‘Un delicado equilibrio’: consejos de los expertos para tratar la ansiedad de los niños con respecto a Ucrania
Funmi Alde comenta que las comparaciones con la segunda guerra mundial estarán presentes en la mente de los niños de 5º y 6º grado. Foto: Graeme Robertson/The Guardian

Funmi Alder, directora de la escuela primaria de Bearwood, en Berkshire, espera conteniendo el aliento para ver si sus alumnos regresarán de sus vacaciones de mitad de año devastados y convencidos de que la tercera guerra mundial está a punto de estallar en el Reino Unido.

Alder puso a sus profesores a la expectativa, aunque los alumnos de quinto y sexto grado son los que más le preocupan. “Estudiaron la segunda guerra mundial en el trimestre de otoño”, dijo. Las comparaciones, teme, podrían ser demasiado para algunos. “Sus profesores pueden discutir los acontecimientos actuales como una clase, y algunos niños pueden compartir cualquier ansiedad en ese momento”.

En las oficinas de The Week Junior, la redactora en jefe Anna Bassi se esfuerza por decidir la forma en que explicarán la invasión a sus lectores, de entre 8 y 14 años, en el número de la próxima semana. “Tendremos que contarles a nuestros lectores de forma clara y lo más serena posible lo que está ocurriendo y lo que ha conducido a esta situación”, dijo.

Una de las cosas en las que Bassi hace mucho hincapié es en proporcionar el contexto. “Sin eso, los niños pueden tener la impresión de que estas cosas simplemente surgen de la nada y eso podría ser aterrador para ellos”, explicó.

Sin embargo, a Bassi también le preocupa que los niños puedan obtener información de medios sociales poco confiables y no filtrados. “Definitivamente les aconsejaremos cuáles son los lugares de confianza en los que pueden buscar información y les diremos que, si se sienten ansiosos, hablen con los adultos y no indaguen más en las fuentes de noticias que posiblemente induzcan ansiedad y que agravarán sus temores”.

La profesora Vivian Hill, directora del programa de formación en psicología educativa, infantil y adolescente del University College de Londres, señaló que los padres ya no tienen mucho control sobre la forma en que sus hijos acceden a los conocimientos del mundo exterior.

“En una sociedad moderna, es muy difícil proteger a los niños de cualquier cosa”, señaló. “Los niños de hoy son más conscientes del conflicto en Ucrania que los niños de cualquier generación anterior, debido a las noticias transmitidas las 24 horas del día y a las redes sociales”.

“Incluso si los padres intentan proteger a sus hijos en casa, lo verán en sus teléfonos inteligentes o lo escucharán en el patio de recreo a través de otros niños”, dijo. “Sin embargo, independientemente de lo que los niños escuchen fuera de casa, los padres deben cerciorarse de que también están recibiendo información precisa y que está en contexto”.

“No obstante, existe un delicado equilibrio entre informar a los niños y alimentar sus ansiedades al hablar demasiado de ello”.

Judith Wenban-Smith, psicóloga forense especializada en familias, comentó que los padres debían vigilar atentamente los niveles de ansiedad de sus hijos mientras durara la invasión.

“Cada bomba generará aún más titulares, y los políticos responderán con un discurso cada vez más agresivo”, señaló. “El problema es que en los últimos dos años los niños han aprendido que el mundo es un lugar peligroso y que las cosas malas pueden ocurrir, y que efectivamente ocurren, cerca de casa debido al Covid-19″.

Mike Hughesman, expsicólogo educativo principal de Service Children’s Education, dijo: “Hoy mismo Facebook me mostró algo sobre el riesgo de un ataque nuclear en el Reino Unido”.

“Los padres tienen que decirles a los niños con ansiedad que el mundo se ha encontrado en situaciones como ésta en el pasado y que se han resuelto. También tienen que hacer hincapié, tal vez con el uso de un mapa, en cuán lejos está este conflicto de ellos”.

Hughesman divide a los niños en dos grupos. Aquellos menores de siete años, que todavía están en la fase de “monstruos en el closet”, necesitan que los tranquilicen y los distraigan manteniendo las rutinas cotidianas. Los niños mayores, sin embargo, necesitan que los tranquilicen con información y contexto. “Háblales de la Bahía de Cochinos y de otros conflictos. Diles que la gente tenía los mismos miedos y ansiedades en esa época, pero que se superaron esas crisis”, señaló.

El Dr. Jeremy Swinson, psicólogo educativo que ha trabajado con el gobierno, recomendó a los padres preocupados por el tema que intentaran un enfoque de terapia cognitivo-conductual para ayudar a los niños con ansiedad.

“La primera etapa es cognitiva: hablar de los motivos exactos por los que se sienten ansiosos y darles la información específica que necesitan para poner esas ansiedades en perspectiva”, explicó.

La segunda etapa es conductual. “A los adolescentes les encanta las campañas”, dijo. “Ayúdalos a desplazar sus preocupaciones participando en una organización benéfica local que trabaje para ayudar a los ucranianos”.

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