Los amantes de la Sriracha sienten los estragos mientras continúa la escasez
Una foto de salsas sriracha. Foto: Ann Ding/The Guardian

Los amantes de la sriracha de todo el mundo están sintiendo el no tan agradable ardor de la escasez de la amada salsa picante, que ya cumple su segundo año. La sequía en México ha provocado una escasez de chiles –en particular, jalapeños rojos, la materia prima de la Sriracha– que ha obligado a Huy Fong Foods, el fabricante californiano del icónico condimento, a reducir la producción.

“Es un cultivo difícil de producir”, comentó Stephanie Walker, científica de plantas de la Universidad Estatal de Nuevo México, que forma parte de la junta asesora del Chile Pepper Institute. “Los jalapeños exigen mucho trabajo, y requieren que la gente los corte a mano antes de llevarlos a procesar”.

El cuidado especial que requieren estos chiles los hace mucho más vulnerables a las condiciones climáticas extremas, como la persistente sequía en el norte de México, favorecida por la disminución del suministro de agua del río Colorado.

“Normalmente, el chile se cultiva mediante irrigación”, explicó Paul Gepts, investigador de cultivos de la Universidad de California en Davis. “Pero el suministro de agua ha ido disminuyendo y si no se dispone de una cierta cantidad mínima de agua para regar los cultivos, a menos que llueva, no habrá cosecha”.

Existen cinco especies de chile, repartidas por todo el continente americano, desde México hasta Bolivia, que tienen el grado de picor necesario para la salsa Sriracha. Algunas de estas variedades se utilizan para otras salsas picantes e imitaciones de la Sriracha.

Sin embargo, los fans de la inconfundible salsa de tapa verde pueden notar la diferencia y se mantienen fieles a la original.

“En el caso de la Sriracha, su sabor y calidad particulares realmente determinan cómo hay que preparar los jalapeños, debido al perfil de sabor único que los consumidores adoran”, explicó Walker. “Esas notas muy picantes, un poco ácidas, casi cítricas del chile”.

Phans 55, un restaurante vietnamita situado en el condado de Orange, California, ha estado operando con el suministro limitado de Sriracha durante los últimos tres meses.

“Ahora ya no queda nada”, comentó Andre Nguyen, que trabaja como mesero, y añadió que la salsa es esencial para una gran variedad de platillos, desde el pho hasta el arroz.

“El sabor de la Sriracha es tan único que es difícil de imitar”, señaló Nguyen. “Todos preferirían comer Sriracha antes que otra marca que intente copiarla”.

Los revendedores de Amazon, eBay y Craigslist están ofreciendo las botellas de salsa picante a un precio de hasta 120 dólares (unos 2 mil pesos). Un representante de Huy Fong Foods indicó en un comunicado enviado a The Guardian que, aunque “recientemente se reanudó una producción limitada”, la empresa no tiene “ninguna estimación de cuándo aumentará el suministro”, ni de cuándo volverá a llegar a los estantes de los supermercados.

El traslado del cultivo a una zona que se vea menos afectada por condiciones meteorológicas extremas y el desarrollo de nuevas variedades de chile tolerantes al calor y la sequía podrían ayudar a evitar la escasez en el futuro. Aun así, se trata de una solución a más largo plazo para el problema que llegará a los estantes estadounidenses de forma inminente.

“Veremos estas perturbaciones con mayor frecuencia debido al cambio climático”, señaló Gepts.

Síguenos en

Google News
Flipboard