El danzón, un ritmo con más de 145 años de edad, llegó a los Latin Grammy. Este género musical se creó a finales del siglo XIX en Matanzas, Cuba. Se le considera a Miguel Failde el padre de esta música por componer el “primer danzón: “Las Alturas de Simpson”. Casi siglo y medio después, su tataranieto logró llevar este ritmo a la escena internacional.
La Orquesta Failde se fundó en 2012 con la intención de promover el baile nacional de Cuba: el danzón, así como otros ritmos de la época. Desde entonces, su director Ethiel Failde, tataranieto del creador de Las Alturas de Simpson, ha emprendido una travesía para mantener este ritmo vigente, así como mantenerlo con frescura.
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Esta semana se anunció la nominación al Latin Grammy del álbum “ Caminando piango piango”, el cual estrenó la orquesta en mayo de este año. Este compilado tiene 9 piezas musicales que reúne lo más tradicional de la música cubana y mexicana, pero con el estilo nuevo de Ethiel.
Este disco incluye varios danzones cubanos, entre los cuales destaca “El inquieto Joseíto”, dedicado a un veterano y gran bailador de la isla. También se incluye otro titulado “Varadero”, como una de las playas más hermosas que tiene Cuba.
El álbum incluye otras piezas a ritmo de danzón cantado como “Aquellos ojos verdes”, composición del matancero Nilo Menendez que se hizo muy famosa en voz de Nat King Cole y con el trío los Panchos. Con esa misma estructura se incluyó a “La llorona”, una canción mexicana que se trasponló a este ritmo con la voz de Omara Portuondo.
Hay otros clásicos como “¿Dónde estabas tú?” Y “Yiri Yiri bon” que se hicieron famosos con Benny Moré, así como “Que viva changó” de Celina y Reutilio. Sin embargo, también está la marca de la Failde con “Sigue ese camino” y “Rumba de esquina a esquina”.
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Esta no es la primera vez que llega la Orquesta Failde a los Latin Grammy, es la tercera ocasión en los últimos 5 años. La primera vez los nominaron con “Failde con Tumbao” en 2020, mientras que con “Danzonenado” en 2023, siendo este último un material dedicado al danzón mexicano y cubano.
Esta nominación no sólo convierte a la Failde en una embajadora del danzón ante el mundo, es la muestra del esfuerzo por mantener un ritmo vivo después de más de 140 años. Es cierto que este ritmo es de origen cubano, pero México lo adoptó como suyo hace más de un siglo.
Mantener vivo a este género musical es un gran esfuerzo, al menos en tierras mexicanas es un gran trabajo ciudadano de todos los días por promover y conservar el estilo. El danzón resiste porque habemos gente muy aferra a él, que se niega a dejarlo perder.
Esta música no es tan atractiva para la industria, muchos menos si se compara con los monstruos que son la salsa, la cumbia o la banda. El danzón no llena estadios de 60 mil personas o incluso auditorios con más de 10 mil. Por eso y muchas razones más es importante el trabajo que ha hecho Ethiel durante los últimos años, llevar este género a una escena internacional donde se reconozca el gran valor que tiene.
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Es cierto también que con el pasar de los años el danzón cubano y mexicano han tenido sus grandes diferencias, incluso es innegable que hay enemistad entre algunos caribeños y mexas, pero es más grande la hermandad que los une. Hay que festejar que nuevamente este ritmo llegue al ojo del mundo y se gane ese reconocimiento, porque se lo merece tanto su embajador (la Failde) como la música misma.
Hay una cita textual que se le adjudica a Amador Pérez “Dimas”, creador de “Nereidas”, no hay certeza de que la haya dicho pero es muy cierta: “Vendrán ritmos nuevos, pero el danzón nunca morirá”.