El enigma de la generación Z

Cada generación tiene sus características particulares dentro de la historia y también de sus procesos políticos. Los denominados boomers vivían preocupados por las grandes guerras, ideologías extremas como el fascismo o el comunismo y la radio era su medio de información. Posteriormente la generación X ponderaba la estabilidad laboral, se ceñía a los partidos políticos como un vehículo real de la representación, sumidos en un mundo bipolar, el rock era su manera de expresión y de rebelión y la televisión su vía de información y entretenimiento.

Los millennials, por su parte, son una generación con los resabios de la GX y con una identidad propia. Es una generación proclive a los cambios repentinos, a adentrarse a la tecnología, pero con nostalgia de los tiempos pasados. Llamada la generación de cristal hoy lucha por el respeto a las ideologías de género y un mundo más igualitario, los partidos políticos los representan cada vez menos y la diversidad es su característica en el consumo de medios.

Así llegamos a la generación Z: aquellas personas nacidas entre finales del siglo pasado y los tempranos 2000 (1997-2006), son la generación en la cual la tecnología es inherente a ellos, “ya traen otro chip” diríamos los de mi generación. La gen Z nació con el smartphone como una extensión de su ser, tienen acceso a cualquier contenido que les interese, dejaron la televisión para sustituirla con TikTok. Se dice que no les interesa la política, al menos en la conceptualización clásica, el calentamiento global les causa depresión y la efimeridad es su distintivo.

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Esta gen Z hace su aparición en estas elecciones presidenciales y significa un enigma para las y el candidato a la presidencia y para sus partidos o alianzas. En nuestro país suman 17 millones de personas (electores) y las y los candidatos de todos los niveles tienen su mira puestos en ellos y ellas, ganar su atención es su máxima preocupación y lograr que se acerquen a las urnas es el objetivo. Aunque por porcentaje no son quienes “definirán estos comicios”, todos quieren mostrarse lo más cool posible para poder refrescar el espectro partidista y político.

Claudia y Xóchitl, mujeres adultas que las consideran lejanas, tienen mayor sustento que la vacuidad de Movimiento Ciudadano y su márquetin político, pero no logran captar su atención, ni siquiera en TikTok. Quien tenga mejores propuestas de derechos, libertades y medio ambiente será quien logre ganar su voto.

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