la falta de un sistema de cuidados o la legislación del trabajo no remunerado en las familias o la gestación subrogada, amplía la discusión sobre lo que hoy significa ser padre y madre. En ese sentido, la figura del tío y la tía cobra una mayor relevancia, porque abre la puerta a temas como las nuevas paternidades y las paternidades diversas.

Esta semana fui a ver la película de terror Evil Dead: El despertar, y ustedes se preguntarán “¿y eso qué?”, pero tiene todo que ver. Les decía del tipo de padre que yo imagino que sería y ese es exactamente el tipo –en este caso de madre– que la película muestra: alguien que pierde el control y vocifera, que intimida y lastima, aún cuando ama a sus hijos. Claro, se trata de una historia de terror aunque también podría servir como metáfora de las paternidades violentas, pues a veces los niños necesitan protección de sus propios padres.

Esta es una madre con tres hijos que se encuentra poseída por un demonio, ¿y quién llega al rescate? ¡Adivinaron! La tía. Son situaciones que hemos visto mil veces en el cine: una madre que cae víctima de una terrible enfermedad o un padre que pierde su trabajo; tal vez ella es una madre soltera o ambos deben trabajar para sacar adelante a su familia; o quizá los niños quedaron huérfanos porque sus padres murieron en un accidente.

Pero siempre, siempre, los primeros en llegar son los tíos, aunque sea contra su voluntad. Lo acabamos de ver este año en M3GAN, otra película de terror, donde la tía no estaba preparada para hacerse cargo de su sobrina y prefirió crear una inteligencia artificial que sustituyera a los padres. En 2021 también vimos a Joaquín Phoenix en C’mon C’mon, donde interpretó a un tío que se esfuerza por estar a la altura de las expectativas de todos. O el personaje de Eva Longoria en Tell It Like a Woman (2022).

Las películas sobre padres sustitutos son tan viejas como el cine. Charles Chaplin ya había contado esta historia en el clásico The Kid (1921), donde su famoso personaje del “vagabundo” se hacía cargo de un niño abandonado. Otra película destacada es Gloria (1980), de John Cassavetes, donde la actriz Gena Rowlands interpretó a una mujer involucrada con la mafia que se vuelve guardiana de un niño huérfano.

Las historias de figuras paternas atípicas no han dejado de producirse y quizá su encanto es que nos permiten explorar la paternidad incluso sin ser padres. En años recientes hemos visto varios ejemplos, como la exitosa película indie Saint Frances (2019) o las producciones francesas Amanda (2018) y Les enfants des autres (2022), o varias propuestas de terror como la española Venus (2022). También, la premiada película Aftersun y la serie The Baby tratan sobre la dificultad de asumirse como padres.

Merecen una mención especial aquellas películas que han utilizado la figura del tío y la tía para introducir el tema de las familias homoparentales, o simplemente para hablar de la situación tan específica y sensible que es ser tíos de la comunidad LGBTIQ+. Ahí tenemos películas como la pakistaní Joyland (2022), la inglesa Blue Jean (2022) y podemos incluir Knock at the Cabin (2023), de M. Night Shyamalan.

De acuerdo con cifras del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), en la actualidad hay cerca de 153 millones de niños huérfanos en el mundo, pero la paradoja es que mientras estos niños padecen guerras, violencia, hambre y enfermedad, cada vez se vuelve más difícil el trámite de la adopción. No solamente los huérfanos padecen violencia, ya que de acuerdo con un reporte de 2022 de la Organización Mundial de la Salud (OMS), mil millones de niños entre las edades de dos y 17 fueron víctimas de abandono y de violencia física, sexual o emocional.

Mi decisión de no ser padre fue precisamente por el miedo a convertirme en un mal papá, pero esa también es una decisión polémica en un mundo donde la tasa de natalidad está a la baja. ¿Cómo culparnos? No tengo hijos, pero el mejor regalo que le puedo hacer a mis sobrinos en el Día del Niño y la Niña es protegerlos de tanta basura, ignorancia y violencia que hay en los medios de comunicación y en las redes sociales. No quiero sonar como el tío regañón, pero ese es el consejo más valioso que hoy puedo darle a papás y mamás.

Breves

Los que tuvimos la oportunidad de ver la serie This Is Going To Hurt (2022), encontramos coincidencias en Dead Ringers, que apenas estrenó en la plataforma de Prime Video. Sin embargo, esta nueva versión de la novela Twins de Bari Wood (que también fue adaptada por David Cronenberg en 1988) es sumamente recomendable.

Ya sabemos que actualmente no hay mucha originalidad en los proyectos que llegan a las series y al cine, pero Love & Death (desde el 27 de abril en HBO Max) llama especialmente la atención porque apenas el año pasado se contó la misma historia en la serie Candy, disponible en Star Plus.

El esperado estreno de Peter Pan & Wendy, el nuevo live action de Disney del director David Lowery (A Ghost Story, The Green Knight) se puede ver desde el 28 de abril en Disney Plus.