Las agresiones contra la prensa en México alcanzan un nivel récord durante la presidencia de AMLo

Los ataques contra la prensa en México han aumentado en un 85% desde que el presidente Andrés Manuel López Obrador asumió el cargo, convirtiéndolo en el período más letal para los periodistas desde que se tienen registros, según indica un nuevo informe.

México es uno de los países más peligrosos del mundo para los periodistas con mil 945 ataques -incluyendo 33 asesinatos- entre 2019 y 2021, según el grupo de libertad de prensa Article 19. Otros ocho periodistas han sido asesinados en lo que va del año.

En 2021, hubo 664 ataques registrados -el equivalente a uno cada 14 horas-, incluyendo amenazas en línea, acoso, acusaciones arbitrarias y siete asesinatos. Los funcionarios del gobierno fueron vinculados a 274 de los incidentes, mientras que el crimen organizado fue responsable de alrededor de 42.

La violencia contra los periodistas ha aumentado en las últimas dos décadas, sin embargo, se ha disparado durante el mandato de López Obrador, quien frecuentemente ataca a los periodistas y a los medios de comunicación independientes durante sus sesiones informativas matutinas. El presidente populista ha minimizado repetidamente la violencia contra la prensa, y recientemente arremetió contra el Parlamento Europeo después de que sus miembros lo instaron a frenar la retórica de ataque contra los medios de comunicación.

No obstante, el nuevo informe de Article 19 destaca la creciente amenaza que sufren los trabajadores de los medios de comunicación en todo el país y advierte que “negar esta realidad provoca que no se tomen medidas urgentes para detener esta brutal espiral de violencia”.

Los periodistas en México se enfrentan a un sinfín de amenazas.

Los reporteros que cubren temas de corrupción y política se siguen enfrentando a los mayores riesgos, seguidos por los reporteros de noticias de última hora que cubren tiroteos, accidentes y otras catástrofes.

Los periodistas que cubren temas de migración también fueron blanco de 20 agresiones registradas, con frecuencia vinculadas a funcionarios de inmigración y a la guardia nacional.

El asesinato de Regina Martínez en 2012 inició una ola de violencia en el estado de Veracruz, y expuso los riesgos a los que se enfrentan los reporteros locales lo suficientemente valientes como para investigar los vínculos entre la política y el crimen organizado.

“El impacto de los asesinatos de periodistas es brutal, afecta a sus familias y a la profesión en general”, señaló Patricia Mayorga, reportera del semanario Proceso. “Hay que convencer a la sociedad de que sin el periodismo de servicio público no sabríamos lo que está pasando en el resto del país”.

El año pasado, una coalición mundial de organizaciones de noticias denunció el hackeo ilegal generalizado ocurrido durante el gobierno anterior, que utilizó el software espía israelí Pegasus contra activistas de derechos humanos, maestros, académicos y periodistas. La investigación descubrió que el teléfono de Cecilio Pineda, un reportero de política y crimen local en el estado de Guerrero, fue marcado como objetivo unas semanas antes de que fuera asesinado en 2017.

Diecinueve periodistas fueron asesinados durante los tres primeros años del gobierno de Enrique Peña Nieto, y 26 bajo Felipe Calderón durante el mismo periodo de tiempo.

Sin embargo, López Obrador es el primero en denigrar a los periodistas de forma tan constante. En 2021, el presidente y sus funcionarios difamaron a la prensa al menos 71 veces, y en muchas ocasiones los mismos insultos fueron repetidos por figuras públicas y privadas el mismo día, según indica el informe.

“La violencia contra la prensa en México es una tragedia permanente. Las democracias les han prometido a los periodistas garantías para realizar su trabajo… sin periodismo no hay democracia y viceversa”, dijo Pedro Vaco, relator especial para la libertad de expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.