Morelia, contra viento y marea

Sacar adelante proyectos culturales en México es de por sí difícil, pero más cuando son de gran magnitud como un festival de cine de talla internacional y aún más cuando éste se ha realizado cada año por los últimos 21 años, como es el caso de la reciente edición del Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM).

Y falta agregar lo que ha estado en boca de todos desde hace 5 años: los recortes presupuestales a cultura y la extinción de diversos fideicomisos, lo que ha complicado todavía más la labor de aquellos que se dedican a diversas ramas del arte y a la organización de eventos culturales. Ya se ha dicho mucho sobre la falta de apoyos para los realizadores de cine y para la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas, pero tal situación también alcanza a los productores de festivales.

Apenas hace un mes, los organizadores detrás del Festival Internacional de Cine de Los Cabos anunciaron que su evento, programado para el mes de noviembre, fue cancelado por no contar con los apoyos económicos que tuvo en ediciones anteriores. Casi inmediatamente, la Secretaría de Cultura del Gobierno de México a través del Instituto Mexicano de Cinematografía (Imcine) emitió un comunicado para aclarar que el apoyo federal continúa para dicho evento. Sin embargo, esta edición no se realizará.

Es en este contexto que cobra mayor relevancia el esfuerzo que personas como Daniela Michel, directora general, Alejandro Ramírez, presidente del festival y director de la cadena Cinépolis, de la mano del gobierno del estado de Michoacán, ponen cada año para colocar a México en el panorama internacional y traer a nuestro país lo mejor de la cinematografía que ha dado la vuelta al circuito de festivales y ganado los premios más destacados. Donde otros han zozobrado, su empresa sigue adelante contra viento y marea, y si el título de esta columna ya les parecía cursi déjenme decirles que es intencional.

Además de presentar lo más reciente de la cinematografía nacional y diversos títulos en competencia, también estrenaron películas como Poor Things de Yorgos Lantimos, Priscilla de Sofia Coppola, Killers of the Flower Moon de Martin Scorsese, The Zone of Interest de Jonathan Glazer, May December de Todd Haynes o Anatomía de una caída de Justine Triet, entre muchas otras.

Pero, así como esta edición nos trajo algunos de los estrenos más esperados de 2023, también se ha tratado de una programación cargada de propuestas lacrimógenas. La cartelera del FICM parece diseñada para acompañar cada función con un paquete de pañuelos desechables y llorar a gusto. “Morelia, contra viento y marea” es como una telenovela de una semana que, en cada capítulo o, mejor dicho, en cada función, le ha sacado lágrimas a más de uno.

Porque si no lo logra con una película como la canadiense Richelieu, el drama laboral de este año, entonces lo hará con la argentina Conversaciones sobre el odio, donde Cecilia Roth logra una de las villanas más entrañables que yo he visto en pantalla y de paso da una cátedra en actuación. Así como Radical ha puesto a llorar al público durante sus funciones especiales, hay otra película mexicana sobre niños que tendrá el mismo efecto cuando estrene comercialmente: Valentina o la serenidad, de la directora Ángeles Cruz.

Sorprende, por ejemplo, que renombrados directores mexicanos como Amat Escalante (Perdidos en la noche) o Carlos Carrera (Confesiones) presentaran películas donde recurren a géneros tradicionales como el suspenso y a elencos de actores más bien reconocidos por su trabajo en televisión, como Bárbara Mori y Claudia Ramírez.

Otras películas que generaron expectativas pero que adolecen del mismo vicio melodramático son Latido, el regreso de Marina de Tavira a la pantalla grande, Los delincuentes, la película que representará a Argentina en el Oscar, y Pet Shop Days, una ópera prima de Olmo Schnabel (hijo del artista plástico y también director Julian Schnabel) que parece un híbrido entre la serie juvenil Élite y una película de los Safdie Brothers.

Y hablando de “élites” (en el mejor sentido de la palabra), las celebridades no faltaron en la alfombra roja del FICM, como la guapa Ester Expósito, famosa precisamente en nuestro país por dicha serie española. Aunque la visita más anunciada, sin duda, es la de Jodie Foster, para presentar una retrospectiva de sus películas, impartir una masterclass y recibir un par de reconocimientos. Pero también llegaron famosos como Jessica Chastain, Eva Longoria, Willem Dafoe, Eugenio Derbez, Bárbara Mori y el cinefotógrafo Rodrigo Prieto, entre otros.

Algunos de los asistentes tuvimos charlas de café donde nos preguntamos sobre un posible “efecto Netflix”, donde las propuestas de muchos de los realizadores que participaron en esta edición parecen emular -consciente o inconscientemente- el estilo de las producciones a las que el público ya se acostumbró en las plataformas de streaming. Algo así podría estar sucediendo si acaso los productores tienen la intención de colocar/vender sus películas más fácilmente a estas plataformas, o solamente porque intentan atraer a nuevos públicos hacia las salas de cine. Eso, o el pulso de la sociedad contemporánea hoy tiende hacia el melodrama.

BREVES

Algunos de los estrenos de Morelia ya se pueden ver en salas de cine, entre otros, Killers of the Flower Moon, Los delincuentes y Dumb Money (El poder de los centavos). En cartelera este fin de semana.

Netflix tendrá dos estrenos muy atractivos este 27 de octubre. Por un lado Pain Hustlers, otra historia alrededor de la crisis de los opioides en Estados Unidos (Netflix lleva por lo menos tres este año). Y para los que quieren algo más terrorífico en este Halloween, llega lo nuevo del director español Paco Plaza, Hermana muerte.

Cine Tonalá tiene funciones especiales de The Killer desde el 26 de octubre, la nueva película de David Fincher protagonizada por Michael Fassbender que llegará a Netflix el 10 de noviembre.