Las polémicas de la cuota de género

Activista, luchadora social y promotora de los derechos humanos de las mujeres, niñas, niños, personas con discapacidad, comunidades indígenas y personas LGBTQ+. Presidenta de la Asociación Civil Rosa Mexicano. @catymonreal_

Las polémicas de la cuota de género

Esta semana ha sido interesante para la cuota de género. El INE ha tenido problemas para aprobar el proyecto que establecería que 5 de las 9 candidaturas para Gubernaturas en 2024 serían para mujeres.  Tal situación ha sido ampliamente comentada por el impacto que tendrá entre todos y todas las aspirantes. Lo que ha tenido menos discusión y análisis han sido los comentarios del consejero del INE, Uuc-kib Espadas Ancona, para justificar su voto en contra del proyecto.

El tema de la cuota de género siempre ha sido polémico, y las críticas que hace Espadas Ancona reflejan ideas viejas y añejas. Debemos recordar que uno de los grandes logros de la democracia mexicana ha sido la consolidación del principio de paridad en todo a nivel constitucional. Esta aprobación de hecho ha sido la que ha generado muchas discusiones respecto a cómo debería implementarse y qué implica la paridad en todo, sobre todo cuando hablamos de cargos como gubernaturas. No hay que olvidar que la cuota de género en México empezó a legislarse y regularse en las candidaturas al legislativo. Candidaturas que se hacen con figuras como suplentes, y con números pares. No es así con las gubernaturas, por lo que mucha gente ha mencionado que la paridad no aplicaría, en ese caso, “por no ser democrática”.

La idea que esboza Uuc-kib Espadas malinterpreta el punto principal de la cuota de género: la apertura y nivelación de oportunidades a mujeres que no han podido acceder a esos puestos por problemas estructurales como, por ejemplo, triples roles, estereotipos, falta de recursos y todo el entramado del patriarcado. Al contrario, él centra su argumento en que es antidemocrático decir que “las mujeres no se sienten representadas por los hombres”. Es engañoso, porque decir que tan representados o no nos sentimos por nuestras y nuestros legisladores es otro asunto. Peras y manzanas.

También confunde, porque como yo y muchas otras feministas hemos dicho repetidas veces, los hombres pueden -y deben- acompañar a las mujeres y sus causas. Existen grandes aliados que han utilizado sus posiciones de poder para ir desmantelando estas estructuras de poder. Por ejemplo, Felipe Carrillo Puerto fue un claro impulsor de Elvia Carrillo Puerto, y, por lo tanto, una piedra angular para el sufragismo yucateco.  Es factible y justo pensar que existen hombres que están muy comprometidos con la causa de las mujeres, y que son dignos representantes de estas.  Pero la cuota no se hace por esto, se hace de nuevo, para abrir espacios a los que no se acceden sin acciones contra la desigualdad.

La cuota de género en un inicio se articuló como una “acción afirmativa”. De acuerdo con la Ley Federal para Prevenir y Eliminar la Discriminación en su artículo 15 Septimus y Octavus, las cuotas de género se definen como “medidas especiales, específicas y de carácter temporal”. La temporalidad implicaba que en cuanto se lograra una igualdad sustantiva y real, no sería necesario tener una cuota, porque naturalmente estaríamos en situación de igualdad para competir. Es decir, sin acción gubernamental estaríamos en distribuciones paritarias, no que ya no necesitaríamos tener mujeres en las candidaturas.

Hay muchas críticas alrededor de la cuota de género, críticas que se discutieron y analizaron previo a la paridad en todo, y a este ciclo electoral. Es válido demandar que todas y todos los candidatos tengan una agenda por la igualdad, que la violencia de género sea un impedimento para no ser elegible a una candidatura. Incluso en múltiples ocasiones he hecho un llamado a que todas y todos tengamos claro que el feminismo y la igualdad no son modas, ni ideas a tachar en una candidatura, sino compromisos reales y concretos. México no puede darse el lujo de no luchar contra la desigualdad.

Pero lo que ya no es válido es volver a temas resueltos, diciendo que la cuota tiene raíces “antidemocráticas”. Hemos avanzado mucho. Nuestro país es el quinto país con mayor paridad en el legislativo. Hemos roto los techos de cristal y ahora tenemos más de 2 mujeres gobernando sus estados, al mismo tiempo. Tendremos presidenta en 2024. No hay marcha atrás en la igualdad.

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