¿Quién es Gabriel Attal, el primer ministro francés que ha escalado posiciones en tiempo récord?
Attal, el primer ministro más joven de Francia e hijo de familia privilegiada, es conocido por su capacidad de pensar con los pies en la tierra.
Attal, el primer ministro más joven de Francia e hijo de familia privilegiada, es conocido por su capacidad de pensar con los pies en la tierra.
En poco más de una década, Gabriel Attal ha pasado de ser funcionario del Ministerio de Salud a ocupar el segundo cargo de estado más importante de Francia.
Desde el martes Attal se ha convertido también en el primer ministro más joven de Francia, tiene 34 años, y es el primer jefe de gobierno abiertamente gay.
Es una trayectoria espectacular, incluso para alguien del entorno privilegiado de Gabriel Attal, para quien cada ascenso profesional parece haber sido extraordinariamente fácil.
En los primeros años de la presidencia de Emmanuel Macron, Attal formó parte de un grupo de jóvenes bien educados y de orígenes acomodados elegidos para asesorar y apoyar al también joven líder francés.
Attal se distinguía del grupo por su disposición a hablar en público sobre cualquier tema que se le planteara y su talento para encontrar el bon mot (palabra adecuada) y el soundbite (frases pegadizas). Su formidable capacidad de comunicación y su habilidad para pensar y hablar en público en el parlamento le han valido el apodo de “francotirador de las palabras”.
Attal es hijo de Yves Attal, abogado y productor de cine de ascendencia judía tunecina fallecido en 2015, y de Marie de Couriss, descendiente de cristianos ortodoxos de Odesa. Creció en París con sus tres hermanas menores y utiliza su nombre completo, Gabriel Attal de Couriss.
En 2019, Attal dijo al medio de noticias Libération: “Mi padre me advirtió: tal vez seas cristiano ortodoxo, pero te sentirás judío toda tu vida, principalmente porque sufrirás antisemitismo debido a tu nombre”.
Se educó en la École Alsacienne, el colegio privado preferido por los padres de altos cargos de la política y las artes en el distrito 6 de París, donde las clases de inglés son obligatorias desde primaria. Más tarde contó cómo había sido acosado en el colegio. Tras el bachillerato estudió en la prestigiosa universidad Sciences Po y obtuvo un máster en relaciones públicas.
Según sus amigos, su ambición política se despertó cuando asistió a una manifestación contra Jean-Marie Le Pen cuando el líder de extrema derecha pasó a la segunda vuelta de las presidenciales contra Jacques Chirac en 2002. Se afilió al Partido Socialista en 2006 y apoyó a su candidata presidencial, Ségolène Royal, en las elecciones de 2007.
En 2012, un periodo de prácticas en el gabinete de la entonces ministra de salud, Marisol Touraine, madre de uno de sus compañeros, lo llevó a obtener un puesto de tiempo completo en el ministerio a la edad de 23 años.
Touraine le reconoció como un “hombre inteligente y sensible”, augurándole “una gran carrera y un futuro brillante”.
En 2016 abandonó el partido socialista para unirse al naciente partido político centrista de Macron, En Marche, que más tarde se convirtió en La République En Marche (LREM).
Desde entonces, su ascenso en las filas políticas ha sido imparable y tan rápido como el hombre al que sirve, Macron.
A los 29 años fue nombrado secretario de Estado del Ministerio de Educación, convirtiéndose en el miembro más joven del gobierno de la V República, que nació en octubre de 1958.
Ha desempeñado varios cargos políticos de alto nivel, como jefe del LREM, portavoz del gobierno, ministro de Cuentas Públicas y ministro de Educación. Fue elegido miembro de la Asamblea Nacional en junio del año pasado.
Attal es la pareja sentimental de Stéphane Séjourné, de 38 años, eurodiputado y secretario general del partido gobernante, ahora llamado Renacimiento, que fue uno de los asesores políticos de Macron hasta 2021.
En la última década, la política de Attal parece haberse desplazado del centro-izquierda al centro-derecha. En 2018, respondió a las huelgas del personal de SNCF, la compañía nacional de ferrocarriles, diciendo que Francia tenía que “salir de la cultura de la huelga” y acusó a los estudiantes que protestaban contra los cambios en el sistema educativo de “bobos egoístas (bohemios burgueses)”.
Macron, conocido en su día como “el chico de oro” de la política francesa por su juventud, dinamismo y ambición, apostará por el joven, dinámico y ambicioso Attal para vigorizar un gobierno debilitado por su falta de mayoría parlamentaria y entusiasmar a una generación más joven de votantes desilusionados de cara a las elecciones europeas.
Un sondeo reciente realizado por Elabe para Les Échos sugiere que sería un nombramiento popular, con un 36% de los encuestados que creen que Gabriel Attal será un buen primer ministro.
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