Académico de la Facultad de Derecho de la UNAM, socio de la firma Zeind & Zeind y miembro del Sistema Nacional de Investigadores.
El Oso
La serie 'El Oso', la más nominada en la historia de los Emmy, explora de manera única los límites entre la comedia y el drama en un entorno de alta presión.
La serie 'El Oso', la más nominada en la historia de los Emmy, explora de manera única los límites entre la comedia y el drama en un entorno de alta presión.
La multinominada serie, El Oso, ha despertado interesantes polémicas en las últimas semanas, no sólo por los temas que aborda y la manera en que lo hace sino por lo difuso que ha sido colocarla en la categoría que le corresponde.
Para algunas personas, esta se trata de una comedia que, si bien aborda temas pendientes a otros géneros, finalmente es lo primero.
Desde otras perspectivas, El Oso se trata de un drama que aborda problemáticas actuales en cualquier sociedad.
No obstante, en el más reciente evento en el que se dio a conocer las series que serían nominadas a los premios Emmy en su edición 2024, próximos a entregarse en el mes de septiembre, esta serie fue considerada una comedia y ha recibido 23 nominaciones en diferentes categorías por la muy destacable calidad de lo que ofrece, convirtiéndose además en la serie de comedia más nominada en la historia de estos premios.
Más allá de que se llegue o no a un consenso respecto así esta es una serie de drama o de comedia, debemos destacar como ya se dijo la calidad de su contenido y los aspectos que aborda y que, definitivamente, son aplicables a cualquier organización.
En este caso, esta serie retrata el día a día de lo que sucede en una cocina de un restaurante y las complejidades a las que se enfrenta cada una de las personas que forman parte de ella y, por supuesto, a aquellas a las que tienen que hacerle frente de manera colectiva.
Las icónicas escenas en las que la producción llega a proyectar de manera por demás fiel los momentos de estrés, de felicidad, de desesperación, de ira o de satisfacción, vividos por ese equipo de trabajo, hacen de El Oso una serie poco común y por supuesto de obligada revisión.
De manera definitiva, las actuaciones de Ayo Edebiri y de Jeremy Allen White merecen ser subrayadas, pues en su calidad de colaboradores en dicha cocina con distintas visiones, pero sin duda con objetivos comunes, dan una cátedra con la que demuestran con un realismo sorprendente las dificultades que cotidianamente pueden enfrentar este tipo de relaciones y por supuesto también los puntos en que se pueden conectar.
Abordar temas como el suicidio, la depresión, la automedicación, el estrés, la ansiedad, desde una perspectiva como es la de un grupo de personas que conviven de manera muy cercana y a diario con el objetivo de cumplir con sus sueños y en algunos casos incluso con algún sesgo tendiente a la revancha, hacen de El Oso una interesante obra que puede perfectamente reflejar lo que buena parte de la sociedad puede estar viviendo.
Al mismo tiempo, las fricciones y la disputa por el poder abordadas como se hace en la serie, muestran de manera clara que en cualquier organización de cualquier tamaño se tratan de fenómenos latentes que invariablemente se presentan en algún momento, por lo que la gestión de estos problemas desde el liderazgo de la misma se vuelve imprescindible.
Aunque es de recalcar dicho liderazgo debe ser lo suficientemente fuerte para lograr alinear la conducta de quienes integren ese grupo humano.
Independientemente de si El Oso se trata de un drama o estamos ante una comedia, lo cierto es que en muchos de la vida las líneas que dividen las cosas se han hecho difusas, por lo que puede convertirse en irrelevante buscar encasillar algo en un lugar.
Finalmente, tanto en la industria del entretenimiento como en la vida, hay comedias que pueden hacer llorar y también hay dramas que pueden causar muchas risas.