Xóchitl ganará si vota más del 60% del padrón

Los debates entre candidatos a la presidencia sin duda son positivos y hasta necesarios, pero no han sido significativamente determinantes en los resultados finales de las elecciones, un sector mayoritario de los ciudadanos no cambia su decisión previa a la esgrima verbal de estos ejercicios. Es decir, los públicos que verdaderamente estudian a los contendientes no alteran en términos generales su preferencia.

Por ejemplo, en 2018 el pobre desempeño de Andrés Manuel López Obrador frente a José Antonio Meade y Ricardo Anaya no fue obstáculo para que ganara por amplio margen la elección a pesar de su pobreza de argumentos, carencias intelectuales y las generalidades del tabasqueño que asistió a regaña dientes a los debates pactados. Quien lleva aparentemente ventaja procura no tener un descalabro catastrófico y se da por bien servido con sostener esa inercia que refieren las encuestas, no necesariamente real.

A pesar de que Claudia Sheinbaum nuevamente exhibió sus flancos ya conocidos, salió adelante conservando la narrativa que le conviene más, evadiendo los temas que le pegan y en algunos casos mintiendo para responder como en el caso de los feminicidios, al atreverse a desconocer una crisis de violencia contra las mujeres recrudecida en el sexenio que termina. Además, al sentirse arrinconada mostró una escalofriante indiferencia y fue más allá, al expresar como desahogo que ya se había hablado “suficiente” de mujeres cuando este es uno de los temas más sensibles que debería mostrarla indignada o al menos empática con las víctimas. Su lenguaje corporal la exhibió explosiva ante el enfado.

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El voto duro morenista será menos copioso que en 2018. La candidata de AMLO es capaz de mentir mirando a los ojos al país, frente a las cámaras que la mostraron segura de sus otros datos. Es la alumna más avanzada, rehén de su patrocinador que no tiene intenciones de renunciar a sostener el poder tras la silla. 

Hablar del candidato presidencial de Movimiento Ciudadano es una pérdida de tiempo, se dedicó a ratificar su papel de golpeador para atomizar el voto de la oposición, siguiendo el guion que le dictó Dante Delgado. El sufragio por Máynez sería un despropósito para favorecer a Morena y sus secuaces fosfo fosfo.

Para este jueves ya se han publicado exhaustivos análisis sobre lo ocurrido el domingo en el INE, institución que pudo haber hecho un ejercicio menos acartonado y mejor producido para la televisión.

Xóchitl Gálvez fue devorada por la ansiedad, se le notó atropellada con una aletargada capacidad de reacción al bote pronto. Decidió no impactar de frente al verdadero jefe de campaña de Sheinbaum y asestó esporádicos golpes que pudieron ser mejor ejecutados. Metió propuestas y pudo haber administrado mejor sus tiempos. A los asesores les faltó trabajo para pulir el manejo ante las cámaras o probablemente lo hicieron y ella se salió de la estrategia.

Una candidata presidencial apta para un debate de esa naturaleza debe sobreponerse a las limitaciones de un formato deficiente, no hay pretextos que justifiquen un desempeño mediano ante la naturaleza del reto para mostrarse con verdadera jerarquía presidencial.

Vendrán otras dos oportunidades y siendo consistente con lo expresado no creo que modifiquen sustancialmente el contexto. Xóchitl mejorará tras el primer capítulo y Claudia flotará con lo mínimo indispensable para sostenerse.

¿Qué hará diferencia? Nada que tenga que ver con los debates, salvo un colapso espectacular en los que restan. Lo que verdaderamente definirá el destino de la elección presidencial y las que implican la renovación de las cámaras del Congreso será el porcentaje de electores que acudirán a las urnas, si se logra una participación superior al 60% del padrón, Morena y su abanderada estarán en serios problemas.

A mayor volumen de votos, los números de Xóchitl serán más competitivos para vencer esa narrativa del obradorato que trata de hacer creer que el resultado está decidido.

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Todo se reduce a dos alternativas, la continuidad de la 4T en la que seguirá mandando Andrés Manuel López Obrador o un cambio de paradigma con la única opción que plantea contrastes a lo sufrido en los últimos 5 años. La enorme oportunidad de la oposición es el nutrido listado de promesas fallidas y los inexistentes resultados de una administración de marcados retrocesos en los retos más importantes del país. Si el hartazgo hacia el populismo es suficientemente poderoso, se tendrá que reflejar en las urnas, pero con una votación nutrida de cifras inéditas. A mayor abstencionismo mejores escenarios tendrá el régimen, de ahí el grave peligro de la incidencia del crimen organizado para atemorizar a los ciudadanos resueltos a votar en las regiones más críticas.

El evidente bache del país debería ser suficientemente contundente para sacudir voluntades sobre el desencanto generado por un mandatario incompetente, perversamente manipulador y que para colmo invoca el respeto a la ley cuando así conviene a sus intereses políticos como en la crisis con Ecuador y la desprecia cuando son exhibidos sus abusos autoritarios.

Que no se nos olvide, en la boleta del 2 de junio estará presente la subsistencia de una Suprema Corte independiente como salvaguarda de la Constitución. En las urnas se tendrá la oportunidad más eficaz para evitar la destrucción institucional que nos acerca a los terrenos de una dictadura, a través del voto se podrá construir una integración equilibrada del Poder Legislativo, indispensable para sostener una democracia amenazada por los malos perdedores que gobiernan al país.

De ganar la alianza opositora con un porcentaje de participación mayor al 60% se dibujará en el horizonte un conflicto post electoral indeseable, pero previsible. El país tiene la posibilidad de elegir mejor a sus gobernantes, millones de mexicanos aceptan el error de 2018, se presenta una nueva oportunidad, pero podría ser la última.  

EDICTOS

Nuevamente una resolución del Poder Judicial de la Federación frena un atropello de Pemex que aliado a despachos tramposos intenta despojar a una empresa mexicana de su legítimo patrimonio. Magistrados del Cuarto Tribunal Colegiado en Materia Civil del Primer Circuito concedieron por unanimidad una suspensión definitiva en favor de TRESE que tiene acumuladas diversas victorias judiciales para sacudirse una quiebra que a fuerza de corruptelas le ha pretendido imponer la empresa malaya Coastal Contracts y Sistemas Integrales de Compresión (SIC). Este revés pone contra la pared al jurídico de la paraestatal que dirige Octavio Romero Oropeza que tendrá irremediablemente que pagar sumas millonarias en este asunto. Los abogados del consorcio domiciliado en Kuala Lumpur se atrevieron a mentirle a los magistrados y esto provocó que el tema adquiera tintes penales, ya que Ramón “N” apoderado de Coastal en México se mantiene vinculado a proceso. Los magistrados han dejado claro con sus 3 votos que TRESE se encuentra en etapa de conciliación y no de quiebra como se pretendía establecer faltando a la verdad. A Luz María Zarza Delgado no le calienta ni el sol brillante de la primavera y otro que anda angustiado es también el Director General del Instituto Federal de Especialistas de Concursos Mercantiles (IFECOM). Me cuentan desde el Consejo de la Judicatura Federal, que Edgar Manuel Bonilla del Ángel enfrenta una exhaustiva auditoría que arrojará datos e irregularidades suficientes para cesarlo.