Lidiar con la soledad, una secuela más de la pandemia
Contextos

Reportero egresado de la UNAM, formó parte de los equipos de Forbes México y La-Lista. Con experiencia en cobertura de derechos humanos, cultura y perspectiva de género. Actualmente está al frente de la Revista Danzoneros. X: @arturoordaz_

Lidiar con la soledad, una secuela más de la pandemia
Soledad. Foto: Pixabay/ Free-Photos

En una semana le cambió la vida totalmente a Mario*. Él y su mamá se enfermaron, ella no resistió. Hace un par de años su padre ya había fallecido. Aunque es un adulto joven y se vale por su propia cuenta, el Covid-19 cambió sus planes. La soledad le cayó de un sólo golpe.

Esta semana la revista médica británica publicó un estudio sobre los impactos del coronavirus en los niños. La publicación estima que 131,325 habrían quedado huérfanos por la pandemia. Los adultos no fueron las únicos víctimas del dolor de la ausencia por la emergencia sanitaria. Esto también representa un nuevo inicio muy difícil para los más chicos.

Cuando platiqué con Froylán, me relató que tuvo que reconfigurar su vida tras la muerte de su esposa, hacerse de las labores del hogar. Por otra parte, Baldomera me contó que sería el nuevo sustento de la casa, luego de que el Covid-19 le arrebató a su esposo. Para todos ellos había una constante nueva en sus vidas: la soledad.

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Esta emergencia sanitaria nos dio un nuevo contexto para vivir, nuevas cosas con qué lidiar. Me parece que una de ellas es lidiar con estar solo. Nos demostró que la vida es efímera, y por más que hagamos, la única persona que va a estar con nosotros siempre seremos nosotros mismos.

Cada que perdemos algo, hay una ganancia”, me reiteró la psicoterapeuta Salomé cuando hablamos sobre los duelos durante la pandemia. A través de las cosas buenas y malas que nos pasan hay una enseñanza, en nosotros está tomarla.

No imagino el dolor y contexto que es crecer sin tus padres. Solo tengo la experiencia de haber perdido a uno de ellos durante la adolescencia. Sin embargo, las ausencias en una etapa tan temprana te dan una oportunidad para reconfigurar el resto de tu vida, un hecho que se vuelve más difícil conforme pasan los años, según algunas voces de la experiencia.

Juan Gabriel no se equivocó al cantar: “abrázame muy fuerte que el tiempo es malo y muy cruel amigo…” pero sobre todo abrácense.

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