Periodista y abogado con más de 35 años de trayectoria. Reportero, comentarista y consultor experto en temas jurídicos. Premio Nacional de Periodismo José Pagés Llergo 2011. Especialista en el Poder Judicial de la Federación y analista político.
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La justicia y el factor Trump en 2025
Pensar que con simples declaraciones retóricas desde Palacio Nacional se puede enfrentar lo que viene, es como creer que con un paraguas se saldría ileso de un poderoso huracán sobre nuestra cabeza.
Pensar que con simples declaraciones retóricas desde Palacio Nacional se puede enfrentar lo que viene, es como creer que con un paraguas se saldría ileso de un poderoso huracán sobre nuestra cabeza.
Con este artículo arranco el año, tras un receso vacacional mucha agua ha pasado sobre el caudaloso río de la incertidumbre en la impartición de justicia.
El inicio de un nuevo periodo presidencial de Donald Trump tiene en jaque a Claudia Sheinbaum, 11 días antes la ceremonia de investidura en Washington los arranques de ira, las declaraciones bárbaras, amenazas y burlas ya aceleraron la dimisión del Primer Ministro de Canadá, todo un mensaje para poner barbas a remojar sobre los efectos de un Trump recargado que embiste como burel de Miura.
Los aranceles, la inminente revisión del T-MEC con varias faltas de nuestro gobierno a compromisos claros como la necesidad de órganos de transparencia que fueron borrados de un plumazo irresponsable y la fragilidad deliberada en la que se ha colocado al sistema de justicia en México tendrá consecuencias en el grado de confiabilidad sobre la resolución de múltiples litigios que involucran a empresas extranjeras, muchas de ellas estadounidenses. Una eventual intervención militar y la declaratoria de narcotraficantes como terroristas exhibirá las complacencias que autoridades nacionales han sostenido con los principales líderes los carteles que operan con impunidad para llevar drogas del otro lado de la frontera norte, particularmente el fentanilo que es un tema de seguridad nacional con repercusiones internacionales de alto calibre.
Todo un texto aparte merece la crisis migratoria que estalla y tendrá efectos inéditos para las instituciones mexicanas, una especie de tsunami que rebasará la precaria capacidad de respuesta del gobierno de Claudia Sheinbaum.
La confianza del sistema de partición de justicia en nuestro país será profundamente degradada con la elección de juzgadores federales que impuso popularidad ante conocimiento, experiencia y solvencia profesional. Un capricho destructivo que tendrá consecuencias internacionales graves, sobre el particular les platico que una fuente acreditada con relaciones cercanas entre congresistas norteamericanos me ha confiado que existe un proyecto bien estructurado que cuenta con el impulso republicano para proponer formalmente que las sentencias federales mexicanas sean inaplicables cuando trastoquen intereses allá. La confiabilidad de México será reducida a cenizas ante un gobierno radical que revivirá las políticas más autoritarias del imperialismo, además con la posibilidad real de una intervención militar en territorio nacional que tendría objetivos claros en los principales centros de operación del narcotráfico en estados como Sinaloa, Tamaulipas, Baja California y Chihuahua, entre otros.
No podemos dejar de lado que tras el inaudito aval del Tribunal Electoral a la sobrerrepresentación en el Congreso, nuestra Constitución ha sido degradada con cambios irresponsables que no midieron efectos nocivos. En poco más de 4 meses se hicieron al vapor 72 reformas que destruyeron principios básicos como la división de poderes y la independencia judicial. Respecto al Poder Judicial se manosearon 18 artículos, se adicionaron 6 y se derogaron tramos esenciales de otros 5. Se vienen las consecuencias ante tal borrachera de soberbia en el Congreso dominado absolutamente por Morena.
2025 será particularmente difícil para la justicia, durante los últimos 4 meses del año veremos llegar a la Suprema Corte y los órganos judiciales federales a los improvisados beneficiarios del clientelismo político que prevalecerá en el “nuevo” Poder Judicial. Los costos serán enormes y la mayoría de los mexicanos no los advierten porque en los temas abstractos la vulnerabilidad a la demagogia es superlativa. La concentración del poder y el control absoluto del Ejecutivo en el aparato de impartición de justicia impactarán negativamente en la certidumbre para hacer negocios con la persistente amenaza de la revisión del T-MEC. La parcialidad será la premisa dominante en las decisiones jurisdiccionales, una de las más graves consecuencias es que seremos menos atractivos como país en los grandes proyectos de inversión como ya se advierte en los primeros 100 días del actual gobierno.
En este escenario de regresiones mención aparte merece la prisión preventiva oficiosa que vulnera con irresponsables bríos de ignorancia jurídica el principio básico de la presunción de inocencia en México. Lo que considerábamos un catálogo de derechos progresivos ha sido destruido también. Durante el gobierno de Felipe Calderón, tan criticado por la 4T ante la llamada guerra contra el crimen, el catálogo de delitos que merecían prisión preventiva oficiosa era de de 7, durante el obradorato y el arranque de Sheinbaum ha pasado de 19 a 30 ilícitos que se consideran merecedores de prisión sin sentencia condenatoria en nuestro marco legal. Esta atrocidad viola derechos humanos en un gobierno autodenominado de izquierda y progresista. Con estas reformas el Estado mexicano ya se encuentra en evidente desacato ante la Corte Interamericana de los Derechos Humanos, para sumar otro factor de desconfianza que afecta a México y nos etiqueta ante el mundo como un país represor en el que predominará la indefensión de facto con juzgadores de consigna electos en las urnas.
La Corte ha dejado de ser Tribunal Constitucional, los cambios son irreversibles y sólo un cambio de régimen político dará pie a recuperar lo perdido. Algo que si se revisa objetivamente implicará décadas a través de métodos pacíficos.
Se percibe que la primera presidenta de México no tiene idea de como atravesar el campo minado que retará a su gobierno en los próximos meses. La conveniente indiferencia de la cúpula empresarial y el silencio de una sociedad civil cuya capacidad de expresión en las calles perdió impulso, se suman al contexto de un país sometido por el populismo que promueve el gobierno federal con omisiones, falsedades e incapacidad de respuesta ante el torbellino internacional que se avecina con el retorno de Trump a la Casa Blanca, más empoderado que nunca.
Pensar que con simples declaraciones basadas en lugares comunes desde Palacio Nacional se puede enfrentar lo que viene, es como creer que con un paraguas se saldría ileso de un poderoso huracán sobre nuestra cabeza.
EDICTOS
Comienza la cuenta regresiva de 8 meses para la llegada de los ministros del “bienestar” a la Suprema Corte de Justicia. Tiempos de enorme incertidumbre para miles de trabajadores del Poder Judicial de la Federación que recibieron múltiples promesas de que sus derechos no serían afectados. Los hechos demuestran que tales ofrecimientos carecen de veracidad y basta con revisar el oficio de la Secretaría de Hacienda fechado el 6 de enero en el que se informa a la ministra Norma Piña sobre la negativa a la entrega de los recursos de los trabajadores judiciales comprometidos en diversos fideicomisos. Con franco cinismo la administración Sheinbaum mide con varas distintas las suspensiones definitivas vigentes sobre la reforma judicial. Para decirlo de manera sencilla, según la interpretación del gobierno federal dichas medidas cautelares aplican para no entregar los recursos ahorrados por los trabajadores, pero no aplican para suspender la elección de juzgadores que vendrá en junio.
En otros temas, la presidencia de la Segunda Sala de la Corte (que según la Constitución vigente ya no existe) será encabezada por el ministro Javier Laynez a quien le tocará ser el último togado coherente en esta bizarra época de tantos despropósitos judiciales. Y agarrense porque con el reformón cuatrotero, el pleno de 9 ministros tendrá extraordinarias cargas de trabajo para el cierre del año en curso. Con los parámetros de la paupérrima productividad de Lenia Batres y los que vendrán con ese mismo perfil ya se podrán imaginar lo que ocurrirá.