Depresión decembrina: no para todos son buenas fechas
Contextos

Reportero egresado de la UNAM, formó parte de los equipos de Forbes México y La-Lista. Con experiencia en cobertura de derechos humanos, cultura y perspectiva de género. Actualmente está al frente de la Revista Danzoneros. X: @arturoordaz_

Depresión decembrina: no para todos son buenas fechas
Foto: Quin Stevenson/Unsplash

Cuando algunas personas me decían que no les gustaba diciembre no les entendía, si para mí era lo mejor. Después comprendí que el contexto para todos es diferente, hay quienes ven el fin de año como un corte de caja para revisar lo que han logrado, o en su caso, para que su familia les recuerde lo que no ha podido hacer. Hay otros que la pasan mal por las ausencias. Incluso mi madre me preguntó “¿no tienes nostalgia?”. Me quedé pensando y logré ver en sus ojos que ella sí lo sentía, ahí fue cuando comprendí que este diciembre era muy diferente a los anteriores. 

Desde niño amo diciembre, para mi esta época del año esta llena de muy buenos recuerdos: es mi cumpleaños, hay fiestas, regalos, ponche, bazares nocturnos y mucho cariño. Las fiestas decembrinas fueron cambiando conforme fui creciendo: las reuniones familiares se fueron consumiendo, hay personas que ya no están y ahora me tocó sufrir la presión económica de pasar estas fechas. 

A este fenómeno hay especialistas que le llaman “depresión blanca”; según profesora de la Facultad de Psicología de la UNAM, Patricia Bermúdez, esta época está marcada por el estrés, la desmotivación de no tener una estabilidad económica o una desestabilización por problemas no resueltos en la vida personal. Y es verdad, el Consejo Ciudadano para Protección y Justicia de la CDMX indicó sobre un amento del 20% en las llamadas de apoyo psicológico por problemas financieros durante la época navideña. 

Si bien es cierto que, independientemente de las creencias religiosas, esta época es un gran pretexto para compartir y pasarla bien con los que más quieres; también es una gran presión social por contar con un importante respaldo económico y afectivo. “El que se la pase mal, pierde”. Aunque todos, o una gran parte, estamos en esa encrucijada, no dejamos de participar y alimentar ese juego. 

Así como en este mismo espacio hemos puesto en tela de juicio los roles de género y las arcaicas reglas patriarcales, también es momento de poner sobre la tabla las normas sociales que nos dictan cómo debemos pasar esta época del año. Lo más importante es el bienestar individual para poder compartirlo con los demás; se puede sortear esta ola a las propias posibilidades y no tratar de encajar en una realidad que a lo mejor no nos acomoda. 

Se vale cenar solo en Año Nuevo y dormirse a las 10, también escaparse y pasar la noche con amigos en lugar de la familia, o incluso vivirlo como si fuera otro día más. El tiempo, los ciclos y los años son parámetros que los humanos inventaron para tener orden en su vida, aspectos intangibles que no son parte de la naturaleza y sólo nosotros entendemos; pero eso no quiere decir que nos funcionen a todos, por eso cada quien tiene ciclos individuales. Te deseo lo mejor para cualquiera que sea el nivel del proceso que estés atravesando. 

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