Don Sergio García Ramírez
Perístasis

Jefe de la División de Educación Continua de la Facultad de Derecho de la UNAM, socio de la firma Zeind & Zeind y miembro del Sistema Nacional de Investigadores.

X: @antoniozeind

Don Sergio García Ramírez

“En fin, por todo y a todos, gracias. Y, adiós”.

Sergio García Ramírez

Hombre honesto, brillante y generoso, Don Sergio García Ramírez partió esta misma semana y dejó detrás un enorme legado que simplemente lo hace un personaje insustituible no sólo para la universidad o para el derecho sino para la República.

Escribo estas líneas luego de haber escuchado durante muchos años las lecciones de uno de los más grandes maestros que han marcado una huella indeleble en el derecho, siendo además una de las personas privilegiadas que pudimos tener una convivencia constante con él, aprender de sus experiencias y ser beneficiarias de su extraordinaria generosidad, es decir, me siento muy orgulloso de haber sido distinguido con su amistad.

Sin duda, el Doctor García Ramírez es el modelo de profesional que cualquier universidad anhelaría formar: por una parte, su colosal productividad académica marcada por el rigor y la seriedad, sumada a considerarse por voces de todo tipo un servidor público excepcional, hicieron de Don Sergio un maestro en toda la extensión de la palabra, un maestro empeñado en devolverle a su alma mater todo aquello que consideró que esta le había dado. Además, eso lo hizo extensivo a todas las personas con las que impartió su cátedra en las aulas, o quizá con las personas que lo leímos o lo escuchamos y para quienes, en cualquiera de esos supuestos, fue un maestro.

Anécdotas por las cuales se puede dar fe de su calidad humana seguramente sobrarán, pues el número de ellas y la cantidad de personas que pueden contarlas también lo hacen, sin embargo, lo que yo puedo contar de Don Sergio va relacionado con que él fue una parte muy importante en grandes momentos de mi vida. 

El último de esos momentos fue cuando nos dimos cita el 2 de marzo del año pasado en el Palacio de Minería para que, en el esplendoroso marco de la Feria Internacional del Libro que se celebra año con año en ese histórico recinto universitario, se presentara el libro que tuve el honor de escribir junto con mi maestro de vida: el Doctor Raúl Contreras Bustamante. Ahí, junto con nuestra querida amiga y discípula de Don Sergio, la Doctora Julieta Morales, estuvimos intercambiando ideas sobre la autonomía universitaria, un tema del más alto interés para universitarias y universitarios y, por supuesto, un atributo defendido desde siempre y de manera ejemplar por el Doctor García Ramírez y sobre el que, en esa ocasión, dio una verdadera cátedra de la que quedó testimonio en el excepcional prólogo con el que nos distinguió al Doctor Contreras Bustamante y a mí.

Su esencia visionaria y ordenada lo llevaron a que una de sus últimas obras fuera aquella publicada en 2022 y denominada Del alba al crepúsculo. Páginas de mi vida, libro en el que realiza un recuento de muchas de las cosas que vivió y concluye con el capítulo intitulado “Pliego de anticipaciones”, mismo que definió como “una carta que entonces dirigí y ahora reitero (soy perseverante) a quien deba tomarme a su cargo cuando ya no me cuente en el mundo de los vivos”. En dicho apartado, insistió en devolverle a la Universidad Nacional Autónoma de México todo aquello que le dio, pero ahora desde otro plano y dando una nueva muestra de su ilimitada generosidad, pues ahí dispuso que su biblioteca compuesta por más de 30 mil títulos y algunos otros bienes “sean el sustento de un centro de estudios jurídicos que sirva a la Facultad de Derecho y al Instituto de Investigaciones Jurídicas, de concierto”. Sobra abundar sobre las maravillosas intenciones que tiene Don Sergio para la comunidad jurídica de nuestra universidad y de nuestro país.

Extrañaremos mucho al hombre de Estado, al constructor de instituciones, al universitario ejemplar pero, sobre todo, al buen ser humano que acaba de partir. La verdadera trascendencia.

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