Es abogada por el ITESM y maestra en derecho por la Universidad de Georgetown. Interesada en el derecho a la salud y los derechos humanos. Es asociada en el Instituto O'Neill para el Derecho y la Salud Nacional y Global de la Universidad de Georgetown y puedes contactarla en: [email protected] y Linkedin.
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Tigre Toño: no eres tú, es mi salud
La regulación en México eliminó a personajes icónicos de los empaques generando nostalgia, pero también promoviendo elecciones alimenticias basadas en la salud.
La regulación en México eliminó a personajes icónicos de los empaques generando nostalgia, pero también promoviendo elecciones alimenticias basadas en la salud.
Desde hace tiempo, se siente más sombrío el pasillo de los cereales y galletas en el supermercado. Se nos fue de los empaques toda la pandilla: el Osito Bimbo, el Tigre Toño, el Conejo Trix, entre otros. El sentimiento que nos acompaña al saber esta noticia es sorpresivo: nostalgia. ¿Cómo llegamos a este sentimiento?
La regulación implementada recientemente para el etiquetado de alimentos no permite el uso de personajes infantiles, animaciones, dibujos animados, celebridades, deportistas o mascotas, elementos interactivos o descargas digitales dirigidos a niños y niñas que fomenten el consumo o elección en productos que contengan exceso de sodio, grasas trans, grasas saturadas o calorías[1].
Para la mayoría de nosotros, estos personajes nos acompañaron desde pequeños en la tiendita de la escuela, de la esquina y en el pasillo más esperado del supermercado. Estos espacios ofrecen en varias ocasiones, un escenario para que los niños cumplan su meta: convencer a los adultos de su compra. La mayoría de las veces la caja de cereal azucarado llega a la mesa. Misión cumplida: el Tigre Toño está desayunando con los niños, el plato queda limpio y la leche llena de azúcar reflejada en sus sonrisas. Los padres incluyen en la lista de cada semana estos artículos.
Estos personajes son en gran parte utilizados para productos no saludables[2]. Su uso comienza hace más de cien años. “The Quaker Man” fue creado en 1877[3] pensando en una imagen y nombre que transmitiera pureza, honestidad e integridad. El Tigre Toño fue creado por una agencia de mercadotecnia –muy al estilo Mad Men– en 1952. Fue justo en los años 50, con la entrada de la televisión a los hogares, que se expandió la oportunidad para que las compañías pudieran manejar a su conveniencia estas marionetas sin preocuparse de tener un humano que pueda incumplir con sus expectativas.
La mala alimentación es un factor de riesgo modificable para el desarrollo de enfermedades no transmisibles. Esto quiere decir que puede ser corregido o eliminado a través de cambios en el estilo de vida. En 2021, México alertó sobre una “nueva pandemia”: la obesidad infantil, relacionada directamente con mayores riesgos (de salud) de resistencia a la insulina, problemas respiratorios, ansiedad y depresión[4].
Ante estos índices, es necesario reflexionar sobre la elección de alimentos para los menores y entender el interés de la industria por vender productos no saludables a toda costa.
Existe evidencia científica sobre la posibilidad que tienen los niños y niñas de desarrollar relaciones falsas con personajes ficticios que perciben como si fueran personas muy cercanas a ellos[5].
El exponer a la niñez a estos productos genera una lealtad de marca que persiste hasta la adultez y puede influenciar sus preferencias alimentarias[6]. Incluso, asignan mayor valor al sabor de productos que tienen mascotas y personajes animados[7]. La industria utiliza a los menores para lograr su objetivo: la compra del producto -por años- que se convierte en un ingreso a las empresas multimillonarias sin importad la salud.
Pensemos por qué sentimos nostalgia por un personaje ficticio, cómo ha dañado nuestros hábitos alimenticios y los riesgos de salud que conlleva su consumo. Pensemos ahora que los niños y niñas de México tienen oportunidad de elegir sin intervenciones de compañías gigantes y que nuestro país ofrece una gran variedad de productos sanos como alternativa a los ultra procesados.
[1] MODIFICACIÓN a la Norma Oficial Mexicana NOM-051-SCFI/SSA1-2010, Especificaciones generales de etiquetado para alimentos y bebidas no alcohólicas preenvasados-Información comercial y sanitaria, publicada el 5 de abril de 2010. Disponible aquí.
[2] OMS. Policies to protect children from the harmful impact of food marketing: WHO guideline (2023), p. 14.
[3]A History of the 22 Most Iconic Brand Mascots Since 1877. Disponible aquí.
[4] Obesidad infantil: Nuestra nueva pandemia. Disponible aquí.
[5] Bond, B. J., & Calvert, S. L. (2014). A Model and Measure of US Parents’ Perceptions of Young Children’s Parasocial Relationships. Journal of Children and Media. Disponible aquí.
[6] Kraak, V.I. y Story, M. (2015), Influence of food companies’ brand mascots and entertainment companies’ cartoon media characters on children’s diet and health: a systematic review and research needs, Obesity Review, Feb; 16(2): 107–126. Disponible aquí.
[7] Enax L, Weber B, Ahlers M, Kaiser U, Diethelm K, Holtkamp D, Faupel U, Holzmüller HH, Kersting M (2015). Food packaging cues influence taste perception and increase effort provision for a recommended snack product in children. Front Psychol. 2015 Jul 2;6:882. Disponible aquí.