Sin lugar para los héroes
Zona de silencio

Periodista especializado en crimen organizado y seguridad pública. Ganador del Premio Periodismo Judicial y el Premio Género y Justicia. Guionista del documental "Una Jauría Llamada Ernesto" y convencido de que la paz de las calles se consigue pacificando las prisiones.

X: @oscarbalmen

Sin lugar para los héroes

Al policía estatal Francisco Martínez lo mataron cobardemente. Hizo una pausa en el viaje de vacaciones para refrescarse en una tienda en Zapotitlán Palmas cuando por la espalda, desarmado en su día de descanso, dos hombres le dispararon perforándole el pulmón derecho. Su esposa e hijos, esperando aguas frescas, observaron el homicidio a través de las ventanillas de la camioneta familiar Nissan X-Trail. Nada pudieron hacer para salvarlo, aunque una ambulancia los alcanzó con paramédicos. El calendario apenas se situaba en marzo y Francisco fue el tercer policía asesinado del 2023 en Oaxaca.

Familias y niños que jugaban por la tarde del 22 de agosto en el parque La Encantada, en la capital de Zacatecas, vieron el cuerpo de la policía estatal *** sobre las escalinatas. Un charco de sangre convocó a una movilización poco vista en la ciudad, acaso porque la víctima es la pareja sentimental del director de la policía municipal de Villa Hidalgo. Nada de qué preocuparse por ese feminicidio —dicen las autoridades— ni por el secuestro un día antes de cinco agentes municipales: es señal de que el combate al crimen va por buen camino.

Luis Ventura, 38 años, volvía a su casa desde su trabajo en la policía municipal de Ixtaczoquitlán, Veracruz, cuando dos pistoleros lo atacaron. Sus jefes quisieron sacudirse la presión del crimen ocurrido en abril argumentando supuestos nexos con criminales. Su hermano José sabe que es mentira: si recibiera dinero sucio, no habría vendido su coche por apuros económicos y sus asesinos no lo hubieran sorprendido a pie.

*** y ***, esposos y policías municipales, estaban en su casa en Tarimoro, Guanajuato, cuando a las 7 de la mañana de su día de descanso, un comando reventó la puerta. El informe pericial de marzo da cuenta que los sicarios, primero, la mataron frente él y, luego, a él lo dejaron desangrarse junto al cuerpo de ella. Los vecinos escucharon un grito: “¡Pinches policías!”.

A Guillermo Cedeño, custodio en CDMX, lo mató un hombre en el estacionamiento de un penal en Iztapalapa. A Alejandra Hernández, policía municipal, en una gasolinera en Tecate, Baja California. A Pedro ***, frente a casa de su madre en Reynosa, Tamaulipas.

El 8 de septiembre, México superó los 300 policías asesinados en lo que va de 2023. Son 1.2 homicidios al día. ¿Qué es un país que no sabe cuidar a quienes nos cuidan?

GRITO. Crece una tendencia preocupante entre quienes estudian los homicidios contra policías: el “feminicidio por relación sentimental”.

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