Bangladesh inicia investigación sobre niños adoptados ilegalmente en el extranjero
Fotografías de familias y niños en Dhaka, Bangladesh, tomadas entre 1972 y 1977 por el médico británico Jack Preger, de 93 años, que recopiló una lista de madres que decían que les habían quitado a sus hijos. Foto Joshua BrightThe Guardian

La policía de Bangladesh ha puesto en marcha una investigación sobre denuncias históricas de adopción de niños en el extranjero sin el consentimiento de sus padres, tras una investigación de The Guardian sobre adopciones en los Países Bajos en la década de 1970.

La Brigada Especial de Bangladesh en Dhaka confirmó que había abierto una investigación sobre las circunstancias que rodearon la adopción de varios niños entre 1976 y 1979.

Es la primera vez que la policía investiga las acusaciones de que los niños eran arrebatados a sus madres mediante una táctica conocida como el “fraude del internado”, en la que se ofrecía a familias vulnerables un alojamiento temporal para sus hijos, sólo para descubrir que eran adoptados en el extranjero sin su consentimiento.

El superintendente especial Tahsin Mashroof Hossain Mashfi declaró a The Guardian: “Arrojar luz sobre este asunto nos ha infundido un profundo sentido de la responsabilidad. Nos comprometemos a llevar a cabo una investigación justa e imparcial, esforzándonos por contribuir significativamente al proceso de curación de la nación.”

Saida Muna Tasneem, alta comisionada de Bangladesh en el Reino Unido, escribió al ministro de Asuntos Exteriores del país, A.K. Abdul Momen, en agosto de 2023 para llamar la atención sobre el hecho de que The Guardian publicaría en breve una serie de podcasts y artículos sobre estas acusaciones y pedirle que investigara el asunto. Su carta fue transmitida al Ministerio del Interior, lo que desencadenó la investigación policial.

La adopción internacional desde Bangladesh comenzó poco después del final de la guerra de liberación en 1971, cuando nacieron miles de bebés de supervivientes de abusos sexuales. Como consecuencia, el gobierno introdujo una legislación de emergencia que permitía a los extranjeros adoptar “bebés de la guerra”, que habían sido abandonados en orfanatos de todo el país. Miles de adopciones tuvieron lugar en la década siguiente, mucho después de que la guerra hubiera terminado.

En 1976 y 1977, varias madres bangladeshíes de la zona de Tongi, en Dhaka, denunciaron que habían sido engañadas para que entregaran a sus hijos a un orfanato local y que sus hijos habían sido adoptados en los Países Bajos sin su consentimiento.

The Guardian entrevistó a varios adoptados que creen que les robaron a sus familias en Bangladesh, y a madres ancianas que afirman que se llevaron a sus hijos sin su consentimiento y aún esperan reunirse con ellos.

Bangladesh inicia investigación sobre niños adoptados ilegalmente en el extranjero - Bangladesh
Kana Verheul fundó la Comunidad Shapla para ayudar a reunir a los adoptados en los Países Bajos con sus familias biológicas. Foto: Noor Alam/The Guardian

Kana Verheul, holandesa-bangladeshí adoptada, fue la primera testigo interrogada por la policía. “El Estado holandés ha hecho la vista gorda ante estas acusaciones durante demasiado tiempo”, declaró a The Guardian.

“Espero que Bangladesh, mi país de nacimiento, coopere con los adoptados y nos conceda acceso al apoyo y la información necesarios para recuperar nuestras identidades y reunirnos con nuestras familias”.

Verheul fue llevada a Holanda siendo un bebé y descrita en sus documentos de adopción como huérfana. Pero cuando se embarcó en la búsqueda de su familia biológica en Bangladesh, descubrió que gran parte de lo que creía saber sobre su pasado era falso. Verheul fundó la Comunidad Shapla, que representa al mayor grupo de adoptados bangladeshíes en Holanda y trabaja para reunirlos con sus familias biológicas.

En Tongi, hubo reacciones encontradas entre las madres, que durante demasiado tiempo se han sentido defraudadas por las autoridades. “Quiero creer que son buenas noticias y que se hará justicia, pero ¿qué significa eso?” dijo Nur Jahan, cuyo bebé desapareció a finales de los años setenta.

“Ha pasado casi medio siglo y todavía no estoy cerca de recuperar a mi hijo”, dijo. “Hasta que no nos reunamos, no puede haber justicia a mis ojos”.

Sayrun Nisa, cuyo hijo también desapareció en la década de 1970, dijo: “Llevo tanto tiempo rezando por esto que me cuesta creer que esté ocurriendo. Las madres de Tongi son ya ancianas y muchas ya han muerto. Espero que esta investigación encuentre las respuestas que todos hemos estado buscando y nos dé por fin algo de paz”.

Traducción: Ligia M. Oliver

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