Jaime Barrera y los coches robados
Zona de silencio

Periodista especializado en crimen organizado y seguridad pública. Ganador del Premio Periodismo Judicial y el Premio Género y Justicia. Guionista del documental "Una Jauría Llamada Ernesto" y convencido de que la paz de las calles se consigue pacificando las prisiones.

X: @oscarbalmen

Jaime Barrera y los coches robados
El periodista fue reportado como desaparecido el lunes 11 de marzo. Foto: Facebook/Itzul Barrera.

Los expertos del tema de secuestro en México saben que hay una señal en los informes policiales que anuncia la llegada de una temporada de personas desaparecidas: el aumento en el robo de vehículo particular.

Es un ave de mal agüero que trae consigo tempestades, porque a los pocos meses de que inicia el repunte del robo de vehículo aparecen las razones detrás del auge del delito: las bandas invierten dinero y tiempo en esos vehículos robados para cambiar el color, la carrocería, las placas y doblar los números de serie con el objetivo de venderlos al crimen organizado como bienes “vírgenes” que pueden utilizar en los operativos para seguir, interceptar y privar de la libertad a una persona.

Un informe de la Fiscalía del Estado de Jalisco elaborado en la administración del gobernador Enrique Alfaro asegura que la mayoría de los vehículos robados por la delincuencia común van a parar al crimen organizado. Cada automóvil se oferta barato: entre 5 y 10 mil pesos principalmente a facciones del Cártel Jalisco Nueva Generación dedicados a la desaparición forzada.

Fue justamente con un vehículo robado que un comando logró privar de la libertad al periodista jalisciense Jaime Barrera, quien apareció con vida la mañana de este miércoles tras varias horas de angustia para su familia y el gremio. Sus victimarios lo capturaron el lunes pasado al salir de su trabajo para amenazarlo de muerte por su trabajo.

Durante las investigaciones que se seguían para localizarlo sano y salvo, la fiscalía estatal localizó una camioneta Honda CRV relacionada con el crimen: para su sorpresa, el vehículo robado ya estaba en la vía pública siendo alterado en su laminado y pintura por dos obreros. Alguien les pagó para modificarlo y, acaso, volverlo a usar en otro secuestro o desaparición forzada en un bucle delictivo.

En Jalisco, el robo de automóviles ha alcanzado niveles tan altos que se pueden explicar a partir de la demanda que existe por parte del crimen organizado para tener vehículos desechables con los cuales perpetrar los más atroces crímenes.

Por ejemplo, la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros ubica a Jalisco como la segunda entidad con más robo de vehículo, mientras que el Observatorio Ciudadano Jalisco Cómo Vamos cuenta que cada día en el estado se sustraen entre 38 y 40 automóviles. 

Las cifras están infladas por un reciente fenómeno: células delictivas que están entrenadas para emboscar a choferes en las carreteras del estado que conducen tráileres llenos de autos nuevos y seminuevos. Esas llamadas “madrinas” son cada vez más ubicadas y atacadas por criminales en la zona de Altos de Jalisco, donde el CJNG tiene su bastión y control de la policía estatal.

Si entre el dolor y la angustia por la desaparición de nuestro colega, y entre la alegría y esperanza por su regreso, hay alguna lección, propongo que sea la consciencia de que el problema de los secuestros y desapariciones se puede comenzar a resolver por algo más sencillo que una guerra frontal contra los cárteles: vamos por una estrategia nacional contra el robo de vehículo.

Es por Jaime Barrera y por todos los que fueron vistos por última vez empujados al fondo del asiento de un automóvil “doblado”.

GRITO. A pesar de todo, hay que seguir haciendo periodismo.

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