Vice Media organizó en secreto un festival de 20 millones de dólares del gobierno saudita
El festival de música Azimuth, que se llevó a cabo en el desierto saudita, se propuso reunir lo mejor de las culturas orientales y occidentales. Foto: Azimuth Festival/Facebook

Cuando los influencers de las redes sociales llegaron al festival de música Azimuth, en medio del desierto de Arabia Saudita, se les prometió un festival de excesos musicales y gastronómicos, todo ello subvencionado por una dependencia del gobierno saudita.

Lo que los asistentes no sabían era que la empresa de medios de comunicación juvenil Vice organizó en secreto el costoso festival de música, como parte del continuo empeño de la empresa de medios de comunicación en ganar dinero en el Estado de Medio Oriente a pesar del mal historial de derechos humanos del país.

Tan solo tres años después de que Vice anunció públicamente que suspendía todo tipo de trabajo en Arabia Saudita debido a las repercusiones del asesinato del disidente Jamal Khashoggi ordenado por el Estado, personas con información privilegiada de Vice indicaron a The Guardian que la empresa nuevamente estaba buscando agresivamente oportunidades de negocios en Arabia Saudita.

“Los empleados de Vice han expresado durante años su preocupación por la relación de la empresa con Arabia Saudita, y nos han engañado con declaraciones vacías y excusas patéticas“, dijo un empleado de Vice.

Aunque el festival de música Azimuth recibió poca publicidad por parte de los medios de comunicación occidentales cuando se celebró al comienzo de la pandemia de Covid-19, se cree que fue muy lucrativo para Vice. El personal de la empresa calcula que el presupuesto total fue de 20 millones de dólares.

El evento prometió reunir lo mejor de la cultura oriental (se llevó a cabo entre antiguas esculturas en Al-‘Ula, un sitio del patrimonio mundial que se encuentra en una ruta comercial histórica) con lo mejor de la cultura occidental (contó con la presentación del dúo de música dance Chainsmokers).

El cartel estuvo encabezado por el músico de electrónica francés Jean-Michel Jarre, que se presentó junto al rapero Tinie Tempah. Los chefs de alto nivel de restaurantes como Contra, de Nueva York, que cuenta con una estrella Michelin, y Annabel’s, de Londres, volaron para cocinar para los invitados. La artista contemporánea británica Lauren Baker colaboró con el estudio conceptual Shuster + Moseley para ofrecer muestras de arte especiales.

A pesar de ello, se tomaron medidas para mantener el nombre de Vice fuera del evento. Se pidió a los contratistas que trabajaron en el festival de música –organizado por Virtue, la agencia de mercadotecnia creativa de Vice– que firmaran acuerdos de confidencialidad, y el nombre de Vice no apareció en el material de promoción pública.

Arabia Saudita está desesperada por invertir grandes cantidades de dinero para cambiar su imagen a los ojos de los jóvenes occidentales, y Vice, a pesar de sus raíces contraculturales, actualmente es un negocio envejecido que necesita mejorar su posición financiera con rapidez.

La empresa aprovechó la ola de empresas emergentes de los nuevos medios de comunicación a principios de este siglo, no obstante, ya ha gastado miles de millones de dólares en inversiones, además de tener que responder a las acusaciones de acoso sexual e intentar ofrecer beneficios económicos a los inversionistas.

En consecuencia, el dinero que se ofrece en Medio Oriente resulta tentador y el año pasado Vice abrió una oficina exclusiva en la capital saudita, Riad. También llegó a un acuerdo para realizar películas promocionales para el país en colaboración con el Saudi Research and Marketing Group, una empresa que tiene estrechos vínculos con el Estado saudita y que también está asociada con los periódicos The Independent y Evening Standard.

Un empleado afirmó que los ejecutivos de Vice estaban muy conscientes del posible daño a su reputación que le podría causar el hecho de que la audiencia occidental de Vice se enterara de la medida en la que estaba colaborando con el Estado saudita, diciendo: “Es asombroso que -a pesar de la continua oposición del personal- Vice siga aceptando con gusto el dinero de un país que literalmente fue responsable del asesinato de un periodista sancionado por el Estado”.

Cuando se le preguntó por las preocupaciones del personal sobre su retorno a realizar negocios en Arabia Saudita, un portavoz de Vice respondió: “Hace más de cuatro años se creó Vice Arabia como parte de nuestra expansión global, junto con muchos otros medios de comunicación y empresas de contenido que se han expandido en la región. Vice siempre se ha enfocado en la creatividad y la cultura para los jóvenes de todos los rincones del mundo, y en la región saudita, dos tercios de la población son menores de 35 años”.

“Abrimos una oficina comercial y creativa en Riad a principios de este año, hecho que se informó y compartió públicamente. Nuestra voz editorial ha informado y siempre lo hará con total autonomía e independencia”.

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