Hermanas

“¡Que extrañas criaturas son los hermanos!”.

Jane Austen

Cada hija es tan diferente como los dedos de una mano, suelen decir los padres. En mi caso, mi mamá nos decía que a sus cuatro hijas las quería de acuerdo con su personalidad y vaya que éramos/somos distintas, sin embargo, tejimos un rasgo en común: el de una hermandad saludable.

Si bien podíamos tener peleas fugaces en las que de repente explotábamos o hacíamos equipos, también surgían complicidades inolvidables, podría decir que nos han regido cinco ejes vitales como son la empatía, apoyo, admiración, respeto y mucho amor. Factores que, a lo largo de nuestra vida, han sido vitales en momentos cruentos como una decepción amorosa, enfermedades, pequeños o grandes logros, la muerte de nuestros padres… No somos las hermanas muégano, más bien regresando a las personalidades yo soy la menos apegada en el día a día, pero a la distancia siempre estoy. A la menor, por ejemplo, le faltan brazos para sostenernos, la segunda es nuestra conciencia y la tercera es un ejemplo de fortaleza total. 

Quizá, para muchos, nuestra relación sea similar a la suya con sus hermanas o hermanos, pero sabemos que hay otro tipo de relaciones mucho más cercanas y fusionadas, así como aquellas que se distancian por diferencias que se vuelven cargas y conforme pasa el tiempo se acentúan más.

Justo de ese tipo de relación escribió el dramaturgo Pascal Rambert en Hermanas, obra para dos actrices que interpretan a dos hermanas con la piel erizada por heridas de infancia, por aquellas preferencias y comparaciones de los padres y sus más cercanos, es una historia que confronta al público con sus propias vivencias como hermanos, hermanas e incluso como hijo/hija única si es el caso. 

En el texto de Rambert el conflicto se desata con una noticia no dada a tiempo, la razón difícil saberla, ¿quién tiene cabeza después de la muerte de la madre?, en el caso de Hermanas es la punta del iceberg para sacar y sacar más rencores del pasado, pareciera que hay una sanación con cada juego de palabras que hieren como navajas, escarban tanto que casi llegan al momento de su nacimiento, ese en el que la segunda hermana llega a cambiar la relación familiar y a veces ajena completamente a las propias hermanas, se torna una competencia.

Cargada de coraje, desbordada, histérica, así transcurre la puesta en escena dirigida por María Fernanda Bosque y protagonizada por Alba Messa y Maga Díaz, quienes se apasionaron tanto con el proyecto que también son las productoras ejecutivas. La cita para sentarse en la butaca y aventurarse a un viaje catártico es cada miércoles a las 20:30 horas en el espacio urgente 2 del Foro Shakespeare en Zamora 7, Condesa. La temporada será hasta el 26 de junio.

Si tienen hermanas o hermanos quizá sea un buen pretexto para sentarse y después de un suspiro abrazarse.

No te pierdas: Autocuidado para vivir mejor