Familias critican visitas casa por casa del gobierno para buscar a los desaparecidos
Este 30 de agosto, familiares de personas desaparecidas se concentraron en la Ciudad de México para exigir la búsqueda de las víctimas de desaparición en el país. Foto: Alexis Ortiz/ La-Lista

El 5 de agosto de 2023, dos personas con chaleco de la Secretaría de Bienestar llegaron a la casa de Araceli Rodríguez Nava para preguntar por su hijo, Luis Ángel León Rodríguez, policía federal desaparecido desde el 16 de noviembre de 2009.

Los trabajadores de la Secretaría de Bienestar querían saber si Luis Ángel ya estaba en su casa o si seguía desaparecido, una situación que causó dolor y molestia en Araceli, pues acusa que desde hace 14 años las autoridades no han dado con el paradero de su hijo, a pesar de que la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) ya emitió una Recomendación en la que acreditó que su ausencia es responsabilidad del Estado.

“Hay una omisión muy grave del Estado”, cuestiona Araceli sobre la situación de miles de desaparecidos que no han sido buscados y las visitas que los funcionarios de la Secretaría de Bienestar están realizando a los hogares de las personas desaparecidas, como parte de una estrategia del gobierno federal para verificar si las 111 mil víctimas de desaparición siguen ausentes o si están en sus hogares.

“Sentimos frustración, la omisión de que realmente no han hecho una búsqueda digna”, critica Araceli sobre la estrategia federal con la que, según la opinión de especialistas en derechos humanos, el gobierno trata de “rasurar” la cifra de personas desaparecidas de cara a las elecciones presidenciales de 2024.

Una sobrina de Araceli fue quien atendió a los funcionarios de la Secretaría de Bienestar y luego los comunicó con ella a través de una llamada telefónica. 

“Era un hombre y una mujer que le dijeron a mi sobrina que iban a buscar a Luis Ángel León Rodríguez porque estaba reportado como desaparecido, que le querían hacer unas preguntas y si ya había aparecido bajaran su ficha de búsqueda del sistema “, dice Araceli sobre lo que ambos funcionarios dijeron a su sobrina. 

Luego, Araceli habló con ellos por teléfono, ya que no se encontraba en ese domicilio de Nezahualcóyotl, Estado de México, porque fue desplazada de ahí desde 2009 por amenazas en su contra, debido a las exigencias de justicia que ha hecho.

“Mi sobrina les dice que ella no es la indicada para darles información y me pasa por teléfono a una mujer, que me dice que van de la Secretaría de Bienestar y de la Secretaría de Seguridad Ciudadana. Me dicen que van a ver si Ángel ya apareció para que bajen su ficha de búsqueda del sistema. Les dije que no iba a responder ni una pregunta más y que solo les quería hacer saber que Luis Ángel aún no aparece”, relata Araceli en una entrevista concedida a La-Lista.

Este 30 de agosto se conmemoró el Día Internacional de las Víctimas de Desaparición Forzada, en el que varias familias protestaron en contra de la estrategia del gobierno federal para revisar el Registro Nacional de Personas Desaparecidas.

El presidente Andrés Manuel López Obrador, quien acumula más de 40 mil víctimas de desaparición en sus cinco años de gobierno, ordenó la revisión al Registro Nacional que fue diseñado por funcionarios públicos de su propia administración.

“Me parece el crimen más injusto que el presidente puede cometer”, expresa Hermelinda Ruiz, mamá de Roberto Córdoba Ruiz, otro policía federal desaparecido el 22 de agosto de 2010 en Aldama, Tamaulipas.

Hermelinda, quien vivía en el estado de Veracruz cuando ocurrió la desaparición de Roberto, también comenta que hace unas semanas funcionarios de la Secretaría de Bienestar visitaron el lugar donde residía y dijeron a los vecinos que buscaban a “una persona desaparecida”.

Sin embargo, la víctima de desaparición que los funcionarios buscaban se llama Erick. “Pensamos mi hija y yo que lo que están haciendo es preguntar, sin ton ni son, si alguien sabe de algún desaparecido”, lamenta Hermelinda, quien se enteró de que visitaron su antiguo hogar por una vecina que le llamó por teléfono para contarle lo ocurrido.

“Los vecinos se pusieron de nuestro lado porque ellos saben que tengo un hijo desaparecido”, comenta Hermelinda. “Me parece un sinsentido que el presidente diga que las personas desaparecidas están escondidas, mi hijo dejó un niño de 8 años, ¿tú crees que está escondido de él? Ya lo hubiera buscado. Y a una niña la dejó de 11 años”.

Las familiares de personas desaparecidas levantaron su voz este 30 de agosto en diversas actividades que se llevaron a cabo en la Ciudad de México y en todo el país. En la capital las familias se concentraron en diferentes puntos: en la Glorieta de Cuitláhuac, la “Glorieta de los Desaparecidos” y el Ángel de la Independencia.

Desde esos espacios cuestionaron que las autoridades no han sabido responder a la crisis de desaparición de personas, pues cada vez hay más y más víctimas.

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