Reflexiones sobre el 8M: luchar por las que cuidan

Cada año, el 8M marca un momento de reflexión y acción en todo el mundo, cuando se conmemora el Día Internacional de las Mujeres. En este 8M es crucial centrarnos en las verdaderas luchas que enfrentan las mujeres mexicanas en la actualidad. A pesar de los avances significativos en términos de derechos y oportunidades, la brecha de género persiste en múltiples aspectos de la vida cotidiana. México tiene razones para celebrar, este año romperemos el último -y máximo- techo de cristal del país en cuanto a cargos públicos se refiere. Pero aún se tienen deudas históricas con las mujeres.

El tema de cuidados tiene que ser básico. Como lo ha probado la nobel de Economía, Claudia Goldin, las labores domésticas y el tener hijos tienen impactos económicos muy grandes contra las mujeres. De hecho, de acuerdo con el IMCO, 9 de cada 10 personas que dejan el mercado laboral para realizar cuidados son mujeres. Las mujeres somos la espina dorsal del cuidado en nuestro país.

En México se estiman que existen 58.3 millones de personas susceptibles de recibir cuidados en los hogares. Estas personas que reciben cuidados son principalmente personas con discapacidad o dependientes; bebés, niñas, niños y adolescentes y personas adultas mayores. Del total de estas personas, 64.5% recibe cuidados por parte de una persona de su hogar. De hecho, en 2022, 31.7 millones de personas de 15 años y más brindaron cuidados a integrantes de su hogar o de otros hogares. De esta población, 75.1% correspondió a mujeres y 24.9%, a hombres. El trabajo de cuidados tiene cara femenina. Incluso cuando los hombres cuidan, tienden a hacerlo por menos horas que las mujeres: ya que las mujeres, que son cuidadoras principales, dedicaron, en promedio, 38.9 horas a la semana a la labor de cuidados, mientras que los hombres solo 30.6 horas.

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Por lo tanto, enfatizar el tema de cuidados es estratégico para empezar a derribar las barreras estructurales a la participación e igualdad de la mujer en sociedad. Veo con agrado que el Plan C, de Morena, ha presentado ya importantes propuestas en la materia. Consolidar un sistema público de cuidados de alta calidad es necesario para que México no sólo sea un país más próspero y justo sino para que sus mujeres puedan desarrollarse plenamente. Hacen falta redes de centros de cuidado y desarrollo infantil, casas de día para personas mayores, centros de rehabilitación para personas con discapacidad. Servicios que son brindados en su mayoría por servicios privados, cuando el Estado decidió caer en las lógicas neoliberales.

Es fundamental que este 8 de marzo no se reduzca a una conmemoración superficial, sino que sea un llamado a la acción concreta. Necesitamos medidas efectivas para prevenir y sancionar la violencia de género, garantizar la igualdad de oportunidades en todos los ámbitos y promover la participación activa de las mujeres en la vida pública. Todos estos puntos se atienden con un buen sistema de cuidados.

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Este 8 de marzo, recordemos que la verdadera conmemoración del Día Internacional de la Mujer no está en las flores ni en las promociones en electrodomésticos, sino en el compromiso constante de trabajar juntos y juntas por un mundo donde todas las personas, independientemente de su género, puedan vivir libres de discriminación y violencia. La lucha por la igualdad de género no tiene fecha de vencimiento, y debemos seguir adelante con determinación y solidaridad hasta lograrla.