El ser humano tiende a minimizar las enormes cifras, más aún cuando se trata de guerras, pandemias o crisis. Lo vimos en la Covid-19, 15 millones de muertes confirmadas por la OMS; según la ONU, en la invasión de Rusia a Ucrania, se contabilizan casi 13 mil muertos y, de estas, 2,600 infantes; en nuestro país, la mal llamada guerra contra el narcotráfico, han dejado más de 400 mil muertes de acuerdo al Inegi. El conflicto entre Israel y Palestina sigue cobrando centenares de muertes al día.
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Dichos números atroces no conmueven al ser humano, mucho menos logran que empaticemos con las víctimas, sus familiares o su entorno. Para lograrlo debemos acercar la lupa para -intentar- entender lo que en realidad está sucediendo en nuestra actual realidad.
Refaat Alathamna es un médico boliviano-palestino que desde hace casi dos años -cuando estalló el conflicto bélico- se encuentra atrapado en la Franja de Gaza junto a su esposa Noha y sus cinco hijos menores de edad. Refaat nos muestra, cada que puede hacerlo, cómo pasan sus días entre la vida y la muerte.
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A través de su cuenta de Instagram @dr.alathanma, este médico nos va adentrando en su propia vida, escapando a los bombardeos, comiendo plantas o lo que puedan encontrar, intentando llegar a la frontera con Egipto solo para ser regresados de una manera inhumana e incluso nos cuenta las formas y burocracias en el consulado boliviano. Gracias a este “diario” en redes sociales podemos dimensionar el infierno que están viviendo en Medio Oriente.
El recuento que nos comparte el Dr. Refaat, visibiliza la decadencia de la humanidad y, a su vez, la fuerza de este personaje y su familia. Quizá su relato -crudo y también esperanzador- llegue a ser una pieza como “el hombre en busca de sentido” de Viktor Frankl y volvamos a la empatía con nuestro hermano, el hombre.
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