Periodista y abogado con más de 35 años de trayectoria. Reportero, comentarista y consultor experto en temas jurídicos. Premio Nacional de Periodismo José Pagés Llergo 2011. Especialista en el Poder Judicial de la Federación y analista político.
X: @jenroma27
Somos lo que defendemos
Hay una fiebre de promesas para los abyectos que respaldan el exterminio de la carrera judicial, cerca de 200 juzgadores que asignaron precio a su deslealtad para convertirse en cómplices.
Hay una fiebre de promesas para los abyectos que respaldan el exterminio de la carrera judicial, cerca de 200 juzgadores que asignaron precio a su deslealtad para convertirse en cómplices.
El martes pasado se dio una manifestación inédita en la historia de la Suprema Corte de Justicia, cientos de empleados salieron de forma respetuosa a los pasillos del edificio en Pino Suárez 2 antes de la sesión del pleno de ministros. Con pancartas y sin estridencias prepararon una especie de paseillo a los togados que salían de sus despachos hacia el salón del segundo piso. Juan Luis González Alcántara Carrancá y Javier Laynez bajaron juntos las escalinatas, externaron su agradecimiento a quienes han dado la batalla también en las plazas públicas.
Yasmín Esquivel y Loretta Ortiz caminaron en absoluto silencio e incómodas por los letreros de los trabajadores que reprochaban su respaldo incondicional al Ejecutivo para impulsar la reforma judicial que acabará con la separación de poderes en nuestro país. Al llegar al pleno, de inmediato se votó la propuesta de suspensión de la sesión en solidaridad con la protesta que conmovió al máximo tribunal.
Para la ministra Norma Piña, el camino de ida y regreso a la sesión fue un bálsamo inesperado en medio de la tormenta que ha sorteado dentro de ese edificio en el que prácticamente ha vivido desde que asumió la presidencia.
Así fue el entorno previo a la consumación del golpe desde el Congreso con una nueva legislatura, menos plural que la anterior, donde se aprobará la reforma con las hachas afiladas de los verdugos de la República que hemos comenzado a perder. ¿Quiénes pueden estar por el fin de la democracia? Serán los legisladores que se van con el estigma de los servicios prestados al peor presidente de la historia reciente en México y también los que llegan con la misión de ofrecerle en bandeja la cabeza del Poder Judicial independiente. Una regresión a los años 70 festejada sobre las cenizas de órganos autónomos que nos dieron un mejor país durante su vigencia.
Dentro del Poder Judicial hay quienes tomarán sin escrúpulos el ofrecimiento de posiciones, permanencia y respaldo político en los tiempos de una bizarra elección popular de jueces. Hay una fiebre de promesas para los abyectos que respaldan el exterminio de la carrera judicial, cerca de 200 juzgadores que decidieron asignarle precio a su deslealtad para convertirse en cómplices.
En el lado luminoso de la historia, se encuentra la gran mayoría, poco más de 1 mil 100 valerosos jueces y magistrados de todos los circuitos del país que aportaron no sólo su firma, sino el respaldo de su investidura y mil pesos cada uno, para presentar ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) con sede en Washington el caso de la reforma judicial. La noticia ya causa diversas reacciones de solidaridad en el mundo para alterar negativamente la certidumbre de los inversionistas y la imagen de nuestro país.
La preocupación del gobierno de los Estados Unidos a través del embajador Ken Salazar en plena efervescencia electoral entre demócratas y republicanos ya da signos de enfrentamiento diplomático con el anuncio emberrinchado de López Obrador para “pausar” las relaciones con los Estados Unidos y Canadá. Ante la coyuntura, el virtual canciller Juan Ramón de la Fuente ya imagina el contexto de descomposición que tendrá que solventar con el tiradero que le están dejando. La crisis sube de intensidad tras las declaraciones de Brian Nichols, subsecretario de Estado de los Estados Unidos para América Latina que públicamente respaldó a su embajador para reiterar las inquietudes del vecino del norte por la reforma que afecta la confianza de capitales y organismos internacionales.
En otro frente especializado, la Asociación Internacional de Jueces con sede en Roma publicó un pronunciamiento enérgico que en esencia dice: “Una reforma judicial debe ser coherente con principios bien establecidos y universalmente aceptados de independencia de la justicia para preservar el derecho de los ciudadanos a acceder a tribunales autónomos”.
Jesús Zamora Pierce, uno de los juristas más destacados de México, Premio Nacional de Jurisprudencia y expresidente de la Barra Mexicana Colegio de Abogados, respaldó con elocuencia al Poder Judicial, advirtió con su incuestionable autoridad moral y profesional: “Siento el deber de dar testimonio de lo que me consta, si los legisladores aprueban la reforma judicial en la forma en que está planteada, estarán hundiendo el barco en el cual ellos también son pasajeros”.
Mientras tanto, el Tribunal Electoral confirmó la abusiva sobrerrepresentación como era previsible desde que el bloque encabezado por Mónica Soto, Felipe Fuetes Barrera y Felipe de la Mata mayoritean con interés político para esfumar la poca credibilidad que le quedaba a ese órgano jurisdiccional. La noche del martes, De la Mata Pizaña adelantó su proyecto de resolución sobre el asunto en que se propuso sostener la mayoría de Morena y así consumar el agandalle en el Congreso para darle al partido de Estado un agregado de posiciones que no ganó en las urnas. El botín se obtiene a través de una interpretación abusiva que será bien recompensada a este trío de magistrados que con su conducta marcará el epitafio de sus trayectorias profesionales. En el edificio de Carlota Armero los interesados calculan y miden su futuro con cargos, sin importar la destrucción de la democracia o la defensa de otras causas legítimas en distintas facetas de su vida.
Ha permeado la versión entre algunos cercanos a Soto Fregoso que se le ha garantizado una toga en la Corte que veremos en los próximos meses, una caricatura que trazarán los destructores de la justicia autónoma. La magistrada flota por los pasillos del tribunal que preside, se ufana y hace públicos sus desplantes de soberbia en las sesiones que preside para alzar la ceja ante quienes se atrevan a disentir.
Por congruencia antes de resolver la sobrerrepresentación, los integrantes de la Sala Superior pudieron haber rechazado con honestidad el soborno para extender su periodo hasta 2027 en el Tribunal Electoral. Son omisiones que marcan su forma de interpretar la justicia.
No cabe ninguna duda de que somos lo que defendemos y así seremos recordados.
EDICTOS
Impensable que dentro de los edificios sede de la Suprema Corte de Justicia y del Consejo de la Judicatura Federal se dieran demostraciones tan contundentes para elevar una protesta enérgica y respetuosa ante los excesos de la autocracia. Comienza a percibirse otro clima, uno con toques nostálgicos de lo que fue la era luminosa de un Tribunal Constitucional de grandes juristas autónomos que ya no volverá. Para la señora Lenia Batres también fue insoportable percibir la dignidad que exhibió su intolerancia porril en la Segunda Sala, donde el miércoles fue alcanzada por las pancartas de los secretarios de estudio y cuenta que ven truncados sus sueños de convertirse en juzgadores en ese semillero de excelencia que dejará de brindar oportunidades a los más preparados. Asumir una responsabilidad sin tener el conocimiento mínimo que requiere esa investidura, también es corrupción, se leía en decenas de cartulinas. Somos testigos de un fin de sexenio envuelto en incertidumbre y zozobra por los demenciales caprichos de un primitivo mandatario que entregará el domingo una banda presidencial infectada por el odio hacia las instituciones que juró respetar hace seis años.