Sundance en México, ¿para qué?
HÍBRIDO

Como crítico de cine y música tiene más de 30 años en medios. Ha colaborado en Cine Premiere, Rolling Stone, Rock 101, Chilango, Time Out, Quién, Dónde Ir, El Heraldo de México, Reforma y Televisa. Titular del programa Lo Más por Imagen Radio. X: @carloscelis_

Sundance en México, ¿para qué?
Sundance Film Festival CDMX Foto: Cinépolis

Vayamos al grano. ¿A quién se supone que le debe interesar que el Festival de Cine de Sundance se extienda hasta la Ciudad de México?  A pesar del discurso optimista de empresarios, creativos y entusiastas del cine, hay que aceptar que cada vez a menos personas les importa el tema. El actor y productor Jerry Seinfeld lo dijo esta semana.

Escribir sobre la industria del cine durante tantos años y vaciar toda esa experiencia en una columna de opinión como ésta, a veces deja al autor con una sensación agridulce. De acuerdo con datos de la exhibidora AMC, 240 millones de personas asistieron a cines de Estados Unidos en 2023, muy por debajo de los 356 millones reportados en 2019. En México, Canacine reportó 218 millones de boletos vendidos en 2023 en comparación con los 322 millones de 2019. Seamos honestos, si Top Gun y Barbie no lograron componer esta situación, ya no podemos seguir culpando a la pandemia.

Para elevar su propia audiencia, el Festival de Cine de Sundance también está considerando cambiar la sede que lo albergó por más de 40 años en Park City, Utah. De acuerdo con medios especializados, varias ciudades de Estados Unidos están presentando sus propuestas para convertirse en la nueva sede a partir de 2027, y algunas de las razones que se han especulado son la necesidad de mayor infraestructura y accesibilidad, pues Park City es considerado un destino de lujo enclavado en las montañas.

Tal vez como parte de este mismo plan para crecer su legado, es que el Sundance Institute anunció extensiones de su festival insignia a lugares como el Reino Unido, Asia y Latinoamérica, eligiendo a la Ciudad de México como la sede para esta región y asociándose con Cinépolis para la realización de esta primera edición que se lleva a cabo del 25 al 28 de abril.

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¿Y eso en qué nos beneficia como público? Siendo críticos, habrá que esperar algunos años, quizá cuando esta iniciativa ya esté mejor posicionada en nuestro país, para ver tales beneficios. Para esta primera edición se exhibirán únicamente 12 títulos, mientras que en el festival realizado en Utah en enero de 2024 se mostraron más de 91 producciones. De las 12 que se podrán ver aquí, 8 son documentales y sólo 4 son ficción.

La buena noticia es que podremos ver a la ganadora de este año, In the Summers, que se hizo acreedora al Gran Premio del Jurado y al premio a la Dirección. También se mostrarán dos documentales ganadores de 2024: Frida y Daughters. Pero, por ejemplo, no se exhibirá Sujo, la nueva película de las directoras mexicanas Astrid Rondero y Fernanda Valadez, ganadora del Gran Premio del Jurado al Cine Mundial, porque tiene fecha de estreno en México hasta el 31 de octubre.

El resto de la programación se compone de títulos que se mostraron en esta y en anteriores ediciones del festival, e incluso algunos que estrenarán en salas mexicanas casi enseguida, como Love Lies Bleeding con Kristen Stewart y el documental Frida, ambas anunciadas para la primera semana de mayo. Obviamente, todas estas producciones pertenecen a la categoría que conocemos como cine independiente, o “de autor”, o “de arte”, y si algo hemos aprendido es que son las películas que menos llaman la atención del público mexicano, como lo puede constatar cualquier Top 10 de lo más visto en nuestro país.

Entonces, no parece que aquí la motivación sea el negocio, pero si se tratara de atraer nuevos públicos a una experiencia cinematográfica distinta, ¿por qué no llevar un festival del prestigio de Sundance a una sede más moderna? En lo personal, no alcanzo a entender ese afán de tratar a la sucursal de Cinépolis Diana como el estandarte de esta compañía. Incluso, se usó recientemente como locación para la publicidad de Duna con Zendaya y Timothée Chalamet, y esa carga de humor involuntario la volvió un meme internacional.

Puedo entender el aspecto nostálgico y la tradición que rodea a un edificio que tiene más de 60 años y que ocupa una ubicación privilegiada sobre Avenida Reforma, pero es un espacio pequeño e incómodo al que le urge una renovación. Por ello, percibo algo de tensión entre querer que este nuevo festival sea algo accesible para todos o se enfoque específicamente al público que le es natural, lo que nos devuelve al mismo problema: ¿se trata de seguir satisfaciendo a un reducido nicho o de generar interés para elevar las audiencias?

Aquí va una pista: los cinéfilos de buena cepa somos más exigentes, pero cuando se trata de una programación de altura no escatimamos en esfuerzos. Es el cinéfilo promedio y los nuevos públicos los que necesitan que todo se les presente como un gran evento y con un empaque especial. Asumo que, para ayudar a crecer el legado de Sundance en el mundo, habría que introducir este festival a México por todo lo alto.

Mi experiencia con celebraciones en la sede de la Fuente de la Diana Cazadora, desde alfombras rojas hasta festivales, no es nada memorable. Tomemos como ejemplo las funciones de Ambulante y Mórbido, dos iniciativas que también cuentan con el apoyo de Cinépolis y donde siempre es difícil obtener entradas porque las salas son muy pequeñas. Claro que Cinépolis nos ha dado la opción de ver las funciones de Sundance en salas más nuevas, como Miyana y Mitikah (además de Perisur y Satélite), pero a precio VIP.

Aquí vale la pena, ya de paso, llamar la atención hacia un tema que nos irrita muchísimo a los cinéfilos, no solamente en eventos patrocinados por esta empresa sino en cualquier muestra o festival, y es la poca (a veces nula) disponibilidad de entradas para los títulos más esperados. Es difícil saber quién toma tales decisiones, pero es un hecho que el público se ha quedado fuera de estrenos importantes por criterios que no se hacen públicos. Esa no es manera de programar un festival que está abierto a todos.

La respuesta a la pregunta de por qué se está realizando en México una extensión del célebre festival fundado por Robert Redford, probablemente la encontremos en las declaraciones de los ejecutivos de Cinépolis. En conferencia de prensa, Alejandro Ramírez, Director General de esta empresa, explicó que la relación entre el Festival de Cine de Sundance y Cinépolis lleva más de 10 años, tiempo que él ha pertenecido al consejo del Sundance Institute.

Ya que Cinépolis también es la fuerza detrás del Festival de Cine de Morelia (que a su vez lleva una estrecha relación con el Festival de Cine de Cannes), donde Sundance ha participado con talleres e incubadoras de talento desde 2015, lo que hoy estamos presenciando es el fortalecimiento de tales sinergias y la ampliación de una red de festivales internacionales que se nutren entre sí. Y aquí va otra vez la pregunta: ¿eso nos beneficia como público? Esperemos que a la larga lo haga, porque a la Ciudad de México ya le urge un festival de cine de altura.

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BREVES

Hablando de Zendaya, el 25 de abril llega a salas de cine Desafiantes (Challengers), la nueva película del director Luca Guadagnino donde ella es protagonista. También estrena Lo mejor está por venir, del italiano Nanni Moretti.

En Netflix ya está disponible la película Los impactados, un drama cercano a la ciencia ficción de la directora argentina Lucía Puenzo, con la actuación de Mariana Di Girólamo.

En Prime Video estrena la segunda temporada de la serie Them, una antología de terror que nos sigue sorprendiendo por contar historias de la comunidad negra.

*Para más información sobre las películas y series comentadas cada semana, visita mi perfil en Letterboxd.

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