Reportero egresado de la UNAM, formó parte de los equipos de Forbes México y La-Lista. Con experiencia en cobertura de derechos humanos, cultura y perspectiva de género. Actualmente está al frente de la Revista Danzoneros. X: @arturoordaz_
‘El rey de los machos’, cuando el patriarcado te consume
Esta serie de Disney Plus nos enseña que no necesitamos demostrar ni convencer a nadie de que somos hombres ni cómo debemos serlo.
Esta serie de Disney Plus nos enseña que no necesitamos demostrar ni convencer a nadie de que somos hombres ni cómo debemos serlo.
Hace unas semanas, Disney Plus estrenó El rey de los machos, una serie que narra la historia de un adolescente que decide elegir su propia identidad de género ante un pueblo dominado por el machismo y la violencia contra las mujeres. Con su nuevo nombre, Charly emprende una cruzada para abrirse paso entre los hombres de San José de las Tunas, quienes no lo reconocen como uno de ellos.
Durante septiembre, cuando se acostumbra celebrar los arquetipos mexicanos del hombre fuerte y dominante, así como de la mujer abnegada, es oportuno hablar sobre el mensaje principal que ofrece este nuevo contenido televisivo. A lo largo de ocho episodios, la serie expone de manera absurda los comportamientos violentos y machistas que hemos cometido los hombres a lo largo de los años.
Para demostrar que es un hombre como todos, Charly decide inscribirse al concurso “El rey de los machos”, donde los participantes enfrentan una serie de pruebas ante todo el público para exhibir quiénes tienen más hombría. Los desafíos van desde cambiar una llanta y jalar un tractor, hasta decir una ronda de piropos acosadores a las mujeres que caminan enfrente de ellos.
Aunque el protagonista va sorteando cada uno de los desafíos a su manera, conforme avanza el concurso va tomando cada vez más actitudes de sus contrincantes. Llegó a tal presión por encajar en las expectativas del pueblo y convencerles de que es un verdadero macho que Charly se empezó a convertir en uno, teniendo un trato violento con su mejor amiga y su madre. Sin haber ganado, empezó a actuar como aquellos hombres que inicialmente no lo aceptaban ante su cambio de género.
Es cierto que la serie no deja de tener ese tinte de Disney Channel porque va dirigido a un público familiar, donde los chistes son absurdos y hasta cierto punto inocentes. Sin embargo, el mejor aprendizaje que deja El rey de los machos es su capacidad para evidenciar lo poderoso que es el sistema patriarcal, así como lo difícil que es entrar y salir de él.
Charly entró al concurso con la intención de demostrarles que podía ser tan valioso como los hombres de su pueblo, pero poco a poco el sistema lo fue consumiendo. Empezó a describir los aparentes beneficios que tiene el jugar ese papel: arreglar todo con violencia, la irresponsabilidad del manejo de emociones y ver a las mujeres como seres que existen para servir. Aunque todo se soluciona con el paso del tiempo, fue un proceso duro para el protagonista darse cuenta de su error.
A mi parecer, ese es el mensaje más contundente que Disney trata de transmitir con este material. Es cierto que rompe paradigmas cuando una empresa de contenidos familiares cuenta la historia de un adolescente que elige su propia identidad de género, y además el protagonista lo interpreta Luis Tirado Morales, une actore trans no binaerie. El retratar cómo el sistema patriarcal puede absorber a una persona que está en contra de la heteronormatividad es un aprendizaje muy fuerte, sobre todo para los hombres.
No basta con ser un hombre consciente de los privilegios y la desigualdad de género que existen en el mundo, ni de lo violento que es el sistema patriarcal. Se trata de una decisión diaria ejercer la empatía, la sensibilidad y la consciencia. Puede que este entramado sea más fuerte con nosotros y a veces caigamos sin darnos cuenta, pero lo importante es aprender de Charly y saber que podemos levantarnos las veces que sean necesarias.
No tenemos que demostrarle a nadie que somos hombres ni cómo debemos serlos. Al final, El rey de los machos nos demostró que cumplir con los arquetipos y roles de género no nos hace más o menos valiosos, lo importante es descubrir quiénes somos y defenderlo.
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