Rendirle cuentas al feminismo

Activista, luchadora social y promotora de los derechos humanos de las mujeres, niñas, niños, personas con discapacidad, comunidades indígenas y personas LGBTQ+. Presidenta de la Asociación Civil Rosa Mexicano. @catymonreal_

Rendirle cuentas al feminismo
En tan sólo unos años, en cuanto a representación política femenina se refiere, hemos avanzado en formas que pocos países en el mundo han podido igualar. Foto: Alexa Herrera / La-Lista

Como activista veo a mis redes tomando diferentes acciones rumbo al 8 de marzo. La mayoría de las colectivas no se organiza sólo para marchar ese día, sino para preparar una nutrida agenda cultural, social y académica sobre temas de feminismo, género y derechos de las niñas y las mujeres. En este año 2024, no puede dejar de alegrarme que, en el ámbito público-político, el protagonismo de las mujeres se deja sentir como nunca. Por ejemplo, mi partido se ha propuesto seguir haciendo historia con una mira muy clara: “es tiempo de mujeres”.

Veamos tan solo el caso de la Ciudad de México, MORENA ha propuesto en su mayoría a mujeres como virtuales candidatas para gobernar. Somos 10 mujeres que hemos sido designadas coordinadoras de los Comités de Defensa de la Cuarta Transformación en nuestras alcaldías, correspondiente al 62%, mientras que el frente opositor decidió sólo acatar el principio de paridad en sus nominaciones.

No te pierdas: El agua tiene que ser prioridad

En tan sólo unos años, en cuanto a representación política femenina se refiere, hemos avanzado en formas que pocos países en el mundo han podido igualar. Creo esto no puede dejar de cacarearse, es un logro por el que se luchó muchísimo -y por el cual se sigue luchando-. Recuerden que apenas en 2016 muchas mujeres en Oaxaca no podían ejercer el voto debido a “usos y costumbres”.

Las mujeres seguimos teniendo retos en lo público y lo privado. Es común ver que aun dentro del feminismo existen desacuerdos ideológicos. Algunas compañeras se quejan de la existencia de un “feministómetro” donde el feminismo, más que una causa política, se vuelve un performance, para saber quién habla “por el feminismo”. El feminismo no tiene una sola líder, una sola activista. Hay múltiples agendas y causas, y cada una hace lo propio desde su trinchera. Nadie es dueña del feminismo, pero sí debemos rendirle cuentas. La verdad es que el feminismo habla por sí mismo.

En estas fechas, y dado que a través de esfuerzo y mérito he ganado las encuestas de mi partido para coordinar el Comité de Defensa de la Cuarta Transformación en la alcaldía Cuauhtémoc, se me ha preguntado constantemente por el trabajo de otras mujeres en la política, en un afán de confrontarnos. Ante esto estoy clara: Falta cambiar el chip y saber que hay espacio para todas las mujeres que quieran incidir a través de su trabajo, mérito y pasión. Los tiempos en que sólo hay espacio para una se han acabado.

El feminismo tiene muchas caras. Roxane Gay, famosa por su libro Mala feminista, habla de la presión que puede ejercer el feminismo en las mujeres que eligen autonombrarse como feministas. “¿Cómo puedes ser feminista, si te gustan los corridos tumbados?”, por adaptar uno de los ejemplos que da en su obra. Vivir una vida feminista implica autocuestionamiento constante. Darse cuenta de los privilegios ante la diversidad de retos que enfrentan las personas por su género.

Para algunas mujeres esto es complicado. Porque todas hemos sufrido violencia y discriminación, pero tenemos que aceptar que la forma en que sufrimos estas son diferentes. En mi caso, a pesar de tener 20 años trabajando en causas sociales y políticas, eso sin mencionar de contar con una maestría en género y políticas públicas, me sigo encontrando ante la eterna tilde de “ser la hija de”. Durante mi posgrado nos decían que este era un ejemplo de algo que la teoría llama “ginotopia”, la incapacidad de ver los deseos y aspiraciones propios de una mujer y supeditarlos a los intereses y deseos de un hombre.

Aun así, sé que soy enormemente privilegiada. Pude ir a la universidad, me he podido desarrollar profesionalmente. Tengo un hijo con discapacidad, y él me ha permitido conectar profundamente con otras mujeres que pasan por retos similares.

No te pierdas: Buenas noticias para los derechos de las personas con discapacidad

Hay que rendirle cuentas al feminismo, saber que no es sólo una palabra más. Es una convicción. Para mí es bastante clara: es sobre lograr que hombres y mujeres cuenten con una igualdad real, con oportunidades de desarrollarse en bienestar, con humanismo, alejada de prejuicios y estereotipos de género.

Desde mi trinchera, esa en la que llevo más de dos décadas, seguiré impulsando que todas y todos logremos una mejor calidad de vida, con más justicia social e igualdad.

Síguenos en

Google News
Flipboard