El caso de Julian Assange
Perístasis

Jefe de la División de Educación Continua de la Facultad de Derecho de la UNAM, socio de la firma Zeind & Zeind y miembro del Sistema Nacional de Investigadores.

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El caso de Julian Assange
El fundador de WikiLeaks, Julian Assange (C), llega al aeropuerto de Canberra, en Canberra, Australia, el 26 de junio de 2024. Foto: EFE/EPA/Mick Tsikas Australia y New Zealand out.

Esta semana vivió lo que se espera sea una de las últimas páginas del complicado proceso que sufrió el creador de la organización mediática multinacional WikiLeaks: el australiano Julian Assange. A través de la difusión de documentos de otra forma inaccesibles para el público, Assange ha dado a conocer delicados documentos con lo que, de acuerdo con él, se busca promover la transparencia en las sociedades democráticas.

Hasta la fecha, la plataforma de esta organización creada en 2006 ha publicado más de 10 millones de documentos relacionados con guerras, espionaje y corrupción, desafiando las estructuras de poder de múltiples países, especialmente de Estados Unidos. Desde su creación, WikiLeaks ha continuado publicando documentos significativos, entre los que se encuentran documentos internos de la CIA, correos electrónicos del Comité Nacional Demócrata, cables filtrados del Departamento de Estado, así como documentos militares clasificados de la guerra de Irak y Afganistán.

En abril de 2010, WikiLeaks publicó un video en el que un helicóptero militar estadounidense asesinó a dos periodistas y varios civiles en Irak en 2007. Esta filtración marcó el inicio de este largo recorrido vivido por este activista australiano.

En noviembre de 2010, la Fiscalía de Suecia emitió una orden de detención internacional en contra de Julian Assange basada en acusaciones de agresión sexual, lo que obligó a Assange a entregarse a las autoridades británicas en diciembre del mismo año. Tras permanecer en prisión preventiva, fue liberado bajo fianza y puesto en arresto domiciliario.  Ante la solicitud de extradición de Suecia, Assange temía ser entregado a Estados Unidos donde era acusado de 20 cargos de espionaje que podían llevarlo a recibir la pena de muerte o una condena de 175 años en prisión. Por ello, el 19 de junio del 2012 Assange solicitó asilo político a la embajada de Ecuador en Londres, el cual fue concedido por el entonces presidente Rafael Correa Delgado.  En 2017, Assange se convertiría en ciudadano ecuatoriano.

Tras permanecer 7 años en la embajada de Ecuador, el 2 de abril de 2019 el presidente del país sudamericano Lenín Moreno revocó la ciudadanía de Assange y le retiró el asilo político, alegando que el fundador de WikiLeaks había violado las condiciones de su asilo al interferir de manera directa con los asuntos de otras naciones. Con la autorización de entrar a la embajada, la Policía Metropolitana de Londres arrestó a Julian Assange el 19 de abril de 2019, en virtud de la orden de extradición de Estados Unidos. Durante la intensa lucha legal, Assange permaneció en la prisión de Belmarsh durante mil 901 días.

El caso de Julian Assange ha llamado la atención de más de cuarenta grupos de activistas en el mundo, entre los que se encontraban Amnistía Internacional, Reporteros Sin Fronteras, Artículo 19, la Fundación Internacional para la Protección de la Libertad de Expresión, la Fundación para la Libertad de Prensa, entre otros. En una carta abierta al gobierno británico, las asociaciones pedían la protección a los medios de comunicación y la libertad de Assange.

En abril de este año el primer ministro de Australia, Anthony Albanese, pidió al gobierno de Joe Biden evaluar la situación de Assange, concretamente solicitó se pusiera fin al proceso legal en su contra y se le permitiera regresar a su país. El presidente Joe Biden respondió que estaba considerando cerrar el proceso legal en contra del fundador de WikiLeaks.

Finalmente, el lunes pasado Julian Assange tomó un avión que lo llevó a las Islas Marianas, un territorio estadounidense, en donde aceptará ser culpable de uno de los cargos imputados por Estados Unidos, lo que le implicaría una pena de cinco años en prisión, mismos que ya cumplió en Londres.

Este caso ha planteado interesantes debates en torno a la libertad de prensa y algunos otros conceptos conectados con la misma o incluso encontrados con ella. En todo caso, si bien se ha tomado de manera positiva la eventual liberación de Assange, lo cierto es que para lograrlo este tuvo que declararse culpable de delitos que de manera sistemática había negado haber cometido, lo cual ya puede constituirse como un límite claro a la libertad de prensa, a la transparencia y también a la rendición de cuentas.

Con este tipo de ejemplos, es importante reavivar debates tan profundos como lo es el de la información que puede clasificar un Estado y la labor que puede desempeñar la prensa libre al revelarla, teniendo que sin duda los avances democráticos han contribuido a alimentar discusiones que en otro tiempo simplemente no se hubieran planteado.

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