Cada vez es más difícil ser woke

Jueves 26 de junio de 2025

Carlos Celis
Carlos Celis

Como crítico de cine y música tiene más de 30 años en medios. Ha colaborado en Cine Premiere, Rolling Stone, Rock 101, Chilango, Time Out, Quién, Dónde Ir, El Heraldo de México, Reforma y Televisa. Titular del programa Lo Más por Imagen Radio. X: @carloscelis_

Cada vez es más difícil ser woke

Los activistas revelan información todos los días sobre empresas, productos y servicios que incurren en prácticas cuestionables.

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Foto: Wikimedia Commons.

Decirse aliado de cualquier causa exige congruencia. No es solamente una pose -o no debería serlo- aunque muchas personas se comporten así. De hecho, ser aliado exige mucho más que eso, exige participación activa, compromiso, valores y, sobre todo, mucho trabajo. Pero ser congruentes es lo básico.

A últimas fechas, cuando el pensamiento woke parece perder popularidad y la palabra es mayormente usada de manera peyorativa, yo creo que aquellos que seguimos manteniendo esa visión progresista y todo lo que hacemos está en línea con la justicia social (aunque sea en intención) en realidad nos estamos volviendo más fuertes.

Sin embargo, y esto hay que decirlo, son muchos los que se subieron al tren del wokeness solamente por pose y porque era lo políticamente correcto en aquel momento. Piensen por ejemplo en todos aquellos hombres que se dijeron aliados del movimiento feminista pero nunca creyeron en la igualdad de género, o todxs lxs que se dicen aliades de la comunidad LGBTQI+ pero lo único que están dispuestos a brindarles es “tolerancia”.

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Todas esas personas hoy sienten un gran alivio porque la “ideología” woke ha pasado de moda y así ya no tienen que fingir. Los intolerantes han ganado terreno, pero el mundo que proponen sigue siendo insostenible y todos terminarán por darse cuenta de ello, así sea necesaria otra pandemia que los vuelva a dejar lacios.

Pero es cierto que, al menos para los posers, posones, postureros, cada vez es más difícil pretenderse woke porque los grupos que siguen en la lucha revelan información todos los días sobre empresas, productos y servicios que incurren en prácticas cuestionables, deshonestas, corruptas, o de plano criminales, que ponen en tela de juicio los principios de aquellos que se dicen aliados de la justicia social pero que se contradicen al seguir consumiendo tales productos.

Tan solo en lo que se refiere al conflicto entre Israel y Palestina, grupos activistas han encontrado y publicado información sobre los nexos que existen entre importantes empresas de entretenimiento con el Estado de Israel. Sin necesidad de entrar en más polémicas, solo diremos que aquellas personas que ponen una banderita de Palestina en sus redes sociales nada más por convivir se la están viendo difícil.

Mubi, la plataforma que promueve el cine independiente y quizá uno de los proyectos más favorecidos por el público joven y cinéfilos en general, fue señalada por recibir el patrocinio de Sequoia Capital, una firma que invierte en empresas tecnológicas y que actualmente apoya a más de 10 empresas con base en Israel que desarrollan tecnología para uso militar.

Spotify, la exitosa plataforma de música, también se vio envuelta en una controversia cuando trascendió que su CEO, Daniel Ek, invierte en Helsing, una empresa que desarrolla inteligencia artificial con fines bélicos. Hay información que asegura que Israel utiliza tecnología de Helsing para su sistema de defensa aérea.

Sónar, el Festival Internacional de Música, Creatividad y Tecnología, que se lleva a cabo en Barcelona desde hace 20 años, también fue señalado por sus vínculos con el fondo israelí KKR, una empresa que invierte en terrenos arrebatados a los palestinos. Y aunque los organizadores del evento publicaron un comunicado donde explican que no tienen injerencia en las decisiones de dicho fondo ya que el festival fue adquirido en 2018 por una empresa que posteriormente fue comprada por KKR, 28 artistas cancelaron su participación en la edición del pasado 12 de junio.

Y ya para terminar, es bien conocido el escándalo de los últimos años en el Festival de la Canción de Eurovisión, que ha sido muy criticado por mantener a Israel en el concurso a pesar de que 72 exconcursantes firmaron una carta abierta exigiendo la prohibición de Israel y de su emisora nacional, KAN. Incluso, las emisoras de España y Bélgica presentaron denuncias formales ante la Unión Europea de Radiodifusión después de que Israel resultara ganador del segundo sitio, y exigieron que se investigue la posible manipulación del sistema de votos.

Es por todo esto que yo me pregunto, ¿qué tan woke puedes ser si apoyas, directa o indirectamente, a estas empresas cuando los activistas han llamado a boicot? Yo opino que, si te dices aliado, tendrías que comprometerte más con las causas que dices apoyar o mejor dejarte de poses. Y antes de que me acusen de jactarme de superioridad moral, yo solo puedo decir que, específicamente en estos cuatro casos, nunca he sido usuario de tales plataformas ni seguidor de dichos festivales. A veces, solo a veces, ir a contracorriente tiene sus beneficios.

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BREVES

En pleno Mes del Orgullo LGBTQI+ y como homenaje a su fundador, Arturo Castelán, el Festival Mix México continúa y ahora presenta su edición número 29 en sedes como la Cineteca Nacional y el Cine Tonalá. Consulta la programación completa en su sitio oficial ( https://www.mixfilmfest.com )

Para los fans de la cantante Miley Cirus, Cinépolis presenta un evento especial de Something Beautiful, el acompañamiento visual de su nuevo álbum convertido en una ópera pop que tendrá una sola función el día 27 de junio en diversas salas de esta cadena.

En Netflix, desde el 27 de junio, la última temporada de El juego del calamar. Después de haberse convertido en un gran éxito en 2021, la segunda temporada de esta serie tuvo muy mala recepción en 2024 y ahora ha llegado el momento de despedirse de estos personajes.

*Para más información sobre las películas y series comentadas cada semana, visita mi perfil en Letterboxd.

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