La mexicana becada por el Museo del Prado: ‘Aquí apenas se nota la importancia de los restauradores de arte’

Silvia Ixchel García es una amante de reparar cosas desde que era niña. Para ella, esa actividad no tenía un nombre, hasta que una maestra le dijo que se trataba de la restauración. Ahí encontró lo que quería hacer el resto de su vida. Su amor por esta profesión la llevará a trabajar en el Museo Nacional del Prado, en España, a partir de septiembre.

Nacida en 1990 en la colonia Aragón de la alcaldía Gustavo A. Madero, en la Ciudad de México, la hoy restauradora tuvo otros gustos como el baile, la cocina y la pintura. Esta última actividad la practicó como un pasatiempo durante su infancia, pero posteriormente la dejó porque encontró lo que más le gustaba.

Ixchel García es licenciada por la Escuela Nacional de Conservación, Restauración y Museografía (ENCRyM) y maestra en Gerencia de Proyectos Inmobiliarios y Gestión de Proyectos por la Universidad La Salle.

Para llegar al Museo del Prado –la institución cultural más importante de España–, la especialista participó en la convocatoria para jóvenes egresados de escuelas mexicanas de restauración. Entre los 30 solicitantes ganó ella con un proyecto de memoria de restauración de una obra de arte seleccionada por los expertos españoles.

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“Todo fue hipotético, porque no se puede realizar una propuesta de intervención hasta que se ve la pieza físicamente; sin embargo, para poder realizar la iniciativa, tuve que documentarme para conocer y darme una idea de cómo se encontraba la pieza en cuestión”, dijo en entrevista para La-Lista. 

La experta mexicana todavía desconoce lo que hará con exactitud en el Museo del Prado, pero trabajará dentro de los talleres de restauración, acudirá a conferencias y tendrá un acercamiento con especialistas del área de ciencias.

¿Desde hace cuánto tiempo te dedicas a la restauración y por qué decidiste estudiar esta profesión?

Me empecé a dedicar a esta profesión desde 2009, cuando ingresé a la escuela. En un principio no conocía la carrera, pero tuve la oportunidad de conocer a una restauradora que me platicó de todo lo que realizaba un profesionista, que incluye ciencias como la física, la química y también ciencias sociales como historia y entrevistar a las personas que consumen el arte, entonces me encantó todo lo que me platicó me encantó. 

Desde antes tenía un perfil: me gustaba reparar cosas y armar rompecabezas. Era como acumuladora, porque todo lo que se rompía lo quería pegar y que quedara como nuevo, pero sobre todo que volviera a funcionar. Creo que siempre lo supe, solo no conocía la carrera y una vez que lo hice dije: “Esto es lo que yo quiero”. 

La @cultura_mx y el INBAL felicitan a la experta Silvia Ixchel García Valencia, colaboradora del equipo CENCROPAM, por obtener la Beca de Formación e Investigación en Restauración de Pintura, la cual realizará en el @museodelprado. ¡Enhorabuena! ? pic.twitter.com/ULPjARe6uq

— Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (@bellasartesinba) March 13, 2021

¿Cómo te interesaste por los bienes muebles y la pintura de caballete?

Mi carrera es de restauración de bienes muebles. Me empezó a llamar la atención la pintura de caballete y me gustó mucho desde que la puse en la carrera. Era como la joya de la corona, tenía muchas ganas de cursarla, y cuando llegué a ese semestre en que nos impartieron el conocimiento en torno a la pintura de caballete, quedé fascinada y continué investigando. 

Me dieron la oportunidad de una clase optativa y quise repetir ese taller. Una vez que salí fue complicado seguir especializándome porque trabajas de lo que hay; sin embargo, con esfuerzo he luchado para continuar aprendiendo en esto, y fue lo que me llevó a participar en la beca para trabajar en el Museo del Prado. 

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¿Cuánto cobras por una restauración?

Hay muchos factores que definen cuánto cobrar por una restauración. Depende mucho del tamaño, qué tan dañada esté, lo que haya que hacerle e, incluso, los materiales que se requieran. Algunos colegas cobran por el artista, pero yo cobro por trabajo sin importar de quién sea. Sin embargo, en este momento no podría decir algún monto.

¿Los restauradores pueden vivir dignamente en México?

Hay de todo. Yo vivo dignamente, pero sé de algunos que tienen que tener como tres o cuatro trabajos. Creo que ocurre como en todas las carreras, es un poco de suerte y de moverte mucho.

¿De cuál restauración te sientes más orgullosa?

Una en particular no tengo, todas me han gustado y de todas he aprendido y todas han sido desafíos. Creo que no tengo alguna que sea la que más me ha gustado. Al menos ahorita no lo recuerdo, todas han sido especiales, han sido distintas.

¿Cuál ha sido la restauración más complicada que has hecho?

Esa se quedó en proceso. Hay una pieza que tiene doble capa pictórica y por adelante y por atrás está rota. Entonces hay que hacer algo para volverla a unir sin que se cubra ningún lado pictórico, encontrar un montaje en que justo se puedan seguir observando ambas partes. Que no es tan complicado, pero sí el volverlas a unir porque están partidas a la mitad. Por lo general se le puede poner parches donde está roto, pero esta es una pintura que está rota por ambos lados, lo cual lo complica un poco.

¿Cuál es la obra que sueñas restaurar?

Hasta el momento no he soñado con restaurar alguna en específico. Lo que a mí me gusta es que los restauradores tengamos esa fortuna de tener las obras en nuestras manos y observarlas más de lo que se permite en los museos. Es uno de los beneficios que tenemos, la mayoría de las personas solo pueden verlas a un metro de distancia y nosotros tenemos la oportunidad de estar en frente de ellas. Pero en particular no sueño con tocar alguna en específico.

¿Quiénes son los grandes maestros de la restauración que te inspiran?

No sé si grandes maestros, pero tuve unos muy buenos profesores en la ENCRyM, que son quienes siento me han inspirado porque son buenos restauradores. No sé si se puedan llamar así o que todo el mundo los conozca. Alguien famoso y en particular no, nadie; en cuanto a mis profesores sí tengo algunos a los cuales sí admiro, como Yolanda Madrid, de la Escuela Nacional de Conservación, Restauración y Museografía.

¿El sismo del 19 de septiembre de 2017 representó algo en tu carrera?

El sismo del 2017 sí tuvo algunas repercusiones, sobre todo porque se le dio notoriedad a que hacían falta restauradores y recursos para que trabajaran. Ha servido justo para poder ver que tal vez la gestión de riesgos no está actualizada, que hace falta algo por realizarse para que este tipo de catástrofes no vuelvan a suceder. Finalmente el daño ocurre porque no se le da la conservación preventiva, se pueden mitigar los riesgos.

¿En México cuál es la perspectiva que se tiene de la carrera de restauración? ¿Se tiene conocimiento de lo que hacen?

Considero que en México apenas se está tomando en cuenta la relevancia de lo que hace un restaurador, en ocasiones por intervenciones con resultados cuestionables. Poco a poco se está dando más difusión a que existimos profesionistas que nos encargamos de la protección y salvaguarda del patrimonio cultural. Considero que actualmente ha habido un cambio y ya se le está tomando más consideración a nuestra labor.

¿Hay una diferencia entre la restauración que hacen en España y en México?

Considero que no existe como tal una diferencia sustentable entre la restauración de España y México. Tal vez son diferentes formas de abordarlo, pero lo que se intenta tener como profesión es que haya un consenso y que todos estemos actualizados de la misma manera. Tal vez por el contexto, por su patrimonio y sus leyes haya una distinta perspectiva, pero en cuanto a cosas técnicas, no creo encontrar una gran diferencia. 

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¿Cómo se puede mejorar la restauración en México?

La restauración en México se puede mejorar al darle a los profesionistas la importancia que merecen como restauradores. Creo se debe dar notoriedad a que existimos especialistas, con carrera, para realizar este tipo de actividades. Además se le puede dar más recursos a la parte de restauración cultural. También con difusión, porque no se cuida lo que no se conoce.