Danzón Nómada, un viaje eterno
Contextos

Reportero egresado de la UNAM, formó parte de los equipos de Forbes México y La-Lista. Con experiencia en cobertura de derechos humanos, cultura y perspectiva de género. Actualmente está al frente de la Revista Danzoneros. X: @arturoordaz_

<i>Danzón Nómada</i>, un viaje eterno
El poder del ritmo, el movimiento, su historia, pasión y unión cultural se conjuntan en el viaje eterno del Danzón Nómada... Foto: Wikimedia Commmons

Durante las últimas dos semanas la Escuela Nacional de Danza Folklórica ofreció una docena de cursos de verano, entre ellos estuvo Danzón Nómada, proyecto que busca rebasar las fronteras culturales y conquistar a más personas con este bello ritmo musical.

Le pregunté a Zayra Rentería qué la motivó a hacer este proyecto y me confesó que el amor a este género musical mueve montañas.

“Cuando amas algo con tal intensidad quieres compartirlo, quieres que otros lo sientan, lo prueben, lo vibren, de la vista nace el amor… yo así me enamoré del danzón, antes danzón era sólo una palabra vacía para mí, hoy puedo decir que el danzón es mi piel”, concluyó Zayra.

Este sábado habrá una presentación de todos los grupos que recibieron un curso, donde participará el grupo de danzón. “Nómada” fue el apellido que le puso Rentería a este proyecto porque este género musical ha sido un viajero; desde su nacimiento en Cuba emprendió un viaje por Meridana, Veracruz y la capital de este país. Incluso pisó tierras europeas cuando Felipe Urbán y su danzonera se presentaron en varios teatros de Francia.

El objetivo es que cada persona haga suyo el danzón y se lo lleve consigo, que continúe su viaje interminable.

“Pretende rebasar barreras de edad y género, roles. El legado de mis maestros y que heredaron de sus maestros. Reconoce todas las formas que existen y dan identidad y vida”.

Zayra Rentería
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Viaje eterno con el Danzón Nómada. Foto: Wikipedia Commons

El grupo fue muy ecléctico, los 18 alumnos iban desde los 20 años hasta los 60, había desde estudiantes y profesores de folclore, hasta jubilados. La identidad, así como el valor histórico y social fueron algunos de los aprendizajes más imperantes según los estudiantes y la instructora.

Ahí radica la importancia del curso y de brindarle este espacio para hablar de ello, como la academia Nacional de Danza le brinda el espacio a este ritmo que forjó parte de la identidad del entonces Distrito Federal y de varios estados de la república. Tan sólo basta mencionar que uno de los danzones más famosos del mundo nació en Zaachila, Oaxaca.

Hay que promover este tipo de espacios dentro de la academia y en el espacio público. La lucha por democratizar el danzón es una iniciativa que todo enamorado de este género musical sigue, el compartir con todos este embrujo tan maravilloso que puede cambiar vidas.

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