Los superhéroes de DC están problemas ¿Podrá Black Adam cambiar las cosas ?

Si no estás familiarizado con el concepto de “proyección fúnebre”, lo mismo ocurrió con los miembros del reparto y del equipo que se reunieron para las proyecciones secretas de la nueva película de Batgirl este agosto. Con toda probabilidad, fueron las últimas personas que vieron la película. La semana anterior, Warner Bros había anunciado que nunca se estrenaría Batgirl, sino que sería destruida, enterrada, tal vez reciba la extremaunción y sea incinerada en un pequeño ataúd con forma de murciélago.

Pocas veces, por no decir nunca, un estudio ha gastado 90 millones de dólares en una película para desecharla antes de que viera la luz. Y menos aún si se trataba de una película muy esperada (era una película de superhéroes con el término “bat” en el título), y que estaba destinada a ser un referente de inclusión. La propia Batgirl fue interpretada por la actriz dominicana-estadounidense Leslie Grace, quien se habría convertido en una de las primeras superheroínas latinas de la pantalla. Y la mejor amiga de Batgirl, Alysia Yeoh, fue interpretada por Ivory Aquino. Tanto el personaje como la actriz filipina-estadounidense son mujeres trans, otra novedad.

Por si fuera poco, los directores de Batgirl fueron el dúo marroquí-belga Adil El Arbi y Bilall Fallah. El Arbi se encontraba de luna de miel en Marruecos cuando recibió la noticia. “Me dijeron que iban a matar la película, y cuando lo supe me quedé en shock porque ni siquiera me di cuenta de que eso era una posibilidad”, dijo en Instagram. Fallah añadió: “Fue doloroso, estuve sensible, fue impactante, especialmente para nuestro equipo y el reparto”.

La noticia también fue recibida con alarma en todo Hollywood. “En la industria lo ven de forma muy negativa”, comenta una persona conocedora que trabajó en Batgirl (y que no quiso ser nombrada). “Casi todos con los que he hablado –desde productores hasta ejecutivos, agentes, artistas, diseñadores, guionistas, directores– han dicho que es lo más jodido que jamás han escuchado. Para mí es una señal de que Warner realmente no ha aprendido nada”.

El fiasco de Batgirl es otro indicador de que no todo marcha bien en la franquicia de DC. Para ser sinceros, rara vez ha estado bien. DC es una de las marcas más conocidas del planeta, hogar de personajes de renombre como Superman, Batman y Mujer Maravilla. DC inventó tanto el superhéroe (con el debut del cómic de Superman en 1938) como, discutiblemente, la película de superhéroes (con el Superman de 1978 protagonizado por Christopher Reeve). Sin embargo, Warner Bros, que es la propietaria absoluta de DC desde 1990, siempre ha tenido problemas para beneficiarse de ello. Mientras que su archirrival Marvel ha traducido su catálogo en una sucesión de películas y series para la pequeña pantalla interconectadas, bien recibidas e increíblemente lucrativas en los últimos 15 años, DC ha estado un paso atrás, y en todos lugares.

Actualmente, el universo extendido de DC (DCEU) parece estar expandiéndose hacia todas partes a la misma vez. El año pasado, The Batman, protagonizada por Robert Pattinson, fue un gran éxito, recaudando más de 770 millones de dólares a nivel mundial. Sin embargo, el Batman de Pattinson no tiene ninguna conexión con el núcleo del DCEU, el cual está habitado por personajes conocidos como la Mujer Maravilla de Gal Gadot y el Aquaman de Jason Momoa. En ese universo, la última vez que alguien lo comprobó, Ben Affleck era Batman, y posiblemente lo sigue siendo.

Sucede algo parecido con la némesis de Batman, el Joker. En el DCEU, fue interpretado por Jared Leto. En el Batman de Pattinson, hubo indicios de un nuevo Joker, interpretado por Barry Keoghan (que apareció en una escena eliminada). Además de estos tenemos al Joker de Joaquin Phoenix, ganador de un Oscar, que no tiene relación con ninguno de los anteriores. Mientras que los superhéroes de Marvel existen todos en el mismo universo bien ordenado, los fanáticos de DC deben recurrir cada vez más a un pizarrón de corcho y a un ovillo de hilo rojo para saber quién es quién, dónde y cuándo.

Otras películas recientes de DC han sido sin duda azarosas. Mujer Maravilla, Aquaman y Shazam! fueron éxitos; Aves de Presa y El Escuadrón Suicida, que introdujeron nuevos equipos de superhéroes, fueron fracasos. La secuela de Mujer Maravilla 1984 también fracasó en 2021, y ahora las secuelas de Shazam! y Aquaman fueron pospuestas, la primera a marzo de 2023 y la segunda a diciembre de 2023.

Los fanáticos de DC se han acostumbrado a este nivel de caos. Desde el punto culminante de la trilogía de Batman: el caballero de la noche de Christopher Nolan, la marca ha anunciado regularmente grandes planes y proyectos, solo para abandonarlos y cambiar de rumbo. Hace una década, por ejemplo, inspirada por el éxito de la saga de Los Vengadores de Marvel, DC se propuso construir su propia serie de películas interconectadas, principalmente bajo la batuta del director Zack Snyder. Pero después de reiniciar Superman (con Henry Cavill) en El hombre de acero de 2013, la catástrofe de superhéroes de 2016 de Snyder Batman Vs Superman: El origen de la justicia (con Affleck como Batman) fue criticada por ser lúgubre, oscura e hipermasculina. “Tan entretenida como que te rompan un fregadero de porcelana en la cabeza”, se quejó el New York Times.

Entonces, Warner le arrebató abruptamente a Snyder la gran película conjunta de DC, la Liga de la Justicia, a mitad de la producción y se la pasó a Joss Whedon, director de las películas de Los Vengadores de Marvel. El resultado fue otra decepción crítica y comercial, que dejó la gran visión unificada en ruinas.

“Para DC ha sido un reto mantener el ímpetu y reunir una serie constante de éxitos de crítica y taquilla, y esto ha creado frustración en los fanáticos”, observa Paul Dergarabedian, analista principal de la firma de análisis de medios Comscore. “La gran diversidad en la selección de personajes presentados en películas que varían enormemente en cuanto a tono, punto de vista y atractivo para el público ha hecho que los resultados de la taquilla sean irregulares y difíciles de predecir”.

La agitación y la incoherencia se están convirtiendo en un factor de rechazo, señala Grace Randolph, del canal de YouTube Beyond the Trailer. “Los fanáticos de DC se preguntan: ‘¿Cómo voy a interesarme por algo que ni siquiera sé si va a continuar? Los fans solo tienen cierta disponibilidad para cualquier tipo de proyecto de cómics, y Marvel ocupa mucha disponibilidad estos días”.

La película con la que Warner contaba para lidiar con este asunto de la franquicia es The Flash, centrada en el adolescente superveloz de Ezra Miller. Actualmente, el estreno de The Flash está previsto para junio de 2023, y ya lleva cinco años de retraso, con un presupuesto que se rumora ha superado los 300 millones de dólares, aunque la película se ha topado con problemas aún más profundos.

El año pasado, Miller se vio envuelto en una serie de incidentes preocupantes, entre ellos el supuesto robo a una casa en Vermont, detenciones por agresión, acoso y alteración del orden público, así como acusaciones de haber preparado sexualmente a una mujer nativa americana de 18 años durante varios años, utilizando una mezcla de “violencia, intimidación, amenaza de violencia, miedo, paranoia, delirios y drogas”.

Estos no son el tipo de titulares con los que cualquier película querría que se asociara a su estrella, y mucho menos una de la que depende la fortuna de una franquicia multimillonaria. La decisión de mantener a The Flash empeora aún más la imagen de la cancelación de Batgirl. Como señala una persona conocedora de la situación: “¿Tienes a este criminal al borde de la legalidad como protagonista de The Flash y cancelas la película con la mujer latina y la coprotagonista trans?

Entonces, ¿por qué se canceló Batgirl? Un factor clave es la reciente reorganización de Warner Bros. En abril, la empresa se fusionó con el grupo Discovery para formar un nuevo conglomerado de medios de comunicación, Warner Bros Discovery, con un nuevo jefe: el exdirector general de Discovery, David Zaslav. Ante una montaña de 55 mil millones de dólares de deuda corporativa, Zaslav prometió ahorrar 3 mil millones de dólares inicialmente. Al cancelar Batgirl, convirtió el proyecto en una deducción fiscal de 90 millones de dólares. Desde el punto de vista financiero, la película vale más muerta que viva.

Sin embargo, la razón que Warner dio para la cancelación de Batgirl fue “un cambio estratégico en relación con el universo DC y HBO Max”. Esto significa que Zaslav efectivamente está dándole un giro de 180 grados al barco. “Durante los últimos tres o cuatro años, Warner Bros ha ‘apostado’ por el streaming”, explica Matthew Belloni, fundador del boletín Puck y exeditor de Hollywood Reporter.

Superada por rivales como Netflix y Disney+ durante la pandemia, Warner se concentró en construir su propia plataforma de streaming, HBO Max. El estudio incluso comenzó a estrenar nuevas películas en HBO Max al mismo tiempo que en los cines, para gran disgusto de cineastas como Christopher Nolan (quien desde entonces huyó a Universal para hacer su nueva película, Oppenheimer). No obstante, ahora Zaslav ha decidido que Warner y DC deberían hacer películas para la gran pantalla, no para la pequeña.

“Ahora la prioridad es ganar dinero, no necesariamente acumular suscriptores”, explica Belloni. “Así que, si pueden ganar unos cientos de millones de dólares en los cines, lo van a hacer, y después la película pasará al streaming”. Batgirl siempre estuvo pensada como una película directa al streaming para HBO Max, y por ello se le consideró prescindible.

Belloni se ha reunido varias veces con Zaslav, comenta. “Es muy contundente, muy seguro de sus creencias. Es un gerente corporativo, no es una persona creativa, él será el primero en decírtelo”. Sin embargo, Zaslav ha realizado una gira informativa por Hollywood en los últimos meses. “Así que está dando todos los pasos correctos para alguien que llega y dirige una empresa como esta, pero es un forastero”. Otra figura anónima de Hollywood lo expresó con menos generosidad: “Zaslav no sabe lo que no sabe”.

Hay otra figura que se cierne sobre los problemas de la franquicia de DC: Kevin Feige, el productor que ha llevado con tanto éxito el universo de superhéroes de Marvel a la pantalla. Para muchas personas, el verdadero problema de Warner es que nunca ha encontrado a su propio Feige. Intentaron poner a Snyder en ese papel, pero no funcionó.

Su equivalente más cercano es Walter Hamada, jefe de la división de películas de DC de Warner, pero Hamada no tiene ni la libertad creativa ni el profundo conocimiento de los cómics del que goza Feige, señala un creativo que ha trabajado en películas tanto de Marvel como de DC. “Las personas que trabajan en Marvel conocen su universo de memoria, lo viven”, explica. “La gente como Kevin Feige, viene de abajo. Su línea de base es que son fanáticos. No me parece que Walter Hamada y la gente que dirige DC fueran fanáticos del material”.

Según una persona conocedora, los directores de Batgirl, Fallah y El Arbi, presionaron reiteradamente para cambiar el guion e incluir más escenas de acción, pero Hamada se negó. “Era lo contrario a Marvel, que estaba abierta a las ideas y a cambiar las cosas”. Además, mientras que Marvel comparte recursos, como la utilería y los sets virtuales, entre las películas, no existe tal cooperación en el universo DC. Por eso, mientras los creadores de The Batman construyeron una Gotham City atmosférica, esta no fue compartida con el equipo de Batgirl, que tuvo que construir su propia Gotham City desde cero.

En agosto, Zaslav anunció el “reinicio” de la franquicia de DC, y dijo que construiría “un equipo con un plan de 10 años”, muy similar a la estructura que Disney creó para Marvel. Se espera que Hamada se vaya, pero Warner tiene dificultades para encontrar un sustituto. El puesto es descrito como “el mejor trabajo de Hollywood que nadie quiere”.

Entretanto, DC vuelve a lanzar los dados este mes con el lanzamiento de su última extravagancia de superhéroes, Black Adam. Una vez más, el personaje –un antiguo antihéroe egipcio con poderes que rivalizan con los de Superman– es prácticamente desconocido, pero al menos está interpretado por la megaestrella Dwayne Johnson, que tiene grandes planes para él. “No quería hacer una única película“, dijo Johnson en la Comic-Con de San Diego en julio. “Queríamos crear una película de Black Adam que no solo se convirtiera en la base, sino que también se convirtiera en la plataforma para poder lanzar otros personajes”.

Se habla de una secuela, en la que Black Adam se enfrentaría a los principales personajes del DCEU, como Batman, Mujer Maravilla y Superman (se rumora que Cavill aparecerá en Black Adam). Así que todavía no hay que guardar el hilo rojo. Como de costumbre, nadie tiene ninguna idea de cómo resultará el universo DC.

“Ahora mismo, se encuentran en una encrucijada”, dice Randolph. “Hay dos opciones: o dejar que Dwayne Johnson se haga cargo en caso de que Black Adam sea un gran éxito. O, yo recomiendo que desechen absolutamente todo lo demás y simplemente sigan adelante a partir de The Batman (de Pattinson) y construyan a partir de ese universo”.

A pesar de las proyecciones fúnebres, la resurrección de la franquicia de DC es totalmente posible. A mediados de agosto, Miller se reunió con Warner para diseñar una “corrección del curso” y salvar a The Flash. Miller (que utiliza los pronombres él/elle) publicó una disculpa pública por su comportamiento y dijo que estaba buscando tratamiento para “problemas complejos de salud mental”.

Warner Bros también firmó un acuerdo exclusivo con el director de The Batman, Matt Reeves, reafirmando su compromiso con los creativos y casi garantizando una secuela. También se está preparando una secuela del Joker, con Lady Gaga en el reparto junto a Joaquin Phoenix. Se rumora que será un musical.

Su archirrival Marvel, por su parte, corre el riesgo de perder fanáticos con sus interminables secuelas y spin-offs, que en su mayoría se ajustan al espíritu familiar de Disney. DC siempre fue la marca más oscura, más provocadora, más adulta. Y, como han demostrado el Joker y The Batman, existe un considerable público no fanático que simplemente quiere ir a ver una película independiente sin sentir que tiene que haber visto otras 20 películas antes.

La desarticulación del universo DC podría demostrar ser una ventaja, señala Belloni. “Es una limitación, pero también es una libertad hasta cierto punto. Disney no podría hacer una película del Joker de clasificación R. Eso no forma parte de la marca Marvel. Warner tiene la capacidad de hacerlo con sus personajes clave”. ¿Podría DC ser más exitoso? Por supuesto. DC no está en un lugar horrible. Lo está haciendo bien. Solo quieren que sea mejor”.