La intromisión presidencial en el Poder Judicial
En contraste

Es senadora de la República, presidenta de la Comisión de Derechos Humanos y vicecoordinadora del Grupo Parlamentario de Acción Nacional; es la primera mujer que ocupa ese cargo.

X: @kenialopezr

La intromisión presidencial en el Poder Judicial La intromisión presidencial en el Poder Judicial
Andrés Manuel López Obrador. Foto: Daniel Hernández/La-Lista

El titular del Ejecutivo federal insiste en usar la palestra presidencial para mentirle al pueblo de México. Ha dicho que Dos Bocas cuida los estándares de protección al ambiente. Insistió en que el PAN votó en contra de los programas sociales, aunque le hemos dicho en diversas ocasiones que nosotros apoyaremos aquello que le ayude a los mexicanos a tener un mejor porvenir.

Sin embargo, una de las cosas más destacables es que reprodujo una mentira sabiendo que lo era. Se victimizó con ello y amenazó con cambiar el sistema electoral mexicano.

Es increíble como, para desacreditar a las personas, se monten este tipo de espectáculos desde Palacio Nacional. Es claro que esta información fue utilizada para minar la credibilidad del Tribunal electoral e incidir en sus decisiones.

Desde el principio de su administración, el presidente Andrés Manuel López Obrador se ha querido apoderar de las instituciones, un claro ejemplo es la CNDH, que hoy permanece callada en medio de esta pandemia.

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Además, ha pedido que renuncien los magistrados electorales y de pasada los consejeros del Instituto Nacional Electoral. Con la clara intención de poner incondicionales en dichos órganos. Como siempre, el presidente aprovecha la ocasión para llevar agua para su molino y seguir adueñándose de los espacios que le son incómodos.

Sin duda, algo que no ha entendido el huésped de Palacio Nacional es que existe una división de poderes y que, en el caso del Tribunal electoral, han decidido por mayoría cambiar a su presidente.

Por mayoría han decidido que, con objetividad, se resuelvan los medios de impugnación que se presentaron con motivo de los pasados comicios. Y así como han decidido por mayoría regresarle su credibilidad al máximo tribunal en materia electoral, deberán normalizar sus labores bajo los principios de imparcialidad, legalidad, objetividad, certeza, autonomía, independencia y equidad.

Por cierto, ha habido declaraciones de actores de la 4T queriendo inventar el agua tibia para resolver los conflictos al interior del Tribunal electoral. En esta situación, lo que debe existir es prudencia.

Los magistrados electorales pertenecen a un poder independiente, que tienen su propia esfera de competencia y no validaremos ninguna reforma que atente contra nuestras instituciones. Ya basta de que por cada manotazo que dé el presidente se quieran modificar las leyes a su antojo.

Otro ejemplo de como la 4T ha intentado transgredir la autonomía del Poder Judicial es la reforma que aprobaron los del partido oficial para alargar el mandato del ministro presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y de los consejeros de la Judicatura Federal.

El ministro presidente del máximo tribunal ha anunciado que no aceptará se prolongue su encargo y que concluirá conforme a la ley y la Constitución, en diciembre de 2022. Aunque es claro que se tardó en distanciarse de esta reforma.

Por el bien del Consejo de la Judicatura y de la Constitución, es necesario y urgente que se resuelvan las acciones de inconstitucionalidad presentadas ante la Suprema Corte, en las que se determinará la estatura del máximo tribunal.

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